lunes, 31 de enero de 2011

¡Qué pesados... estos metales! (II) Las minas de Botnia

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Alazard, Preisz, Goldaracena

En esta segunda parte vamos a terminar de analizar el artículo del diario El Día de Gualguaychú, del 23 de Enero de 2011, llamado ¿Los peces del río Uruguay gozan de buena salud? aunque ahora dejando de lado el tema del mercurio y yendo a analizar más en detalle algunas de las otras alegaciones. De pique aclaro que el tema no es extraordinariamente importante. Poca gente presta demasiada atención ya a lo que repiten reiteradamente estos señores. Pero me interesa ir dejando establecidas algunas cosas como para que queden articuladas en un único lugar como material de referencia.

El Día de Gualeguaychú, 23/1/11
En el artículo de marras hay varias cosas interesantes. Para nuestra comodidad, las mismas están punteadas, así que podemos seguir el mismo ordenamiento para ver dónde están las falacias de los ambientalistas. En el primer punto dicen
 
1.- Es un  hecho científicamente comprobado y avalado por numerosa bibliografía internacional que las plantas de pasta de celulosa con la misma tecnología que Botnia emiten, tanto en sus efluentes líquidos como en sus emanaciones a la atmósfera, metales pesados de elevada toxicidad para los seres vivos. El origen principal de dichos metales son las trazas de impurezas presentes en los diferentes insumos utilizados en la producción de químicos y celulosa, como así también en la madera utilizada en el proceso.

Es correcto decir que las plantas de producción de celulosa, así como otras industrias, emiten metales al medio. No es tan correcto decir que tales metales son de "elevada toxicidad" ya que sabemos que para poder hablar de cualquier tipo de contaminación tenemos que hablar de concentraciones y no de simplemente presencia/ausencia. Hay tres tipos de desechos que pueden incorporar metales: puede haberlos en el efluente líquido, puede haberlos en los gases de combustión de la caldera de recuperación y puede haberlo en los desechos sólidos, así que veremos esos tres aspectos de la cuestión. 

Tabla de componente inorgánicos en la madera
Antes de empezar, sin embargo, podemos plantearnos de dónde vienen los metales que se registran en las emisiones sólidas, líquidas y gaseosas. Hay tres componentes: la propia agua del río, la madera empleada en el proceso y las posibles impurezas de los reactivos químicos empleados. Este último punto lo vamos a desdeñar en el análisis, porque las impurezas metálicas son realmente pequeñas y en comparación con los otros dos posibles componentes, completamente despreciable.
Los componentes inorgánicos en la madera pueden apreciarse en la tabla adjunta, tomada del material de enseñanza en la Maestría de Celulosa y Papel que se imparte en la UdelaR con el asesoramiento de la Universidad Técnica de Helsinki. Con círculos rojos se marcaron aquellos metales que más le preocupan a Goldaracena y Alazard. Lo que se observa es que la madera contiene, bastante obviamente, casi toda la tabla periódica. Las concentraciones son, sin embargo, bastante pequeñas. Así, en el caso del zinc tenemos un máximo de 10 mg/Kg (10 ppm) y para el mercurio un máximo de 0.01 mg/Kg (10 ppb). El consumo de madera anual de UPM es de unos 3.5 millones de toneladas. El 70% de todos los componentes inorgánicos están en la corteza, que no ingresa en el proceso, por lo que podemos decir que tenemos unos 1050 millones de Kg de madera con la composición arriba indicada, lo que nos daría por ejemplo un ingreso de 10.5 toneladas anuales de Zn a la planta simplemente proviniente de la madera. Retengamos en la memoria este número.

Concentración de metales en agua de río, línea de base
Para ver la cantidad de metales que pueden venir en el agua de río, vayamos a datos antiguos, del 2004, contenidos en el EIA de Botnia y que pueden verse en el tercer informe de Ecometrix producido en 2010. Al lado se muestran los datos obtenidos de la Tabla A.3 del apéndice A. De acuerdo a su permiso de operación, UPM toma 1,000 L/s de agua de río, así que usando el dato del canal frente a Botnia para el Zn que se da en la tabla (0.061 mg/L) UPM toma del río 61 mg/s de Zn, o sea 1.9 toneladas de Zn del río anualmente. Sumando ambos números, podemos decir que ingresan anualmente a UPM alrededor de 12 toneladas y media de Zn.

Concentración de metales en el efluente 2009
Vayamos entonces a los efluentes líquidos. Vamos a usar lo que bautizamos como "método ACAG" que consiste en suponer que cuando se lista un valor como menor que el límite de detección, ello significa que puede usarse el valor del LD como concentación efectivamente medida. Esto ya sabemos que es claramente erróneo, pero al menos nos da un límite superior a la realidad. Es decir, las cosas no pueden ser peores que eso, aunque seguramente son mejores. Al lado damos la tabla de concentración de metales en el efluente líquido. Usando esos datos, el del caudal de vertido de efluente (0.80 m3/s) y el método ACAG, diríamos que en un año se eliminaron al río 1.0 toneladas de Zn. La conclusión entonces es que de las 12.4 toneladas de Zn que entraron a Botnia, se nos han perdido 11.4 toneladas (el 92%) que tenemos que encontrar por alguna parte. Lo que es peor, UPM tomaba del río 1.9 toneladas de zinc y está devolviendo sólo 1.0, por lo que se está apropiando de 0.9 toneladas de zinc que son nuestras (ironía, ironía).

Corte vertical de la caldera de recuperación
El segundo lugar por el cual los metales son emitidos es la chimenea de la caldera de recuperación. Como ustedes sin duda recuerdan, en el proceso Kraft de cocido de los chips de madera se produce una pulpa marrón que contiene la celulosa impura y que pasa a la etapa de blanqueo. Al mismo tiempo se produce una especie de sopa oscura, de olor bastante repugnante, que el llamado licor negro, que contiene la mayor parte de la lignina, los extractivos, otros productos orgánicos simples y los productos inorgánicos derivados de la cocción. Ese licor negro --que tiene un contenido de sólidos de alrededor del 15%-- se concentra en los evaporadores hasta que tiene suficiente contenido orgánico como para ser quemable (alrededor del 80%). En ese momento se envía hacia la caldera de recuperación que se esquematiza en la figura de al lado.

Licor negro, cama de fundido, licor verde
El proceso de quemado es bastante complejo y no viene al caso describirlo ahora. Simplemente observemos que en el fondo de la caldera se produce un fundido de sales inorgánicas que convenientemente disueltas en agua forman el licor verde que se envía al circuito de recuperación de químicos para regenerar el licor blanco que se usa como insumo en el proceso Kraft. En el esquema de al lado se muestra como es el proceso de inyección del licor negro y cómo éste produce finalmente el licor verde.

Precipitador electrostático
En la combustión, que está optimizada para ser muy eficiente tanto en la producción de energía como en la disminución de emisiones, se producen también cenizas, que son fundamentalmente de dos tipos. Unas son las que se generan en la zona de combustión y no son arrastradas por los gases desprendidos, son las que se conocen en inglés como "bottom ashes". Otras son más ligeras y son arrastradas por los gases desprendidos, son las cenizas volátiles, o "fly ashes". Para evitar que estas cenizas salgan a la atmósfera, se emplea lo que se llaman precipitadores electrostáticos --identificado como 19 en el corte de la caldera-- como el que se muestra en la figura, y que son empleados también en el horno de cal.

