miércoles, 30 de septiembre de 2009

¡Que le corten la cabeza! ¡Que le corten...! (IV)

 
--¡Idiota! --dijo la Reina, agitando la cabeza con impaciencia, y, volviéndose hacia Alicia, le preguntó--: ¿Cómo te llamas, niña?

--Me llamo Alicia, para servir a Su Majestad --contestó Alicia en un tono
de lo más cortés, pero añadió para sus adentros: «Bueno, a fin de cuentas, no son más que una baraja de cartas. ¡No tengo por qué sentirme asustada!»

--¿Y quiénes son éstos? --siguió preguntando la Reina, mientras señalaba a los tres jardineros que yacian en torno al rosal. Porque, claro, al estar de bruces sólo se les veía la parte de atrás, que era igual en todas las cartas de la baraja, y la Reina no podía saber si eran jardineros, o soldados, o cortesanos, o tres de sus propios hijos.

--¿Cómo voy a saberlo yo? --replicó Alicia, asombrada de su propia audacia--. ¡No es asunto mio!

La Reina se puso roja de furia, y, tras dirigirle una mirada fulminante y feroz,
empezó a gritar:

--¡Que le corten la cabeza! ¡Que le corten...!

--¡Tonterías! --cxclamó Alicia, en voz muy alta y decidida. Y la Reina se calló.

Por supuesto que todos han reconocido ese trozo de Alicia en el País de las Maravillas en que la Reina de Corazones pretende cortarle la cabeza a sus jardineros barajas. Me pareció que Alice in Wonderland era un libro apropiado para reflexionar sobre las "evidencias" científicas de contaminación por Botnia, presentadas por Argentina, y el pedido de la Dra. Ruiz Cerrutti hecho al finalizar las audiencias que, sin citarlo palabra por palabra, es que la situación jurídica y factual se retrotraiga a la anterior a la comisión por Uruguay de los hechos ilícitos que se le imputan. En buen romance, que se remueva la fábrica de Botnia de su ubicación actual... ¡que le corten la cabeza!

Resulta muy interesante ver cual fue la argumentación argentina. La semana pasada, el abogado por la parte uruguaya, Paul Reichler, había vapuleado malamente al Prof. Philippe Sands sobre los temas científicos presentados por Argentina en la primera semana. Quienes lean la presentación, verán que continuamente le dice a Sands que, lamentablemente, la parte argentina no conoce la evidencia que ellos mismos presentan. Así que no es de extrañar que el Prof. Philippe Sands se tome cumplida venganza -o intente hacerlo- en esta oportunidad de replicar. Curiosamente, Sands no se centra en el tema fundamental de los parámetros que internacionalmente se emplean para medir la contaminación eventual de las plantas de celulosa.

En efecto, Uds. han leido en Informe Ambiental Botnia 2009 en este mismo blog, que la performance de Botnia ha sido excelente. Pero no nos quedemos en eso. Los últimos tiempos nos han mostrado repetidas veces cómo muchos políticos toman a Nueva Zelanda como ejemplo a imitar en el área agrotecnológica. Nueva Zelanda está muy orgullosa de sus pasteras. De hecho, en una publicación del año 2001 Tonny Johnson, principal de Beca Simons en Nueva Zelanda, decía que la industria de pasta y papel en Nueva Zelanda es de clase mundial. Y ¿en qué se basaba para ello? Bueno, en los mismos parámetros que hemos discutido ya: BOD, COD, SST y AOX. A la derecha les muestro la tabla que usaba este señor para elogiar a Nueva Zelanda, con el agregado en azul de los datos actuales de Botnia para el año 2008 y 2009.



Obviamente que los 8 o 9 años transcurridos han hecho que los parámetros de las pasteras de los demás países mejoren también, pero de la simple inspección de los números para 2008 -o para 2009 en paréntesis- resulta claro que Botnia lo está haciendo muchísimo mejor.

