lunes, 1 de junio de 2009

¡Tuya Héctor!

 
Dado que en los últimos tiempos se les ha dado por hablar de fútbol, voy a seguir la corriente y en esta nueva entrega referirme a los gloriosos twenties del fútbol uruguayo. De los que no sé mucho, pero Google es fantástico.

Corría el año 1924 cuando se celebraron los Juegos Olímpicos de París, y el combinado uruguayo realizaba un conjunto de nueve encuentros en Europa. Y los ganó todos, al menos por tres tantos de diferencia. Todos sabemos que en ese año Uruguay ganó la final olímpica y por primera vez dió la famosa recorrida alrededor de la cancha, saludando a todas las gradas, recorrida que a partir de entonces se conoce como vuelta olímpica. El mejor jugador de ese torneo, un señor no muy alto, con un temperamento bastante inflamable -la prensa de la época lo apodaba "La Borelli", prima donna de aquel entonces, debido a sus reacciones imprevisibles y caprichosas- se llamaba Héctor Scarone, el Mago o el rasquetita, jugador del glorioso Nacional de Montevideo.

Cuatro años después, 1928, Amsterdam. Uruguay arrasó hasta llegar a la final frente a los otros indiscutidos rioplatenses, la selección de Argentina. Los primeros 65 minutos del partido veían la igualdad a 1 entre las dos orillas del Plata. Y en ese minuto 20 del segundo tiempo, Tito Borjas hizo una finta, y se la pasó a Scarone con un grito de advertencia. Scarone recibió la pelota, anotó el tanto venciendo al arquero argentino Bossio y consagró la victoria de Uruguay para el que sería su último oro olímpico.

La frase de advertencia de Borja a Scarone, avisándole que le pasaba la pelota, fue el famoso "¡Tuya Héctor!" que permeó a la sociedad uruguaya y aún hoy, 74 años después, reside en el imaginario popular para indicar cuando alguien le pasa la responsabilidad a otro para culminar la faena.

Aunque casi rimen los nombres, Bibiloni no es Scarone. Y no es Borja tampoco. Y sin embargo, Homero Bibiloni, Secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la República Argentina nos acaba de regalar con un "Tuya Héctor" que no me resisto a relatarles.

Recientemente Bibiloni fue entrevistado por LT41 y en sus declaraciones produjo una frase memorable respecto a Botnia, "es grande y pisa fuerte" lo que desencadenó algunos comentarios jocosos. En ese artículo hay un párrafo interesante, que es el siguiente:

Agregó en relación a los pasos que se van dando en cuanto a la erradicación de este monstruo fábril, que “se lo hemos dicho al gobernador, al intendente y a la asamblea, esto es política de estado, esta semana vamos a Bruselas para preparar las futuras audiencias de La Haya”

Nótese que pese a lo que puede parecer en una primera lectura, no es Bibiloni quien habla de erradicación del monstruo fabril, sino el reportero. El pensamiento de Bibiloni, parece ir por otro lado, mucho más positivo y constructivo.

En efecto, quien siga con cuidado las actividades del Secretario en los últimos tiempos verá que está avanzando mucho en lo que siempre hemos predicado, el empleo del rigor en el monitoreo sin que el desarrollo industrial sea postergado por intereses espúreos o desinformación. En ese mismo artículo que mencionaba dice

seguimos trabajando todos los días de manera anónima y silenciosa con el plan de vigilancia

al tiempo que señala su satisfacciòn por el reconocimiento de la zona de El Palmar como un sitio Ramsar.

Hace un par de días Entre Ríos firmó un convenio con Bibiloni para que la provincia ingrese al plan de Producción Más Limpia. El secretario de ambiente de la provincia, Fernando Raffo, pronunció entonces unas palabras con las cuales uno no puede más que estar completamente de acuerdo

“Sabemos que con la fiscalización sola no alcanza sino que debemos generar un cambio cultural en las industrias para minimizar al máximo posible los efectos de los efluentes y desechos mediante la recuperación y reciclaje, lo que a la larga significa reducción de costos para las empresas”.

Lo que cobra especial significado si tenemos en cuenta que en Gualeguaychú no han podido aún reformar la planta de tratamiento de efluentes industriales del PIG, notoriamente defectuosa como lo señalamos en los artículos que refiriera anteriormente (Haciéndose el chancho rengo, El código da Pignci).

A Bibiloni se lo ha visto también involucrado en la erradicación de basurales a cielo abierto en Chubut (mediante un préstamo de unos 20 millones de dólares del Banco Mundial, en la puesta en marcha de un Programa de Laboratorios y Pruebas de Muestras Ambientales, destinado a controlar la contaminación de la Cuenca Matanza-Riachuelo, y en el Moconá, donde se suscribiría un acuerdo marco de cooperación para la puesta en marcha de un Programa de Fortalecimiento del Sistema Provincial de Control Ambiental de Misiones.

Por supuesto que todas estas movidas podrían interpretarse a la luz de las próximas elecciones. Sin embargo, este prolegómeno puede ser quizá la punta de un iceberg de cambio en la concepción oficial argentina de ambiente y desarrollo. En efecto, ayer a la noche Bibiloni fue entrevistado en C5N. Al preguntarle la periodista por su posición respecto de actividades industriales que pueden tener impacto ambiental negativo ,contestó

"hay que compatibilizar el desarrollo industrial con el ambiente, el problema más importante de nuestros países es el desarrollo industrial que debe ser completado con la mejor compatibilización con el ambiente, pero que quede claro salir de la pobreza es una prioridad y la minería es una actividad que necesitamos.

El único resguardo necesario es el de hacer buenos estudios ambientales que reflejen realmente el impacto de una industria sobre el ambiente, tener los fideicomisos para remediación listos y todos los mecanismos para minimizar cualquier daño, ese es el caso de Botnia que debió presentar tres estudios de impacto ambiental hasta llegar al último que cumple con todos los requerimientos que se le han solicitado. Estos estudios serios de impacto es lo que se requiere para aprobar una actividad"

Más allá de que la cosa haya sido ligeramente diferente, esta afirmación del Secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Argentina es la admisión formal de que técnicamente saben bien que Botnia cumplió y cumple con todos los requisitos para no causar impacto ambiental, una postura ligeramente diferente a la de la ACAG, que me imagino no tardarán en pedir toda clase de explicaciones y declarar persona non grata y enemigo de la patria a Bibiloni. Como diríamos coloquialmente en Uruguay, "cerrá y vamos".

En sus palabras de despedida frente al féretro de Scarone en el cementerio, el capitán de todos aquellos gloriosos equipos uruguayos, José Nasazzi, dijo: “Éramos jóvenes, éramos ganadores, estábamos unidos, creíamos que éramos indestructibles”.

Ahora lo sabemos. Tuya Héctor.