PEs en la caldera de recuperación de UPM
Debajo del los ESP hay un cinta transportadora que lleva las cenizas hacia uno de los lados y desde ahí se eliminan del sistema. La operación de los ESP está basada en la migración de partículas cargadas en un campo eléctrico hacia los electrodos (platos) colectores, de donde son removidas por un sistema de martillos. Básicamente como si frotaran un peine de plástico contra el cabello para cargarlo electrostáticamente, recogieran con él todas las pequeñas partículas dispersas sobre una mesa y luego lo golpearan para desprender las partículas.

Los ESP están diseñados con varios platos colectores en paralelo, entre los cuales hay electrodos de alto voltaje que generan el campo eléctrico por donde circulan las partículas. El voltaje es tan alto que el gas es ionizado. Los iones cargados negativamente migran a los platos que están conectados a tierra y en el camino los iones colisionan con otras partículas cargándolas y haciendo que éstas también migren hacia los platos.El grado de separación alcanza el 99,98%. Seguramente recuerdan que hay un parámetro llamado PM (material particulado) que se emplea para medir el contenido de partículas remanente en el gas que sale de la chimenea y que sirve como indicador de lo contaminante que puede ser la emisión.

Distribución de los elementos traza
Ahora bien ¿cómo se distribuyen los metales en estas cenizas y en el gas? En el esquema adjunto se muestran los puntos de ebullición y la distribución en la ceniza de fondo, la ceniza volátil y el gas de los diferentes metales. Vemos ahí que algunos metales, como el manganso, por ejemplo, jamás logran salir a la atmósfera, porque quedan retenidos en la ceniza del fondo, mientras que otros se distribuyen entre las cenizas de fondo y las cenizas volátiles y en mucho menor cantidad, pueden llegar hasta el gas que es finalmente desprendido (es decir, que no es retenido ni por los scrubbers ni por los precipitadores electrostáticos.

Por el momento, lo que nos interesa es lo que pueda escapar en el gas, algo que los "científicos" acagüenses describen de la siguiente manera:

Lamentablemente, Botnia jamás informó sobre la cantidad de metales pesados en sus emanaciones a la atmósfera, que de acuerdo a la experiencia con plantas similares representa un enorme tonelaje, posiblemente el 30-50% del volcado en los efluentes. A diferencia de las emisiones líquidas, estos metales son respirados por todos los seres vivos de la región, pudiendo también contaminar los alimentos o bien se acumulan en los suelos y son oportunamente arrastrados hasta el río.

Límites de emisión EPER/UE de metales pesados a aire y agua
¿Es eso así? (sí, ya sé que ya saben que no). Los límites acordados de las emisiones de metales pesados pueden verse en el EIA de Botnia y se muestran en la tabla adjunta (corresponden a los límites EPER de la UE, ahora llamado E-PRTR). Ahí podemos ver, por ejemplo, que el umbral de vertido de mercurio al aire es 10 veces superior del de mercurio al río. La razón es bastante sencilla: los dos receptores (agua y aire) son muy eficaces en diluir las emisiones, pero en el agua viven organismos de consumo humano que pueden bioacumular, mientras que en el aire no los hay. Observen el caso del Zn, que es el que estamos analizando. Se podrían verter sin problemas 100 Kg Zn/año al río Uruguay, pero la realidad indica que se están quitando 900 Kg Zn/año del río Uruguay. En otras palabras, UPM está descontaminando el río.

Contenido de metales en cenizas, mg/Kg
Si nos concentramos en el Zn, vemos que al aire puede ir hasta 200 Kg/año, muy lejos de las más de 11 toneladas que se nos han perdido y, por supuesto, lejos de las visiones catastrofistas de los ecologistas. Pero podemos presentar alguna comparación más. En este documento se puede encontrar una comparación entre las emisiones al aire de las pasteras Oy Metsä-Botnia Ab y Stora Enso Oyj con las metalúrgicas AvestaPolarit Stainless Oy y AvestaPolarit Chrome Oy Kemi Mine, una que produce acero inoxidable y otra que produce cromo. En el caso de las papeleras, las emisiones de metales traza a la atmósfera fueron 12 kg de Cr, 75 kg de Ni y 40 kg de Zn, comparado con 15.2, 5.3 y 11.9 TONELADAS anuales emitido por la fábrica de acero inoxidable en 1999. Obviamente las cosas han cambiado algo en los más de 10 años transcurridos, pero de nuevo vemos que las emisiones a la atmósfera no son realmente un problema.

Kg de residuos sólidos secos por tonelada de pulpa
Consecuentemente, lo que vemos es que la mayor parte de los metales que entran a la caldera de recuperación, permanecen en las cenizas. En la tabla adjunta se dan valores típicos del contenido de los metales tanto en las cenizas de fondo como en las cenizas volátiles. Lo que deberíamos saber ahora es la cantidad de cenizas producidas, como para poder hacer un calculo estimativo, a ver si encontramos nuestras once toneladas de zinc perdidas. Por suerte, en el Capìtulo 4 de la EIA tenemos una tabla que nos da la cantidad de residuos sólidos secos producidos por cada tonelada de pulpa de celulosa. Esa tabla se reproduce a la izquierda. Tomemos la cantidad total de cenizas como 9 Kg por tonelada, multipliquemos por 1 millón de toneladas anuales y tomemos un valor medio de 500 mg/Kg para el Zn, todo de acuerdo a los datos en las tablas anteriores. Tenemos entonces 500 mg/Kg x 9 Kg/ton x 1.000.000 ton / 1.000.000.000 mg/ton = 4.5 toneladas de zinc. Y así, señores, recuperamos las toneladas de zinc perdidos.

Esquema general de disposición de desechos sólidos
El tratamiento y disposiciòn de los residuos sólidos es un poco más complicado que considerar simplemente las cenizas. En el esquema que se adjunta se ve un diagrama general de lo que se acostumbra hacer con los desechos sólidos, que pueden seguir distintas rutas, dependiendo de dónde vengan y cual sea su composición. En la figura a la derecha se muestra ese esquema. En general, se llaman lodos (sludges) a todo lo que sale de los residuos sólidos en las calderas de recuperación y de cal, lo que se llaman dregs de la caldera de cal, y los lodos del tratamiento de efluentes.

Sistema de tratamiento de efluentes
En el esquema del tratamiento primario y secundario de efluentes, que corresponde a UPM, se observan dos puntos mayores en los que se obtienen residuos sólidos a partir del filtrado y prensado de los lodos (el biolodo, por otra parte, regresa a la caldera de recuperación, donde se quema). Los lodos en el EIA se plantean como con una concentración promedio de Zn de 1000 mg/Kg para una participación del 75% de lodos de cal en datos recopilados en 95/96 en plantas suecas. Los números son suficientemente parecidos a los de las cenizas, como para que nos podamos quedar con un promedio de estos valores, digamos 700 mg/Kg. El total de Zn entonces considerando lodo y cenizas será algo así como 13 toneladas por año, que dan cuenta de todo el Zinc que habíamos perdido.