Dado entonces que por ese lado la cosa resulta difícilmente atacable, Argentina optó por centrarse en dos aspectos macro que Sands se encargó de presentar con gran oficio: por un lado el de la carencia de oxígeno y el exceso de fósforo en el río -ambos supuestamente responsabilidad de Botnia y causantes de la floración algal según Sands- y en la presencia incrementada de fenoles y, en particular, nonilfenoles etoxilados (NPE) en el río, también supuestamente causado por Botnia. Vamos a considerar estos temas acá, a ver si podemos adelantarnos un poco a lo que mañana dirán los abogados por la parte uruguaya.


Carencia de oxígeno y exceso de fósforo

Bueno, empecemos por la carencia de oxígeno. A partir de la pág. 28, item 30, de la presentación del martes, Sands dice más o menos (resumo para no hacerlo más largo, ustedes pueden leerlo in extenso en la referencia) que se va a dedicar a probar con datos de Uruguay que sí se han violado los parámetros de la CARU y que para ello analizará el oxígeno disuelto que, dice con toda razón, es esencial para la vida en el río. Pero, dice, no vamos a usar los datos de la Dinama, que Argentina considera selectivos e inconducentes, sino los de la agencia Obras Sanitarias del Estado del propio Uruguay.

En el 31 Sands dice que Uruguay presentó algunos de esos datos, pero no todos y, claro, duda de la pureza de los motivos uruguayos para hacerlo. Y, dice, Argentina se siente feliz de poner todos los datos a consideración. Lo hace mal, acoto yo, porque la referencia a los datos está mal en la nota al pie, los verdaderos datos se encuentran aquí. Si se fijan al pie de esta página web hay cuatro archivos excel, dos de ellos correspondientes al agua bruta tomada del río para el consumo de Fray Bentos antes de la operación de la planta y otros dos que corresponden a lo mismo después de la puesta en funcionamiento de la planta. El Prof. Sands primero muestra el estándar de la CARU para oxígeno disuelto (no menos de 5,6 miligramos de oxígeno disuelto por cada litro de agua). Y luego procede a decir que

In the pre-operational period, you can see that already the average value was below that level - 4.9 milligrammes, already some 12 per cent below CARU standards. What happens during the operational period? We see that the average has fallen to 3.8 milligrammes, now more than 30 per cent below CARU standards. And a drop is also shown in Professor Colombo’s measurements, at levels that also violate CARU standards33. Botnia’s chemical and biological discharges are taking oxygen out of the water, they are causing the levels of oxygen to drop.

Y acá es donde el Prof. Sands mete la pata en forma indigna de un caballero inglés, pero comprensible porque se trata de un abogado que se pasó la noche buscando datos en tablas (y quiero creer que lo hizo él, no los "expertos" argentinos, porque si no sería mucho peor). Veamos las tablas excel y encontremos los promedios 4.9 mg/l y 3.8 mg/l en la fase preoperacional y en la fase postoperacional. Para que no tengan que ir a las tablas excel necesariamente, les pongo un resumen al lado.

Como ven en el recuadro azul y los datos al costado, efectivamente antes de la operación de Botnia habían 4.9 mg O2/L y luego de la operación 3.8 mg O2/L. Sands tiene razón, leyó bien los números de las tablas.

Pero Sands se equivoca en forma por demás chapucera al decir que eso es oxígeno disuelto. Eso es oxidabilidad, bien claro lo dice en la tabla. Y la oxidabilidad, u oxidabilidad al permanganato, es un parámetro comúnmente medido en análisis de aguas, expresado sí en mg O2/L, pero que no sólo no es oxígeno disuelto --claramente puede verse acá que ambos índices, oxidabilidad y oxígeno disuelto, se consideran por separado en esta ecuación para monitorear la calidad del agua-- sino que su medida está indicada corrientemente en el plan de monitoreo de Botnia, como se puede ver consultando este documento público de la Dinama. En la transparencia 8 aparecen claramente identificados la oxidabilidad y el oxígeno disuelto como parámetros diferentes a medir.

