miércoles, 9 de julio de 2008

Solicitada

 
El Semanario El Eco deNueva Palmira y Carmelo publicó en el día de ayer dos artículos, uno de ellos editorial, con el título Basurero químico para Botnia y Dirox y otro de autoría del Ing. Quím. Ignacio Stolkin, titulado Llegó lo que decíamos. El periodista José Pedro Díaz, actual asesor de la Dinama, nos solicitó dar a luz sus reflexiones sobre el contenido de estos artículos, lo que hacemos a continuación.


¿De Botnia a Cañada Grande?

Una (nueva) ficción de El Eco de Nueva Palmira

Uno de los elementos clave del periodismo es la capacidad de agregar valor a los simples datos más o menos ordenados (que podría ser una definición básica de “información”).

Es buscar, recopilar, valorar, ordenar y, así, darle algún sentido a elementos que, de otra manera, no serían visibles –menos, comprensibles—para la mayor parte de la ciudadanía.

Y todo esto con la aspiración permanente no ya de presentar “la verdad” (entelequia difícil de alcanzar), sino la mejor –y más honesta— aproximación a ella.

Es claro, entonces, que con lo que dicen los medios debería ser posible discrepar con el enfoque, cuestionar por intrascendente, ampliar, pero no debería ser una nota dominante el tener que cuestionar directamente la validez de las afirmaciones si éstas son el resultado de una correcta práctica de la profesión.

Así, atendiendo a este razonamiento, resulta francamente difícil hablar de la nota publicada el 8/7/08 en el semanario El Eco de Nueva Palmira (*).

Lo mejor parecería ser ir párrafo a párrafo:

“La creación de un basurero químico y atómico con desechos industriales de Botnia y Dirox, a 10 kilómetros de Atlántida y a cinco de Pando y en una zona agropecuaria sumamente poblada, es un proyecto que está en formación y que sí o sí debe aprobarse”.

Botnia construyó, en su predio de Río Negro, su propio relleno para residuos sólidos industriales. ¿Por qué, entonces, habría de encarecer notablemente sus costos, cruzarse todo el país para resolver lo que ya está resuelto? No le encuentro sentido. ¿Alguien pagaría para solucionar lo que no implica problema alguno? Además, aunque Botnia decidiera que en realidad su vocación es el manejo de residuos industriales, ¿eso estaría mal, sería cuestionable (para alguien más que el CEO de la empresa en Finlandia, quien seguramente echará al gerente general local por demente)? ¿O se está sugiriendo que detrás de esto hay un interés absolutamente perverso, capaz de invertir enormes sumas de dinero sólo para dañar a nuestro país vaya uno a saber para qué?

Entre paréntesis, ¿de dónde sale lo de los “residuos atómicos”? Porque si es del artículo de Ignacio Stolkin que se publica junto a este, que pretende sostener “científicamente” este acopio de dislates, desde ya olvídense de que en esa nota haya sustento para algo.

“Cañada Grande es una zona del departamento de Canelones situada a 40 kilómetros de la Plaza Cagancha de Montevideo, a escasos 10 kilómetros de Atlántida, principal balneario de Costa de Oro, a 10 kilómetros de la ciudad de Pando y a 5 de Empalme Olmos”.

“Mencionamos esta amplia zona de influencia ya que Cañada Grande tiene su desembocadura en el Arroyo Pando, 50 metros aguas arriba de la toma de agua de OSE. Toda esta área involucra a 120.000 personas”, señalaron a EL ECO integrantes de la Asamblea de Cañada Grande”.

Si ampliáramos un poco más “esta amplia zona” podríamos decir que involucra a 3.000.000 de personas. Y en realidad, tendría mucho más sentido plantearlo en estos términos porque el proyecto de instalar un Sitio de Disposición Final es una necesidad vital para Uruguay, imprescindible para cualquier desarrollo industrial en serio, postergada absurdamente desde hace muchísimos años a la cual sólo pueden oponerse quienes estén expresamente boicoteando cualquier despegue industrial del país.

Otros elementos que se mezclan en esto (a distancia a la toma de OSE, por ej.) no apunta más que a reforzar el “clima de inseguridad” que, clara y explícitamente, se propone el artículo en cuestión.

“Concretamente Cañada Grande es un área rural densamente poblada. Son unas 2.000 personas con un promedio de edad de 36 años, de las cuales el 90% es propietaria de la tierra (lo que habla de su proyección en el lugar). “Hay tres escuelas rurales que según la directora de la DINAMA, Alicia Torres, deberán ser cerradas. Hay criaderos de cerdos, de pollos, tambos, praderas de ganadería intensiva, montes de frutales, viñedos, quintas que producen gran cantidad de alimentos (el 40% del tomate que consume Montevideo es de Cañada Grande)”, afirma la Asamblea”.

Este párrafo merece varios comentarios:

  • Cañada Grande NO ES un área densamente poblada: es una muestra del promedio de departamento
  • Las tres escuelas rurales a que se hace mención se encuentran dentro de un radio de 3,5 km alrededor del predio que la consultora alemana señaló como el más apto para instalar un emprendimiento de este tipo. ¿Alguien intentó determinar la cantidad de centros educativos que hay, por ejemplo, en torno de Felipe Cardozo, en Montevideo?
  • Alicia Torres NUNCA DIJO que había que cerrar a las escuelas mencionadas
  • ¿Quién es “la Asamblea”? Las buenas prácticas periodísticas siempre apuntaron a identificar las fuentes para agregar valor –al conocer al opinante se califica la información— a lo que se pretende establecer …

“En esta zona que es atravesada por numerosos afluentes de la Cañada de la Sorda, existe un predio de 455 hectáreas, que además es atravesado por las vías del ferrocarril, será vendido a la empresa finlandesa Botnia y el gobierno pretende instalar un vertedero para todos los residuos químicos, industriales que se produzcan en el país, más las 3.000 toneladas de cromo hexavalente que la fábrica DIROX, tiene guardados en la ciudad de Libertad (departamento de San José) y los contenedores de basura atómica importada que ya están depositados en las zonas francas, convirtiéndonos así en el basurero del primer mundo”.