Estructura y llenado del vertedero industrial
El cálculo realizado antes no es exacto, por supuesto. Hay muchas variables y no tenemos a mano todos los datos como para hacer un cálculo preciso. Lo que sí podemos afirmar con bastante seguridad son dos o tres cosas. Por un lado, que la fábrica no agrega metales al río, sino que en realidad los retira, como vimos en el ejemplo del Zn. En segundo lugar, que las emisiones gaseosas de metales son completamente insignificantes respecto a las que van al efluetne líquido. Y, sobre todo, que la inmensa mayoría de los metales que ingresan en el proceso, desde el agua del río y la madera, van a parar a los desechos sólidos. Estos desechos se mandan a un vertedero industrial que tiene la forma aproximada de la figura a la derecha, donde se ve como se van depositando capas de desechos sólidos secos en capas rellenando apropiadamente hasta que al final se recubre con una capa de hierba.

Construcción del fondo del vertedero
El vertedero está construido de forma que no haya lixiviado hacia el terreno, siguiendo directivas de Finlandia y de la Unión Europea. Eso se consigue obedeciendo restricciones respecto a la capa geológica sobre la que se apoya el vertedero y la forma en que están construidas las paredes, como se aprecia en el esquema de la izquierda. El resultado es un depósito de  sustancias, fundamentalmente inorgánicas, entre lo que se encuentran las muchas toneladas de metales que se van retirando del río y la madera.

Dentro de algunos años, UPM tendrá entonces su propia mina de metales, si en algún momento resulta redituable extraerlos.
   



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lunes, 24 de enero de 2011

¡Qué pesados... estos metales! (I) Mercurio

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Alazard, Preisz, Goldaracena
De Horacio Melo a Martín Alazard: Esta es la respuesta que te envié por la consulta de Andrea, en ningún momento, preguntás por el mercurio, están cometiendo un gran metida de pata con el tema, lo mismo hiciste con el episodio de Ñandubayzal (alergia), después se nos cagaron de risa en todas partes, me extraña que ustedes dos que atienden la salud de las personas sean tan irresponsables. A Goldaracena le envié el informe de DINAMA , que me envió Guayubira y no tienen que ser muy avispas para darse cuenta que no se puede establecer Kg de metales, por que la tabla expresa menor que 0,005 de mercurio y ese es el límite que tienen de detección.
Horacio Melo
El texto de arriba corresponde a un mensaje de correo privado, enviado por el integrante de la CARU, Horacio Melo, antiguo asambleista, a Martín Alazard, integrante del "grupo técnico" de la ACAG. La publicación original corresponde a un artículo del diario El Día de Gualguaychú, del 27 de Diciembre de 2010. Como podrán comprobar clickeando en el link, el artículo ya no existe (hay que destruir las pruebas del delito). Afortunadamente, internet es grande y existe un sitio compilador de noticias, Examedia, que mantiene dicho artículo en su servidor y nuestra amiga Sandra Dodera reportó sobre lo mismo en su sitio La Fraybentina Digital.  

Infobae.com 6/12/10
Melo se refiere a un incidente que fue recogido por varios diarios el mes pasado, alrededor del 6 de Diciembre. Los titulares fueron del tipo "Gualeguaychú: nuevo informe asegura que la ex Botnia vuelca mercurio al Río Uruguay" como se ve en el ejemplar de infoBAE que se reproduce aquí. En ese entonces no estaba escribiendo en este blog, pero claramente calentando motores en mi inconsciente, porque sí escribí un artículo en Facebook, del que tomo trozos para reproducir ahora acá y quitarnos de encima este tema para siempre. O, bueno, en realidad no sé si para siempre, porque revolviendo en el baúl de los recuerdos, encontré que sobre el tema de los dichosos 74 Kg de mercurio ya había escrito antes, hace un par de años, en el artículo Empire State Building vs. termómetros, alguno de cuyos argumentos también incorporaré acá. Veamos entonces.

El efecto bola de nieve actual de un rumor viejo

No creer todo lo que se lee o ve en la TV
En la primera semana de Diciembre 2010, diversos medios de prensa argentinos "informaron" que la Dinama h"abría reconocido" que  "en el semestre analizado la empresa había volcado al río 74 kilos de mercurio y como resultado de la bioacumulación, ya se podría estar consumiendo este mercurio a través del pescado sacado del Río de los Pájaros". Esta frase está sacada de un artículo del diario El Argentino, pero similares publicaciones pueden econtrarse en Infoalternativa, Página 12, InfoBAE, APF Digital, El Día de Gualeguaychú o Análisis Digital. La paranoia de los asambleistas y los políticos argentinos a este respecto llegó al extremo de que uno de sus supuestos científicos predijera que "en cinco años tendremos un río sin vida" o que un Senador nacional argentino pidiera al Senado una declaración para "repudiar el terrible daño que provocó la contaminación con mercurio del río Uruguay".

La Juventud, 1/12/10, Pág. 10
¿Dónde se originó el rumor que provocó esta bola de nieve sin fundamento? En un artículo del diario uruguayo La Juventud del Miércoles 1/12/10 (Sociedad, pág. 10, véase el archivo del diario) que es la fuente que reconocen los diarios argentinos como origen de la "noticia". La Juventud, a su vez, dice reproducir un informe de RAPAL (Red de Acción en Plaguicidas y sus alternativas para América Latina) de Noviembre de 2010, titulado "Fábricas de celulosa, producción de cloro y emisión de mercurio" donde dice

Sin embargo, es importante mencionar que en ese informe se dio a conocer que aparte de las emisiones gaseosas, residuos sólidos y efluentes líquidos, la planta ha estado emitiendo otras sustancias, entre las que se cuenta el mercurio. De acuerdo al informe, durante el semestre analizado la empresa había volcado al río 74 kgs de mercurio. (2) Es decir, que anualmente descarga 148 kilos de una sustancia muy contaminante.

Y la referencia que da (el 2 entre paréntesis) es otro informe propio, de Agosto de 2009 donde analizan el informe presentado por la Dinama el 10 de Agosto de ese año. Ahí aparecen por primera vez los famosos 74.000 termómetros de Botnia, informe al que irónicamente aludía en mi artículo Empire State Building vs. termómetros también del 2009. En ese informe de Rapal concluyen, de acuerdo a sus propios cálculos, que

En ese sentido, aparte de las emisiones gaseosas, residuos sólidos y efluentes líquidos, la planta ha estado vertiendo al río otras sustancias, entre las que se cuentan las siguientes: Amonio, Nitrato, Clorato, Sustancias fenólicas, Clorofenoles, Acidos resínicos, Esteroles, Arsénico, Mercurio, Cadmio, Cobre, Cromo, Níquel, Plomo, Cinc, Sodio, Hierro, Sulfuro, Cianuro y detergentes, cuyos valores se dieron en miligramos por litro de efluente. Llevadas dichas cantidades a kilos y a modo de ejemplo, durante el período analizado se vertieron al río 2950 kgs de cromo, 74 kgs de mercurio y 885 kgs de plomo. (1)

Componentes del efluente (DINAMA)
El cálculo fue realizado por ellos mismos considerando los informes de la Dinama, un caudal de vertido de efluentes de 73.000 m3/día y el período del 11 de Noviembre al 31 de Mayo. En otras palabras, pese a que se produce hoy día todo un ruido orquestado en torno a este tema, la "información" tiene en realidad más de un año y medio de antigüedad y se refiere a finales de 2008 y principios de 2009, dos años atrás.

Los datos de la DINAMA

Componentes del efluente (Botnia)
El informe de la Dinama de la reunión del 10 de Agosto de 2009 se encuentra en su sitio web (cabe destacar que hay una desprolijidad de la Dinama, al no tener esto en la misma página del resto de las actas y hacerlo más difícil de encontrar) e incluye varios documentos sobre distintos aspectos de los estudios ambientales que son bastante completos, como puede verificarse allí. Uno de esos informes se llama Informe Emisiones semestre Nov2008-May2009 y contiene la información sobre los datos relevados en el efluente de UPM (Botnia en ese entonces) monitoreados por la Dinama (Tabla 2, págs. 5-6) y monitoreados por Botnia (Tabla 3, pág. 13).