La oxidabilidad en sí misma no tiene un límite establecido en el decreto uruguayo (por lo menos por lo que sé) pero si lo tuviera sería un límite máximo y no un límite mínimo. En efecto, el límite máximo en el análisis que les citaba antes es 5 mg O2/L, por lo que si fuéramos a emplear un parámetro internacional podríamos usar ese. Si nos fijamos en los valores de OSE, ambos están por debajo de 5 mg/L. Pero hagamos algo más, fijémonos en los dos parámetros, oxígeno disuelto y oxidabilidad en el último análisis públicamente disponible del LATU. En la siguiente figura compuse una imagen donde ambos parámetros están listados para distintos sitios en el área, a partir de tablas diferentes del mismo análisis.



Claramente se ve allí que oxidabilidad y oxígeno disuelto, ambos medidos, son parámetros diferentes y que mientras que la oxidabilidad está bien por debajo del límite máximo internacional, el oxígeno disuelto está bien por encima del límite mínimo de la CARU.

Para más inri, lo que el Prof. Sands demostró con su lógica legal al usar el documento de OSE fue que Botnia le hizo bien al río. En efecto, la cantidad de materia orgánica presente es menor luego de la operación que antes de la operaciòn. Esto se demuestra porque la oxidabilidad al permanganato (oxidabilidad), el carbono orgánico total (TOC) y la demanda química de oxígeno (DOC en el documento de OSE) son todas menores luego de la operación que antes.

Punto para Uruguay y estimo que un mal rato para el Prof. Sands mañana jueves, cuando los abogados de Uruguay repliquen a este argumento.

El argumento del Prof, Sands respecto al fósforo es igual de engañoso. Nuevamente emplea las tablas de OSE y concluye que Boyle "admitió" que los valores en el río superan a los límites permitidos por Uruguay (omitiendo el pequeño detalle de decir quién tiene la culpa de que ello sea así) y que los 0.09 mg/l medidos para fósforo total como promedio luego de la operación son significativamente mayores que los 0.08 mg/l medidos antes de la operación, así como que los valores máximos previo (0.1 mg/L) y posterior (0.5 mg/L) a la operación demuestran que Botnia adicionó fósforo al río. ¿Es eso verdad?

Bueno, Sands nuevamente se equivoca, simplemente porque omite considerar otro período previo que el que va del 18/04 al 06/11 de 2007, que es lo que cubre el informe de la OSE. Por supuesto, pueden mirarse los valores anteriores, de hecho en la gráfica adjunta se muestra que sí, que los datos prima facie muestran que Botnia pudo haber sido responsable de agregar fósforo al río en el momento que comenzó a operar (los nutrientes eran imprescindibles para que crecieran las bacterias que hacen el tratamiento de los efluentes) pero que luego del mes de Noviembre de 2007, los regstros en el río son concordantes con los registros históricos y no superan al máximo de Setiembre de 2005. Y, por supuesto, en última instancia el tema es si ese incremento de fósforo en el río es o no debido exclusivamente a Botnia (ya que el exceso observado sigue existiendo) y si es o no responsable de los floramientos algales.


Fenoles y nonilfenoles

Si bien lo titulo así, no le voy a dar importancia al primer punto porque es simplemente una chantada. De nuevo se basan en el informe de la OSE, ignorando completamente los análisis del LATU, mensuales y en varios sitios, que muestran valores de fenoles superiores a 1 ug/L en varios momentos previos a la operaciòn de Botnia, en distintos lugares del río, y pràcticamente siempre no detectable en la etapa de postoperación. No hay necesidad de insistir en ello.