Nuevamente, desgranemos:

  • ¿Cuáles y cuántos son los “numerosos afluentes” que atraviesan “esta zona” (¿cuál es “esta zona”)?
  • ¿De dónde salió la afirmación de que el predio en cuestión será vendido a Botnia? Porque esta versión (avísenle al autor) no tiene el menor asidero.
  • El ingreso de los residuos industriales de DIROX no depende de cuáles sean éstos sino de si resulta viable económicamente para la empresa (el transporte de los residuos es el eslabón clave para este tipo de decisiones).
  • El Sitio proyectado (se instale finalmente en Cañada Grande o no) está dimensionado al área metropolitana y podría, perfectamente, incluir ahí a Dirox.
  • ¿De dónde sale la afirmación de que en las zonas francas del país (¿cuáles? ¿en todas?) hay depositada “basura atómica”? No estaría mal citar alguna fuente para respaldar algo como esto.
"Los vecinos de Cañada Grande, Empalme Olmos, Pando y Costa de Oro de Canelones, denunciamos el macabro plan del gobierno progresista y lo único que reclamamos es nuestro legítimo derecho a la vida en la naturaleza y a continuar produciendo alimentos en nuestra tierra.”

Sobre los “legítimos derechos”, es bueno dejar en claro que NUNCA estuvieron en cuestión.

Sobre el “macabro plan del gobierno progresista”, me quedan algunas dudas:

  • ¿se están refiriendo al intento de resolver un problema clave para el desarrollo del país?
  • ¿se están refiriendo a un proyecto de punta tecnológicamente hablando, que incorpora las mejores prácticas de gestión de residuos sólidos industriales, que ofrece todas las garantías que se pueden exigir?
  • ¿están hablando sobre este mismo predio de 455 hectáreas mencionadas antes, de las cuales se utilizaría una ÍNFIMA porción para la instalación del sitio de disposición final y TODO EL RESTO sería una enorme amortiguación hacia la zona?
  • ¿se están refiriendo al siglo XXI allí donde hoy –y desde hace tantos años— hay no otra cosa que un basurero a cielo abierto y NUNCA se reclamó por ello?
  • ¿se están refiriendo a una obra que se convertiría en un enorme imán para otras inversiones industriales sinérgicas con ella, que podría dar trabajo –y mucho—en una zona del país MUY deprimida, económicamente hablando?
En inglés se habla del “fenómeno NIMBY” que quiere decir, más o menos, “no en mi patio trasero” (not in my back yard), algo equivalente a “no tengo nada que decir de ti pero no te quiero de vecino”. Los invito a considerarla aplicada a esta situación.

Y un par de apuntes finales, como para que no se piense que estoy omitiendo algo:

  • El límite de 3,5 km en torno al emprendimiento se fijó arbitrariamente, para considerar un área determinada (es imposible trabajar sobre todo el departamento, por ejemplo, para este tipo de análisis) sobre la que no existiera la más mínima duda de que se consideraban todos los impactos posible.
  • Los elementos que favorecían la instalación de este relleno de seguridad, los que resultaban inconvenientes y los que resultaban excluyentes fueron fijados por la DINAMA a la consultora alemana. La esquizofrenia no alcanzó a la DINAMA al punto de ignorar o modificar los criterios con los que ordenó el trabajo. Los técnicos de esta institución no son ni irresponsables ni insensatos (y tienen la calificación técnica como para atender este tema, eso también lo aseguro).

Por último, una duda de procedimiento: ¿es serio que se arme un paquete del tamaño que hizo El Eco sin tomarse el trabajo de consultar a las fuentes? Porque cuando yo estaba iniciándome en el periodismo, esta parte del trabajo era una divisoria de aguas entre los buenos y los indeseables.

Y aunque esto ocurría hace algún tiempo, no tengo oído que esta práctica haya caído en desuso…

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Conozco a José Pedro Díaz, quien escribió esta nota, desde hace algún tiempo. Muchas veces hemos conversado con él sobre la importancia, relevancia y hasta exigencia, de la solidez técnica que debería y debe mostrar la DINAMA ante la lluvia de disparates, absurdos y hasta surrealistas noticias que intentan propalar los seudoambientalistas.
Me saco el sombrero ante la responsabilidad cívica que demuestra en este artículo. Vaya un público reconocimiento, no sólo por lo que demuestra de conocimiento del tema, sino aún más por lo que demuestra en cuanto a ética periodística.

Si hubiera pasado esto mismo desde hace tiempo y con tantos temas, no se habrían generado tantos problemas.

Mis respetos

Anónimo dijo...

Art. 7º — La parte que proyecte la construcción de nuevos canales, la modificación o alteración significativa de los ya existentes o la realización de cualesquiera otras obras de entidad suficiente para afectar la navegación, el régimen del río o la calidad de sus aguas, deberá comunicarlo a la Comisión, la cual determinará sumariamente, y en un plazo máximo de treinta días, si el proyecto puede producir perjuicio sensible a la otra parte.
Según tu criterio, BOTNIA, si no modificaba la calidad de las aguas, tenía que pasar por este artículo?