En ambos casos se dan los valores obtenidos en distintos análisis, especificando el límite permitido de acuerdo al decreto 253/79 de Uruguay, aplicable en este caso, que es de 0.005 mg/litro. Observando ambas tablas, excepto en un caso que se reputó a un error analítico, todos los valores están por debajo de ese límite autorizado. Observando además la tabla de la Dinama, se ve que a partir de la medición de Marzo de 2009 se implementó una metodología más precisa, que permite observar que los valores reales en el eflunte están muy por debajo del 0.005 mg/L permitido.

De los datos de la Dinama se desprende entonces que en ningún momento Botnia (hoy UPM) excediò el permiso otorgado y en los casos que se empleó una metodología más precisa se observó que el verdadero contenido de mercurio en el efluente era de 20% a 25% del máximo autorizado. A partir de estos datos es que la Dinama elaboró la tabla que presentó en Agosto de 2009 frente a la Comisión de Seguimiento, y de la que dimos cuenta en nuestro artículo anterior.

Los errores de RAPAL

¿Cómo llega RAPAL a esos dichosos 74 Kg semestrales de Mercurio?. El informe citado más arriba de la Dinama establece que el período analizado va desde el 11 de Noviembre de 2008 al 31 de Mayo de 2009, o sea, 202 días. RAPAL asumió que el máximo autorizado en el permiso para la concentración de mercurio en el efluente (0.005 mg/L) fue efectivamente la concentración observada, ni más ni menos. Y que esa concentración se observó en los 73 millones de litros diarios de efluente, por lo que hizo la cuenta

202 días X 73.000 m3/día de efluente X 1.000 litros/m3 X 0.005 mg/litro / 1.000.000 mg/Kg = 73.73 Kg mercurio

y de ahí salieron los famosos 74Kg de mercurio. Obviamente, el lector perspicaz habrá notado dos errores, uno venial y otro mortal
  1. 202 días no son un semestre, sino que deberían ser 183 días, así que el verdadero cálculo, con sus métodos, sería 67 Kg, algo que ya habíamos dicho en el artículo del 2009. Por supuesto que es un pecadillo nada más. Pero, además...
  2. 0.005 mg/litro es el permiso de vertido. Las cuatro primeras mediciones hechas con un método con precisión adaptada al permiso (ver Tabla 2) simplemente consignaron que la emisión estaba por debajo de 0.005 mg/litro, pero las últimas tres, hechas con un método más preciso, dan un promedio de 0.0012 mg/litro, así que los famosos 74 Kg, ya devaluados a 67 Kg en un verdadero semestre, deberían sufrir todavía una mayor deflación, a tan sólo 15 Kg/semestre si usamos los valores medidos verdaderos y no los permisos de emisión.
Tenemos entonces que, corrigiendo los errores de RAPAL, se obtiene que UPM vertió por semestre la cantidad de 15 Kg de mercurio al río. Ahora podemos hacer dos preguntas:

  • ¿Qué concentración iimplica el vertido realizado por Botnia al río?
  • ¿Cómo se compara esa concentración de mercurio con la que el río arrastra normalmente?
La verdad de la milanesa

Si tomamos los 15 Kg semestrales y los pasamos a microgramos por segundo (μg/s) tenemos

15 Kg/semestre = (15 x 1.000 x 1.000 x 1.000 μg) / (183 días x 24 h/día x 3.600 s/h) = 949 μg/s

Consideremos ahora el caudal del río Uruguay. No voy a tomar el caudal máximo, ni el promedio, sino el mínimo. Es decir, cuando estamos en condiciones de sequía y el río Uruguay lleva tan sólo 500 m3/s o sea 500.000 litros por segundo. La concentración en el río entonces será

949 μg/s / 500.000 L/s = 0.0019 μg/ s

Ahora bien, esa es la contribución Botnia al río, por llamarla de alguna manera. Pero ¿cuál es la concentración de mercurio en el río? Volviendo al sitio de la Dinama encontramos el informe sobre agua para el semestre Enero-Junio de 2009 y en la segunda página, la tabla de resultados. En ese informe se observa

Datos de metales en el río
4.1.10.1 Metales.
Los valores obtenidos para arsénico, cadmio, cobre, cromo, níquel, plomo y selenio han estado siempre y en todas las estaciones por debajo de los correspondientes límites establecidos, siendo además en la mayoría de ellos inferiores a los límites de cuantificación. El mercurio superó el límite establecido (0.2 μg/L) en 2 de las 16 estaciones (8 y 9), aunque únicamente y en ambos casos en el muestreo realizado en abril; sin embargo, sólo uno de lo spromedios (0.21 μg/L, estación 9) superó ligeramente al límite establecido (0.2 μg/L). Si bien no se registraron concentraciones de mercurio por encima de este límite en los muestreos correspondientes a la línea de base ni al año 2008, existen registros históricos de concentración de mercurio en el agua del río Uruguay que lo superan, en algunos casos ampliamente (CARU,campañas PROCON 1992 y 1995). Esta característica histórica junto al mínimo nivel de excedencia registrado en la oportunidad, determinan la irrelevancia de su consideración como problema. Corresponde destacar que este metal no es insumo ni subproducto de la actividad de Botnia.

Ensayo LATU agua del río Uruguay
En otras palabras, el límite de la concentración de mercurio establecido por la CARU  para el río Uruguay es de 0.2 μg/L y la "contribución Botnia" que calculamos más arriba es de 0.0019 μg/L, es decir 100 veces menor. O puesto aún en otras diferentes palabras, de cada 101 gramos de mercurio que hay en el río, 100 gramos ya están y 1 gramo proviene del efluente de Botnia. Un gramo en ciento uno.

En nuestro artículo anterior habíamos hecho una comparación un tanto diferente, pero con resultados similares.  Lo que dijimos fue: vamos a dar por bueno el método de cálculo de los profesionales de la ACAG (los 67 Kg/semestre que calculamos antes) y usando el mismo método, determinemos el mercurio que ya lleva el río. Para eso recurrimos a uno de los últimos análisis de agua de río hecho por el LATU, cuyas partes importantes se muestran en las imágenes. En un caso se ha señalado el caudal del río en el momento del análisis y en el otro el resultado obtenido para la concentración de mercurio.

Concentración de Mercurio
Hagamos entonces el mismo cálculo que en lo anterior. Primero veamos el volumen de agua usando los 694 m3/s. Tenemos entonces

694 m3/s X 1.000 L/m3 X 86.400 s/día X 180 días = 10.793.088.000.000 L

y multiplicando por el LD de la tabla anterior (0.0002 mg/L) tenemos

0.0002 mg/L X 10.793.088.000 L / 1.000.000 mg/Kg = 2.159 Kg

En otras palabra, podemos decir que botnia hizo variar la cantidad de mercurio en el río en un 3.1% (67 / 2.159) o, si queremos ser más efectistas, que el río Uruguay transportó en esos seis meses algo así como el equivalente a 2 millones de termómetros que terminaron en el Río de la Plata. Claramente, si usamos el método piquetero tendríamos que concluir que los pobres sábalos estaban completamente mercuriados antes de que Botnia soñara con entrar en operaciones.