Sí me voy a detener en la principal acusación contra Uruguay, la de ignorar que Botnia usó y posiblemente usa todavía nonilfenol etoxilado (NPE por su nombre en Inglés) y que lo larga indiscriminadamente al río. El NPE, cuya fórmula se muestra al lado no es exactamente una bomba nuclear. Cualquiera puede ir a la India por ejemplo (hablando metafóricamente; también se puede comprar por internet) y comprar este producto o varios que contienen la dichosa sustancia que fue muy usada en el pasado en desengrasantes y limpiadores domésticos e industriales de diverso tipo. En varios países subdesarrollados (incluyendo Argentina) se sigue usando, ya veremos cómo.

El uso en los países más adelantados, por ejemplo en Suecia, ha venido decreciendo continuamente, tanto en toneladas de productos como en número de los mismos, como se ve en la gráfica adjunta. Ya en 2004 se introducía legislaciòn para prohibirlos en Alemania, y en 2007 se pedía la prohibición de este producto, contenido en varios detergentes en USA, basándose en su actividad como estimulador de la producción de estrógeno, lo que resulta en la alteración sexual de poblaciones de peces. Son sustancias que se conocen con el nombre de disruptores endócrinos. De acuerdo a una directiva diseñada en 2003 y finalmente implementada completamente en 2005, el NPE está prohibido en la Unión Europea.

A Argentina el tema no le preocupa demasiado. Nada menos que un shampoo lo contiene, como se ve en la figura de al lado, así que probablemente miles de argentinos se lavan todos los días el cabello con ese tóxico desalmado descubierto por los expertos argentinos en el río. Si uno busca lo suficiente, se encuentra con que la Asociación Argentina de Protección Animal y Ambiental lista más de 50 compañías en Argentina que lo importan o lo producen para uso agrícola. La respuesta al por qué es muy sencilla. Los NPE, producidos comercialmente entre otros por Dow Chemicals, son surfactantes no iónicos. Estos compuestos aumentan la "mojabilidad" de una superficie, por lo que se utilizan, asociados a otras sustancias, para facilitar la penetración. Y llegamos así a la omnipresente soja. Los NPE se agregan a las fumigaciones de soja para mejorar la acción del glifosato concretamente en el control de malezas en el tratamiento de presiembra de los cultivos de soja. También puede verse algo similar aquí y en este capítulo sobre el glifosato.

Williams y Candal de la UNSAM y la UBA de Buenos Aires, en 2004 decían (NPE-10 degradation by heterogeneous photocatalytic oxidation, Fernando Williams, Roberto J. Candal, Encuentro sobre uso y resultados de la aplicación de tecnologías económicas para la purificación de aguas en América Latina, CNEA, Bs.As., Nov. 2004) que se usaban 4500 toneladas por año en Argentina. En un artículo muy reciente (P. A. Babay et al, J. Environ. Monit, 2008, 10, 443-452) estos investigadores argentinos concluyen que la distribuciòn de metabolitos de los nonilfenoles es congruente con el uso irrestricto del surfactante en Argentina.

Bueno, eso liquida el punto de qué pasa con el dichoso compuesto en Argentina. Lo usan y muchísimo. ¿Cuál es el resultado? Bueno, uno podría decir que son los 0,388 μg/L máximo (promedio 0,02 μg/L) encontrados en el río Uruguay por Colombo, y que figuran en los estudios presentados por Argentina en la Haya. También, claro, podría decirse que son los 5.5, 13.0 and 22.4 μg/L de NP2EO, NP1EO and NP encontrados en el Arroyo Morón en plena Provincia de Buenos Aires (Paola A. Babay, Emiliano E. Romero Ale, Elena T. Becquart, Raúl F. Itria, Raquel T. Gettar, Björn Thiele, Eduardo A. Gautier, Daniel A. Batistoni, Determination of lipophilic nonylphenol ethoxylate metabolites in aqueous samples: method development and application in environmental waters of Argentina, 12th International Symposium on Separation Sciences, Lipica, Slovenia, S 232 eptember 27-29, 2006, pág 249). Es decir, una concentración como mínimo 58 veces mayor respecto al máximo y 1.120 veces mayor que el promedio.

Hasta acá la conclusión es que el tan terrible tóxico que según los abogados del lado Argentino Botnia vierte al río, (1) es de uso irrestricto en Argentina, con decenas de productores e importadores, (2) se fumiga en grandes cantidades acompañando el glifosato para plantar soja, y (3) está en concentraciones mil veces superiores en los cursos de agua internos de Argentina que en el río Uruguay. Pero hay más noticias para este boletín.

La Directora de la Dinama, Ing. Alicia Torres, presentó un affidavit certificando que Botnia no usa NP en sus procesos de fabricaciòn o de limpieza. Pero podríamos elegir, como hacen los abogados de Argentina, no creerle, aún cuando ella tiene buenas razones para saberlo, dado que en las “Normas reglamentarias para prevenir la contaminación ambiental mediante el control de las aguas” consolidado a Dic. 2008 --que es un proyecto para sustituir la reglamentación antigua sobre calidad de aguas-- está incluido al final de la Tabla 1, Objetivos de Calidad. Veamos de cualquier manera a qué nos conduce una investigación independiente.

Resulta que en tiempos lejanos sí se usaba NPE. Cuando culmina el proceso Kraft y sale la pasta del digestor, esta se lava, para sacar todos los componentes solubles que terminan en el licor negro. Dependiendo del contenido graso de algunos tipos de madera, se puede formar una especie de pegotes en los equipos y en la pasta (en la jerga pasteras le llaman pitch). Algo sobre este tema se puede ver aquí y ahí explica la necesidad de dispersantes (como el NPE) para el tratamiento de ese pitch. El pequeño detalle de Botnia es que la madera de eucaliptus justamente no es grasa y no forma pitch. Y ello puede comprobarse recorriendo en detalle este artículo publicado antes de que surgiera todo este asunto del NPE. Ahí se explican numerosos detalles referidos al proceso y es verificable la ausencia de cualquier referencia a pitch grasiento, lo que hubiera requerido tensoactivos no iónicos. Es decir, refuerza la idea de que Botnia no usa NPE simplemente porque no hay necesidad de él. Desde un punto de vista personal, cuando visité la fábrica me dijeron --y les creo-- que todos los químicos específicos venían de Finlandia y que son los mismos que se usan allá y que cumplen las BAT y las BAT prohíben los NPE.

En efecto, miremos lo que las BAT dicen acerca de NPE. Mirando el documento específico vemos que en la página 450 dice específicamente que se sospcha que los nonilfenoles son disruptores endócrinos y debe evitarse el uso de NPE incluso como emulsificadores en aditivos. Más claro... echarle un tensoactivo.


Conclusiones

Recopilando las conclusiones que hemos ido extrayendo podemos referirnos a las palabras de M. Pellet

...ciertos límites establecidos por CARU y otros límites aplicables han sido traspasados, notablemente los que refieren a la disoluciòn de oxígeno y a la presencia de nonilfenoles tóxicos.

Después de este análisis sabemos que

(a) los abogados argentinos confundieron oxidabilidad con oxígeno disuelto, error garrafal que termina demostrando lo opuesto a lo que quieren demostrar,

(b) el nonilfenol no se usa en Botnia, tanto por estar prohibido por las BAT, como porque así lo certifica el organismo de control ambiental de Uruguay, y porque es innecesario debido al tipo de madera y proceso que emplea, estando además regulado en la próxima normativa de aguas,

(c) el nonilfenol es, en cambio, de uso irrestricto en Argentina, se fumiga junto con el glifosato para el cultivo de soja --además de estar presente hasta en un shampoo-- y la concentración en ríos interiores de Argentina es mil veces superior que en el río Uruguay.