¿Es malo el mercurio en el río?

Tomoko Uemura in her bath (W.E.Smith)
Como todas las cosas, es una cuestión de medida. El mercurio como tal es mala noticia., muy mala noticia Si estuviera presente en concentraciones elevadas, ya sea que afectaran directamente o que pudieran bioacumularse en peces que luego consumieran los humanos, sería un problema a tener el cuenta. La dura lección fue aprendida por dos desastres humanos causados por la desidia, la irresponsabilidad y la crueldad empresarial, en las ciudades de Minamata y Niigata en Japón, entre 1956 y 1965. De hecho, hoy mismo, 23/1/11, se publica un artículo en American Thinker llamado The Mercury Threat -- again, enfocado en el extendido y obligatorio uso de las lámparas fluorescentes.

Niigata Minamata disease (W. E. Smith)

Descartemos a Botnia como problema, por dos razones de peso. Una es que si de cada 101 gramos de mercurio en el río 100 son propios y uno tan sólo es de Botnia, es bastante más probable ser afectado por los 100 que por el 1. O, puesto al revés, si 100 gramos de mercurio no provocan un desastre, 101 tampoco lo causarán. Pero, además ¿de dónde viene ese 1 gramo que Botnia contribuye al río? La respuesta no puede ser más simple: de la propia naturaleza. Botnia toma agua del río para realizar sus procesos y ya vimos que esa agua contiene mercurio. Consecuentemente, cuando esa agua vuelve al río, también contiene mercurio, el mismo que antes tenía, puesto que en el proceso de producción de celulosa de Botnia no se emplea mercurio. Otro factor mayoritario contribuyente son los propios árboles, en cuyo tronco se encuentra, por supuesto, toda la tabla periódica en diferentes concentraciones. Ergo, no es Botnia la culpable de que haya mercurio en el río, sino que es la propia naturaleza quien lo contribuye. Muy distinto al caso de Chisso Corporation en Minamata o Showa Denko en Niigata, plantas que manufacturaban plásticos usando mercurio en el proceso y vertiendo los efluentes contaminados, sin tratar, directamente a las aguas circundantes. En UPM no se usa mercurio en el proceso y existe tratamiento de los efluentes, por lo que la mayor parte de los metales pesados, no solubles en agua, quedan en los barros biológicos.

En esta referencia puede verse cómo se calcula el límite de concentración de mercurio en agua potable de forma que no revista daño para el ser humano. Se calcula que ese límite es de 0.3 μg/kg/día, lo que quiere decir que una persona de 70 Kg puede consumir 21 μg de mercurio por día sin que le produzca daño. Teniendo en cuenta que el límite establecido para el agua del río Uruguay es 0.2 μg/litro, esa persona tendría que consumir unos 100 litros de agua por día para poder acumular la cantidad de mercurio que podría causarle daño. Así que por el agua no va a ser.

Vieja del Agua
Podría argumentarse que los sábalos u otros peces pueden bioacumular el mercurio y que cuando los seres humanos los consuman pueden llegar a tener una concentración peligrosa de mercurio en sangre. Una de las cosas buenas de todo el control que se hace en torno a Botnia es que la Dinara verifica el estado de los peces, como puede verse en este informe. En particular, en las páginas 16 y 17 se muestran los análisis de las viejas de agua y bagres trompudos en busca de plomo y mercurio y se ve que la concentración promedio de mercurio es menor a 0.09 mg/Kg de pescado. Los resultados son muy inferiores al valor máximo tolerable de acuerdo a normativas internacionales (Reglamento UE 1881/2006). Los valores límites de Plomo varían entre 0,3 a 1,5 mg/kg dependiendo de la biota en cuestión, sean peces, moluscos bivalvos y/o cefalópodos y en el caso del Mercurio estos valores varían entre 0,5 y 1,0 mg/kg, de acuerdo al citado reglamento.

Bagre trompudo
El el reglamento se establece que "(e)n relación con el mercurio, la EFSA adoptó el 24 de febrero de 2004 un dictamen sobre el mercurio y el metilmercurio en los alimentos (Dictamen sobre el mercurio y el metilmercurio en los alimentos emitido por la Comisión técnica de contaminantes de la cadena alimentaria de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), a petición de la Comisión, adoptado el 24 de febrero de 2004) y aprobó una ingesta semanal tolerable provisional de 1,6 μg/kg pc." donde "pc" significa peso corporal. Quiere decir que una persona de 70 Kg de pc podría consumir 70 X 1.6 = 112 μg de mercurio sin problemas, lo que equivalen más de un kilo por semana de filetes de pescado ya cortado (no el peso del pez, sólo la parte de músculos). Para establecer si esto es poco o mucho, se pueden usar los datos de desarrollo sostenible de la República Argentina, que establece el consumo de pescado y bivalvos por persona por semana en menos de 50 gramos, 40 veces menor. Aún admitiendo que la gente que vive junto al río tiene un consumo superior al promedio, vemos que la posibilidad de intoxicación con mercurio por alimentarse de pescado del río Uruguay es muy remota. A lo que se agrega la conclusión de la Dinara "El resultado de los análisis de metales pesados (mercurio y plomo) en tejido muscular de peces de las especies testigo capturadas en el área de estudio, desde el 2006 al 2009 (segundo año de operación de la planta de Botnia), no revelaron afectación alguna en las comunidades de las especies referidas, presentando valores muy inferiores a los límites establecidos".

Conclusiones

El Día de Gualeguaychú, 23/1/11
Nuevamente nos encontramos ante un intento de embarrar la cancha en vísperas de la audiencia pública en Conchillas para enterar a la poblaciòn acerca del plan de instalación de la planta de celulosa de Arauco-Stora Enso en Punta Pereira. Desenterrando un informe viejo, inadecuado, mal analizado y con errores considerables, ciertas ONG ambientalistas en connivencia con ambientalistas paranoicos, políticos oportunistas y movimientos de ultraizquierda, intentan sembrar el miedo en personas que no tienen por qué ser expertas en química, ambiente o procesos industriales. Como he mostrado en esta nota, lo del mercurio vertido por Botnia es un cuento chino, plagado de falsedades, pero que ha llegado hasta un pedido de informes al Senado de la Nación Argentina, además de numerosas publicaciones periodísticas.

Como Melo le espetó en su mail a Alazard "En relación a el diario El Día me parece que la periodista carece de argumentos para publicar lo que publicó y es tan irresponsable como ustedes." Claro que, como se ve en la imagen, Alazard, Goldaracena y el diario El Día siguen insistiendo con la misma historia irresponsable al punto que, como dijera Melo, "...la nota no expresa la preocupación que tienen los pescadores de gualeguaychú por el tema, Terrada expresó que hace dos semanas que tiene 20 sábalos que no los puede vender, y todo por no constatar los datos y alarmar sin fundamentos".

Curiosamente, al artículo inicial de refutaciòn que Alejandro publicara y distribuyera, A la búsqueda del mercurio perdido,  el Grupo Guayubira contesta el mismo día 9 de Diciembre con un comunicado de prensa que denomina, Guayubira puntualiza: emisiones de mercurio de UPM surgen de informe oficial de la DINAMA, donde intenta minimizar la refutación diciendo exactamente lo mismo que ya había dicho y sin siquiera registrar que le estaban errando en el concepto.