Tuve que dejar mis actividades lúdicas de después de la cena para escribir este artículo, pero creo que valió la pena. No quería que Uds. leyeran mañana que los abogados dicen lo mismo que yo y pensaran que les había copiado. No. Uds. lo leyeron aquí primero. De hecho, se lo contaba a un colega y nos causaba muchísima gracia.

The defense rests.

jueves, 24 de septiembre de 2009

l’Argentine n’a offert même pas un vague début de preuve (III)

 
Tal cual. Monsieur le professeur Condorelli dixit, Argentina no ha ofrecido ni siquiera el atisbo de una prueba sobre los hechos que alega y la existencia de una causalidad suficiente. Me pareció una bonita frase para comenzar este nuevo artículo.

Pero recapitulemos. Mis generosos jefes, convencidos de que a mi estadía en el Caribe le faltaba ya motivación suficiente, decidieron reemplazar la playa por la montaña. Mis días de mar turquesa transparente se han visto reemplazados por la estadía en una ciudad que tiene hoy 459 años. Ubicada en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta a la margen del río Guatapurí, aquí en Colombia se la conoce como Capital del Vallenato -un género musical autóctono de la zona del Caribe. Entre los sones del paseo, el merengue, la puya, el son y la tambora, mis días se deslizan entre un calorcillo agradable y un vientecillo directo de la sierra, que refrezca los mediodías de sol despiadado.

Arrullado por el rítmico murmullo de la cascadita en la piscina a la que da mi habitación, antes de degustar algunos platos típicos de Colombia, mi conocido sentido del deber me obliga a dar cuenta de lo que les había prometido. Y ello era, si uds. lo recuerdan, que les había prometido hablar de las pruebas aportadas en cuanto a la ciencia y técnica de estos procesos. Recordarán Uds. que habíamos dejado en el podio a nuestro abogado Reichler (digo "nuestro" porque representa los intereses de la inmensa mayoría de los uruguayos) quien iba a hablar in extenso sobre la performance de la planta.

Antes de entrar en detalle en ello --cosa que no haré en este artículo sino en el próximo-- me interesa detenerme en un punto que abordó el abogado Reichler el segundo día, el martes. Si Uds. leen la transcripción, encontrarán en la página 25, punto 32 de la exposición, el inicio del desarrollo de un tema por demás interesante. Transcribo traducido informalmente lo que dice allí Paul Reichler

32. Pero este estudio es profudnamente erróneo. Los datos que lo soportan pueden encontrarse únicamente accediendo el sitio de Argentina protegido por contraseña [51], acceso al cual fue provisto sólo en la presentación de Argentina del 15 de Julio de 2009, y sólo si uno leía atentamente la nota al pie 16 [52].

Las dos notas al pie, 51 y 52, dicen

51 Si bien el Dr. Colombó aportó algunos datos sobre el testeo de peces en su Informe del 30 de Junio del 2009, no incluyó ningún dato sobre dioxinas y furanos. Véase el Argentina Scientific and Technical Report, Chap. 3.2, para. 4.7.2, table 21.

52 Biogeochemistry Data, tabla 19 en el sitio de Argentina protegido por password, disponible en http://www.mrecic.gov.ar/scientificdata (username: PVA; password: SAyDS).

Bueno, bueno, ¿qué tenemos aquí? ¿Un sitio protegido por password, cuyo usuario y password se nos están dando públicamente? ¡Wow! Eso hay que verlo...

¡Alto! Un momento, no se precipiten y vayan inmediatamente a mirar el sitio. Veamos antes qué más tiene que decir el vitriólico Paul Reichler sobre este punto de la presentación argentina. Noten que se está quejando de que el sitio estaba perdido en una "footnote". No creo (no creí cuando lo leí) que se los dejara pasar tan fácil. Saltemos entonces un poco más adelante, concretamente al final de la página 27, el punto 35, donde luego de algunas consideraciones, Reichler dice:

35. ... Argentina no ha presentado alguna evidencia de ningún tipo --absolutamente ninguna-- sobre niveles de dioxinas y furanos en el agua, en ninguna parte del agua, mucho menos ninguna contribución de dioxinas o furanos provenientes de la planta de Botnia. Si han hecho cualquier medida de dioxinas o furanos en agua no las han proporcionado a la corte. Al menos no todavía.

Y con esa última frase prepara un hermoso golpe al plexo solar que desarrolla en los puntos 36 a 38

36. Quizá aparecerán de alguna forma entre ahora y la próxima semana en el sitio web especial creado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina especialmente para este caso, y entonces calificarán, en la interpretación de Argentina, como "documentos fácilmente disponibles", y por lo tanto evidencia admisible, de acuerdo al Artículo 56 (4) de las Reglas de la Corte. El Profesor Sands criticó a Uruguay la semana pasada por su apoyo en los informes oficiales de monitoreo de la DINAMA [65], los que fueron hechos públicos en una conferencia de prensa, y publicados por la DINAMA en su sitio oficial, tal como es costumbre con tales informes, más de un mes antes de que estas audiencias empezaran. Debido a la naturaleza pública de estos informes, y su cobertura extensiva en la prensa argentina [66], no puede caber duda de que el equipo argentino, si no el mismo Profesor Sands, los han tenido en su posesión desde hace largo tiempo. En efecto, el sitio web argentino especialmente creado incluye una respuesta a estos mismos documentos, confirmando el acceso oportuno de Argentina a los mismos.

37. El Prof. Sands dijo que Argentina "seguiría" el ejemplo de Uruguay en el uso de documentos fácilmente disponibles [67]. ¿"Seguir"? Muchos de los documentos que ustedes vieron la semana pasada, especialmente como los usaron los Dres. Colombo y Wheater, fueron vistos por nuestro lado por primera vez cuando aparecieron en la pantalla de video. Resulta que fueron puestos en este sitio we especial creado especialmente para este caso por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina -la URL es http://www.mrecic.gov.ar/publicdocuments/. Fueron puestos en este sitio, algunos de ellos, el 11 y 12 de Setiembre, el fin de semana anterior a que estas audiencias empezaran. Ahora bien, para poder acceder a este sirio, para el cual, como era la situación la semana pasada, no había ningún vínculo desde ningún otro sitio web del Gobierno Argentino, ustedes deberían conocer con anticipación su existencia y deberían conocer su URL exacta, que no le fue provista nunca a Uruguay, hasta que vimos los documentos el lunes pasado. En otras palabras, este sitio web creado especialmente por Argentina no está fácilmente accesible, excepto para los miembros del equipo argentino. El sitio web exhibe esta advertencia explícita:

  • “The data and materials cannot be used for purposes other than the proceedings before the International Court of Justice in the ‘case concerning Pulp Mills on the River Uruguay (Argentina v. Uruguay)’, without express written permission from the Argentine Secretariat of Environment and Sustainable Development (Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable). Any unauthorized use by any person or entity, for any reason, will render them responsible under the law.”[68]

¿Fácilmente accesible? Sólo si uno conoce que el sitio web existe. Sólo si uno tiene la URL y sólo si uno quiere correr el riesgo de ser perseguido judicialmente en Argentina. A pesar de ello, Sr. Presidente, damos la bienvenida a la aseveraciòn del Prof. Sands de que Argentina se ha comprometido a tener completa transparencia en este proceso [69].


Bien. Si además ustedes son lo suficientemente curiosos para mirar la nota al pie [68] verán que dice

68 See http://www.mrecic.gov.ar/publicdocuments/index_en.php (last visited on 21 Sep. 2009).

Puede que ustedes estén ahora tan desconcertado como yo lo estaba al principio, porque aparecen tres distintas URL

http://www.mrecic.gov.ar/scientificdata (username: PVA; password: SAyDS).
http://www.mrecic.gov.ar/publicdocuments/
http://www.mrecic.gov.ar/publicdocuments/index_en.php

Un pequeño análisis permite mostrar que la última de las URL apunta a todos los documentos, mientras que la segunda apunta a un archivo index.php, en español, que NO da acceso a los datos científicos (a los que sí se accede en el índice en Inglés, sin password, o a través de la primera dirección, con password).