Como dijo André Guide toutes choses sont dites déjà ; mais comme personne n'écoute, il faut toujours recommencer (todas las cosas ya han sido dichas, pero como las personas no escuchan, es necesario comenzar nuevamente).

Ampliaremos.



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sábado, 22 de enero de 2011

UPM: la Dinama diluida y los piqueteros enfriados

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Portada, diario La Juventud, 16/1/11
Como es de todos conocido, en un cierto momento la racionalidad prevaleció sobre el conflicto y a hombros del Presidente de Uruguay y la Presidente de Argentina, se llegó a un acuerdo por el cual se realizaría el monitoreo en el río Uruguay, incluyendo a UPM y aledaños. Se creó una comisión de científicos con dos por cada país, se les permitió trabajar hasta que llegaron a un consenso sobre formas de actuación y se publicó un primer acuerdo, sobre el cual se siguió trabajando.

El 10 de Enero, la CARU publicó un informe de las actividades realizadas hasta ese momento en el marco de la acción del Comité Científico. Pretendo discutir ese informe en algún artículo próximo, pero no será en este momento. Aquí lo que me interesa es discutir lo que sucedió inmediatamente después. Unas horas luego de publicado este informe, el canciller argentino Héctor Timerman decía en su cuenta de Twitter que "aquí está la información que presentó la CARU sobre el río Uruguay" y daba una dirección en la web dónde ir a consultar. Más tarde, el mismo día, hablaba de que estaba disponible todo el informe científico y daba otro vínculo a un sitio web. 

Twitteos de Timerman, 10/1/11
Mientras que el segundo sitio web no es ni más ni menos que la redirección al informe de la CARU, tal como está colgado en su sitio web, el primer link era un tanto más controversial. En efecto, dicho enlace no era a la información que presentó la CARU sobre el río Uruguay (como dijera Timerman) sino que corresponde al informe de las acciones de la delegación argentina frente a la CARU. Parecido no es lo mismo. 

Curiosa discrepancia de Cancillería argentina entre contenido y título
Yo no soy quien para decir que Timerman estaba buscando deliberadamente engañar para despertar controversias, pero no deja de ser cierto que cuando uno accede (hablo hoy, 21/1/11, estas cosas son modificables con demasiada facilidad) al sitio que les menciono, se encuentra con que el título de la página (no el que está en la página, sino el que es incluido para que lo despliegue el navegador cuando accede a la página) dice "Informe de Actividades Elaborado por la Comisión Administradora del Río Uruguay", desprolijos los muchachos. Como estas cosas tienen tendencia a desaparecer cuando verifican sus gaffes, al lado les dejo la imagen tomada de la pantalla.

Noticias sobre la nota de la delegaciòn argentina a la CARU
Dejemos de lado esa pequeña chicana y vayamos a lo que importa. Al mismo tiempo que publicaba eso en el sitio web, la Cancillería argentina liberaba un comunicado a la prensa, donde se establecía la existencia de esa página conteniendo "dos importantes documentos". A la persona que ingrese al sitio mencionado le deberá llamar la atención que, pese al propósito enunciado de ser un repositorio de "todo" lo actuado desde el fallo de la CIJ hasta el presente, lo único que hay en el sitio 10 días después (21/1/11) sea esas dos importantes entradas, una para consignar que se transfirieron USD 300.000 a la cuenta del organismo y otra, la verdaderamente importante, consignando una: 


Los diarios se van de mambo
"(n)ota de la Argentina con fecha de ingreso a la CARU el 24 de noviembre de 2010, mediante la cual la delegación de nuestro país manifestó “su profunda preocupación frente a la grave constatación de que la planta de UPM-Botnia está utilizando el método de la dilución en el sistema de tratamiento de sus efluentes” y, de igual forma, formuló su preocupación por la intención expresada por UPM-Botnia de tratar en forma conjunta sus efluentes industriales con los efluentes cloacales de Fray Bentos. En la nota, la Argentina solicitó que cesen de inmediato las actividades de dilución y que se deje sin efecto todo proyecto destinado a tratar efluentes industriales en conjunto con los efluentes cloacales".

Cap. Gastón Silbermann, Presidente de CARU
Como no podía ser de otra forma, el asunto despertó un inmediato revuelo en la prensa y en los dos o tres días que siguieron los titulares variaron desde el "existe preocupación" hasta "tirón de orejas" y "Uruguay le reclama a Botnia que mejore su sistema de desechos". De poco valió que dos periodistas lúcidos, como Cotelo y Elhordoy entrevistaran en El Espectador al Presidente de la CARU, Capitán Gastón Silbermann, haciéndose de entrada la pregunta elemental "¿Por qué se habla de esto esta semana cuando estamos refiriéndonos a hechos del mes de noviembre?" Las explicaciones de Silbermann no fueron del todo claras y en definitiva, terminó pasándole la pelota a la Dinama, como entidad que debía responder a la cuestión.

Portada La Juventud, 19/1/11
A partir de ahí, La Juventud, que juega en la misma cancha que CX36 Radio Centenario, como soporte mediático de Asamblea Popular, partido político a la izquierda y por afuera del gobernante Frente Amplio, cuya candidata a Vice-Presidente supo ser nuestra vieja conocida Delia Villalba, empezó a fogonear el episodio. La portada que se reproduce al principio fue un émulo del J'Accusse de Zola y fue seguida el miércoles posterior a la firma del contrato de inversiòn con MDP por una hermosa portada catastrofista, recurriendo al viejo expediente de nuestros amigos gualeguaychuenses en el grito blanco, la imagen de una dulce e inocente criatura enarbolando un cartelito con el NO a las papeleras. Una clara apelación a la razón a través del corazón. Esperemos que al menos el cartelito fuera en papel reciclado y no satinado.

La Juventud, 19/1/11, pág. 7
No contentos con su portada catastrofista, en la página 7 consiguen unificar en un ménage à trois ambientalista a MDP y UPM con el condimento de ALUR, toda una ganga radical. Ya que los usamos, pasemos el anuncio de que la edición diaria y el archivo del diario La Juventud se encuentra en internet. Vale la pena leerlo de vez en cuando.

Del otro lado del charco, la respuesta a la entrevista realizada a Silbermann puede verse reflejada de la mejor manera en el blog de nuestro conocido Jorge Lanzillotti (BOTNIA / UPM - Silberman es un alcahuete que defiende a la pastera porque se lo ordenaron pese a las violaciones reiteradas que produce !,GASTÓN SILBERMAN - La verguenza y el descaro de la CARU y el Uruguay ! - Reconoce dilución,URUGUAY - Un Estado que oculta la contaminación violando sus propias leyes en favor del capital privado !) que siempre es muy divertido. Por otro lado, el pensamiento de los activistas gualeguaychuenses no fue modificado en gran manera. Oscar Bargas decía el 11/1/11 lo siguiente:

“Hay nueve hojas que informan de la manera en que se va a llevar a cabo el monitoreo. A su vez, hay una serie de anexos en los que hay mucha parte técnica, y de los que hemos rescatado una nota fechada el 24 de noviembre en la que el presidente de la Delegación Argentina en la CARU (Hernán Orduna) manifiesta su profunda preocupación frente a la grave constatación de que la planta Botnia -UPM está utilizando el método de la dilución en el sistema de tratamiento de efluentes; lo que está terminantemente prohibido por la propia normativa uruguaya, artículo 11 del decreto 253/79 de la Dinama, y a su vez el permiso otorgado por el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente del 14 de febrero de 2005”
“Esto quiere decir básicamente que es mentira lo que dijo la Dirección Nacional de Medio Ambiente sobre que todo lo que tira Botnia está por debajo de los parámetros que fija la Unión Europea; lo que dijo la Consultara Ecometrix de que todo estaba perfecto; lo que dijo el Banco Mundial”
“El caño está debajo del cemento, es decir que desde que Botnia puso el primer ladrillo ya pensaba en embromar, en tener como alternativa, en cuanto se la apretara con controles, echar agua en los efluentes para que no salga nada en las muestras”, se indignó el asambleísta, que en ese marco cuestionó la “seriedad” y la “buena fe” de Uruguay en este proceso. 
 Al día de hoy Bargas sigue convencido de la misma cosa, ya que se puede leer que dice
En este sentido, el asambleísta aseguró que “vamos a pedir una entrevista con Horacio Melo. Creo que esto es un símbolo de la hermandad, pero en nombre de la hermandad no podemos olvidarnos de todas las cosas que ha hecho Uruguay, como por ejemplo permitir que cuando Botnia se construyó, hayan puesto caños para diluir los efluentes y nos decían que todo andaba bien y era una gran mentira; por eso vamos a armar una nota para pedir una audiencia”.
Arq. Jorge Rucks, Presidente de la Dinama (al fondo)
 Oscar Bargas es el esposo de Ana Angelini, abogada de la Asamblea, por lo que se entiende su combatividad e impermeabilidad. Gustavo Rivollier, otro activista, dice cosas similares. Por otro lado, tal impermeabilidad se nota también en gente que debería estar mejor informada como el Presidente de la Delegaciòn Argentina frente a la CARU, Ing. Hernán Orduna, quien declaró que "no es serio decir que Botnia ni contamina" o como el ex-embajador Estrada Oyuela quien dice "Esto habla de deslealtad política para aceptar la constación científica, y la confusión sobre este punto en el Uruguay está bien reflejada por las respuestas ambiguas de Jorge Rucks, director de DINAMA, publicadas el 14 de enero en el sitio web de El Espectador". Es claro que detrás de estas declaraciones hay una acción política concertada.

En realidad la situación es completamente a la inversa de lo que dice Estrada Oyuela. En la entrevista señalada al Director de la Dinama, Arq. Jorge Rucks, queda completamente claro lo que hace la planta y por qué se ha pensado en realizar algún tipo de cambio. Dice Rucks, nada menos que
No lo estamos haciendo porque estemos violando la legislación nacional. Lo estamos haciendo por una solicitud de la Cancillería, de la cual entendemos que existe un acuerdo un acuerdo de buena voluntad con Argentina. Entendemos también que se prefiere aclarar una situación y dejar toda posibilidad de interpretaciones diferentes de lado. Además, se busca encontrar soluciones y lecturas más claras para los posibles análisis que se quieran hacer por parte de Argentina o de la comisión de científicos. Esa buena voluntad existe y nosotros lo estamos tomando como palabra santa. Es parte de la responsabilidad, pero entendemos que no es por un problema ambiental sino que es por un problema de entendimiento entre los dos países. Vamos a hacer todos los esfuerzos para encontrar una solución que a la planta le sirva y que aclare la situación. De ninguna manera se ha violado la normativa nacional y no se han violado en ningún momento los parámetros ambientales que deben ser controlados por parte de la Dinama.
Pedro Infante
No parece que haya mucha confusión en el lado uruguayo, así que podemos analizar concretamente qué es lo que se hace en la fábrica. Si ustedes recuerdan, hace tres años (¡tres años!) publicaba un artículo llamado Cartas a Eufemia (II). El difusor oculto en el que analizaba el tema de la contaminaciòn y de la forma en que los efluentes líquidos de la planta se vertían al río, en conformidad con lo acordado por Argentina y Uruguay en el marco de la CARU. En efecto, si uno consulta el Digesto sobre Contaminación de la Comisión Administradora del Río Uruguay, se encuentra que en esta reglamentación del Estatuto del Río Uruguay, específicamente en el Capítulo 5 (Condiciones de los Efluentes), se prevé el uso de emisores para el vertido de los efluentes al río (recordemos que esto es lo consensuado entre Argentina y Uruguay) ya que se discute sobre las condiciones de la zona de mezcla. Ningún misterio en eso. 

Esquema del final del sistema de tratamiento de efluentes de UPM
Ya en aquél momento presentaba dos figuras que resultan interesantes. En una de ella, mostraba el esquema de evacuación de efluentes al río desde los decantadores secundarios, pasando por algo identificado como "Venturi" y luego a través de un difusor con varias toberas al río. Y en la otra, mostraba la disposición en una foto de Google Earth del difusor y de la toma de agua de río para la planta (nótese que esa foto es de 2007 con la planta aún en construcción). En el esquema a la derecha se muestra lo que efectivamente se construyó, redibujado por mí (ver los esquemas en este documento y este documento). 

Zona del difusor del efluente en UPM con las zonas de exclusión
Hay algunas diferencias respecto a lo que se mostraba antes, notablemente (a) se usa un canal Parshall (que es un Venturi modificado), (b) se muestra la sala o cámara de bombas, donde está la toma de agua del río para la planta y la bomba de mezclado de agua de río con los efluentes y (c) se modificó el difusor para que tuviera más bocas y más cortas, con lo que ahora se encuentra a más profundidad en el río y se potencia la mezcla del efluentes con el agua del mismo (dos medidas que hacen el proceso más amigable con el ambiente).

Canal Parshall en UPM
Los dos puntos importantes para nosotros ahora son el canal Parshall y la sala de bombas y nos conviene identificar todo en un mapa satelital, como se hace en la imagen de al lado. Se identifican ahí el lugar donde está el canal Parshall, el lugar donde está la sala de bombas, las cañerías de toma de agua y salida de efluentes y el difusor (todo en la línea roja) y en blanco están marcadas las zonas de exclusión para el fondeo (y en algún caso la navegaciòn) que tanto indignaran a nuestros vecinos de enfrente en su momento (ver diario El Día de Gualeguaychú de aquella época). También se ve en amarillo el límite del río entre Uruguay y Argentina, con lo cual se ve que todo lo construido está totalmente en la zona de jurisdicción uruguaya del río.

Estructura de un canal Parshall
¿Qué es y por qué es importante el canal Parshall? En la foto de al lado se ve la imagen satelital del canal Parshall, que no parece ser más que una especie de manga como las que se usan en los corrales de vacas o en los aeropuertos para subir a los aviones, sólo que en este caso se trata de un ducto para conducir líquidos, en nuestro caso el efluente que sale del decantador secundario. 

El canal o aforador Parshall es una estructura hidráulica que permite medir con bajo costo el caudal de líquido que circula por un canal. Utiliza un principio conocido como principio de Venturi y está adaptado para usarse fundamentalmente en riego y en instalaciones de tratamiento de aguas residuales, que es en definitiva lo que tenemos en este caso. El canal Parshall en UPM es una estructura de concreto donde se encuentra el muestrador automático para medir los parámetros importantes de acuerdo al decreto 253/979 que es la norma uruguaya para la prevenciòn de la contaminación de las aguas. Es ahí, en ese punto, que UPM toma las muestras y es ahí, en ese punto donde la Dinama toma las muestras para verificar que el efluente cumple con las normas. Eso se ve en el siguiente video







Ahí se ve claramente a los técnicos extrayendo muestras del efluente en el lugar de la caida dentro del Parshall y preservando muestras para el análisis posterior mientras que algunas medidas se hacen in situ (estimo que lo que se está midiendo ahé es o temperatura o pH). Incidentalmente, obsérvense dos cosas. Una es que los operarios no usan guantes y toman todos los recipientes con la mano desnuda, lo que indica que la temperatura del efluente no debe ser muy elevada. Y dos que el color del líquido es bastante parecido al del agua de río original, lo que sin duda abona la teoría de que después de pasar por todo el tratamiento de efluentes está aparentemente tan limpia como el agua del río.

Cámara de bombas en UPM
Queda entonces comprobado y suficientemente establecido que los análisis de posibles contaminantes se hacen en el canal Parshall. Desplacémonos ahora 430 metros hacia el río, justo a donde está la sala o cámara de bombas. Hasta aquí llega una tubería enterrada, que viene desde el canal de Parshall y que trae los efluentes. Ahi hay dos bombas. Una de ellas es la que bombea el agua de río hacia la planta, donde se la trata antes de introducirla en los procesos. Otra bomba mezcla parte de esa misma agua que viene del río por la toma de agua, en el caño por donde vienen los efluentes, a resultas de lo cual estos bajan su temperatura para cumplir con el artículo 11 del decreto 253/979 que pide, entre otras cosas, que el efluente no debe verterse a más de 30 grados y no debe hacer variar la temperatura del cuerpo receptor en más de 2 grados.

Tabla de requisitos para el efluente
Como puede comprenderse fácilmente, los más de 400 metros que recorre el efluente hasta llegar al inicio del ducto que lo lleva al río son suficientes, en general, como para que la temperatura esté dentro del rango apropiado. Ahora bien, en verano, cuando la propia agua del río puede llegar a estar a 32 grados, es obvio que se complica que la temperatura del efluente pueda estar a la temperatura adecuada. Ahí es cuando se prende la bomba y se mezcla con agua de río hasta que lo que se vierte efectivamente al río esté por debajo de los 30 grados. 

Ing. Guillermo Lyons
La queja de la delegación argentina en la CARU surge de la constatación in situ de este mezclado por parte de Colombo y Lyons, los dos científicos argentinos que integran el comité científico. Como recordarán, el 6 de Octubre los cuatro científicos uruguayos y argentinos realizaron una inspección ocular de UPM (que, dicho sea de paso, insumió unas 7 horas). Después de eso se escuchó mucho ruido en las relaciones entre ambas delegaciones y se dijo que incluso llegaron a insultos bastante fuertes. Lo cierto es que un mes después, Página 12 reportaba que los científicos argentinos cuestionaban el procedimiento de tratamiento de los efluentes en base a que "se registraron imágenes del lugar donde eran tratados los residuos químicos, cercano al caño maestro de desembocadura en el río Uruguay. Allí, lo que llamó la atención de los especialistas fue el “color oscuro de los efluentes” que se mezclaban con agua que ingresaba desde el cauce del río. Las fotos del caño donde ingresa el agua con la que diluyen el químico, y de todo el sistema de circulación, permitieron a la delegación local elaborar un informe negativo sobre el tratamiento de los desechos que se vuelcan al río".

Lic. Juan Carlos Colombo
Ahora sabemos que fue ese mismo Noviembre cuando Orduna planteó en el seno de la CARU la disconformidad respecto a ese punto (lo que explica todo el ruido que hubo en Noviembre y Diciembre y por qué no se llegaba a un acuerdo sobre el monitoreo). El planteamiento de la delegaciòn argentina hizo uso de una cláusula que está en el decreto 253/79 que, en el artículo 11 dice "(e)n ningún caso será permitida la dilución de efluentes con aguas no contaminadas". De la simple lectura del artículo es obvio que se refiere a que los análisis de posibles contaminantes deberán hacerse sin realizar dilución alguna, pero en la tabla que mostré antes, la temperatura está entre los parámetros a medir, por lo que en una interpretación piedeletrista de ese artículo podría concluirse que tienen razón.

Por supuesto, no la tienen. 

La primera razón es, por supuesto, que no se hace ninguna dilución sino únicamente un enfriamiento. Eso queda meridianamente claro del hecho de que las medidas de los posibles contaminantes se hacen en el parshall, a más de 400 metros antes de donde está el mezclado. Por lo tanto no hay dilución, no hay trampa, no hay apartamento de la sustancia del proceso de eliminaciòn de la contaminación. 

La segunda razón es que el procedimiento es ecológicamente mejor que si los efluentes se tiraran al río a la temperatura que vienen. Porque supongamos que esos dos o tres grados por encima de 30º que trae el efluente fueran dañosos para la vida acuática en la inmediata vecindad del difusor. ¿No es entonces mejor tomar agua del río, que se filtra y no contiene la mayor parte de la vida acuática, mezclarla con el efluente y devolverlo al río con menor temperatura? ¿No sería esa la mejor forma de no provocar daños en la vida acuática?

La tercera razón es que el artículo 15 del decreto 253/79 dice "ARTICULO 15º- En casos particulares, el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente podrá disminuir las exigencias establecidas para los vertimientos, si a su criterio el interesado demuestra que las descargas a realizar no provocarán inconvenientes.-" Y es claro, por lo que decía en el párrafo anterior, que el vertimiento a una temperatura ligeramente superior a los 30 grados no afectaría el medio receptor. Tan es así, que la Dinama le aprobó a MDP el vertido de los efluentes a mayor temperatura, concediendo así una excepción al Art. 11 por la vía del Art. 15.

Tapa del informe de auditoría de Botnia por AMEC
La cuarta razón, ya para terminar, es la razón del artillero: esta modificación fue convenida por Botnia con la Dinama, al punto que siempre fue conocida para los evaluadores de lo que se estaba haciendo, entre ellos la Dinama, por supuesto. Prueba de esto es la auditoría que realizó la consultora AMEC en Abril y en Agosto de 2007, perìodos en los cuales la planta estaba en proceso de construcción y de puesta en marcha respectivamente. Este trabajo se realizó para cumplir con las exigencias de la IFC del Banco Mundial (tal como se dice en el Resumen del informe públicamente disponible en el sitio de la IFC) y es lo que se conoce como una auditoría pre start up, es decir antes que la fábrica empiece su operación. La auditoría encontró que todo estaba en orden y, entre los documentos que cita, está el informe de Ecometrix, que todos conocemos bien, y en particular el Anexo A: Proceso y Tecnología. En la parte A7.3.10 se describe la planta de tratamiento de efluentes y en la página 126 dice textualmente

Los efluentes tratados (luego de los muestreos para cumplir con los requisitos de habilitación) se mezclarán con agua del río antes del vertido para bajar su temperatura y minimizar cualquier diferencia de color entre los efluentes y el río. 

Debemos concluir entonces que los científicos argentinos, en particular el Dr. Colombo que fue quien lideró el equipo, perdieron una inmejorable oportunidad de presentar este incumplimiento de Uruguay directamente en La Haya. Parece bastante poco razonable que una información que estaba presente en la documentación conocida desde el año 2007 se use hoy en día para protestar y patalear con que UPM no cumple con la legislaciòn uruguaya y la Dinama no controla.

Quizá hago mal en pensar que ignoraban esto y que por eso no lo presentaron en La Haya. Quizá la verdadera razón fue que no quisieron que le dieran otra negativa del estilo de


Atutaler! :-) 



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