Quiere decir entonces que finalmente hemos descubierto, gracias a leer los reportes de La Haya, aquellos secretísimos análisis a los que los asambleistas siempre se han referido con reverencia. Pensar que a mí me hubiera gustado tanto poder comparar esos datos con los otros disponibles públicamente...

...pero me da un poco de temor esa advertencia al pie...

...¿miren si después no puedo entrar a Argentina por haber usado esos datos?

...me carcome la duda si usaré o no esos datos...

...¿Uds. conocen algún buen abogado?

lunes, 21 de septiembre de 2009

Una paliza artística (II)

 
Como habrán podido comprobar sigo exponiéndome a los rigores del sol caribeño para poder mantenerles informados de los avatares de las presentaciones en La Haya. Verán por la foto a la izquierda que me encuentro reducido a vivir de la naturaleza (los cocos son abundantes y con ellos se fabrica un cóctel llamado coco-loco que me mantiene entero mientras vago al aire libre intentando conseguir señal de internet para comunicarme). El incipiente bronceado que aprecian en mi cara se debe a los rigores climáticos a que me estoy sometiendo para llevarle información a mis lectores. Espero que sepan apreciar mi sacrificio. Para que no piensen que me estoy desnutriendo les cuento que estoy comiendo mucho pescado, que hemos tenido que conseguir buceando en la barrera de coral, como se aprecia claramente en la foto a la derecha. Por fortuna no falta un spa con sauna a mano para poder aflojar los músculos tensos por tanta natación. Estar en un sauna cuando en el exterior hace más de 30 grados y 110% de humedad tiene tanto morbo como elegir morirse de frío en las habitaciones por el aire acondicionado o apagarlo y morir deshidratado o ahogado por las sábanas humedecidas de transpiraciòn.

Ayer no sólo no tenía internet sino que tampoco agua caliente para la ducha, lo que fue un poco ya de más, así que no nos quedó más remedio que tomarnos un barco para ir a hacer buceo y alimentar a las rayas, como se ve en la foto de al lado. Interesante lo del coral, tuvimos que usar zapatos especiales para no cortarnos los pies. Corta como navaja y las rayas parecieron apreciar profundamente la sangre que me chorreaba de un dedo cortado (bueno, un cortecito de dos milímetros y dos gotas de sangre, pero la verdad nunca es buena literatura). De cualquier forma, mantengo mis contactos en La Haya --una antigua conocida es hija de la novia del ayudante del que arregla los auriculares para la traducción simultánea-- y gracias a ello es que puedo seguirles informando sobre las vicisitudes frente al Alto Tribunal.

Recordarán Uds. sin duda que hoy le tocaba el turno a Uruguay de deponer frente al tribunal. El agente de Uruguay es en esta ocasión el Embajador Caarlos Gianelli, nuestro embajador en USA, debido a los quebrantos de salud del Agente Principal de Uruguay, el Dr. Gros Espiell. Justamente, el Embajador Gianelli inició su alocución reseñando este hecho y agradeciendo los saludos y la expresiòn de sentimiento de la delegaciòn argentina por esta causa, expresado por la Sra. Embajadora Ruiz Cerrutti. Un buen comienzo, con un gesto amable para corresponder otro gesto amable, antes de entrar a la munición gruesa. La estructura de los alegatos es interesante. Primero, el agente de cada país hace una especie de resumen general, y luego los abogados defensores de cada parte y los expertos contribuyentes hacen sus exposiciones que cada vez entran en más detalle, El detalle completo se encuentra en las memorias que no son accesibles al gran público hasta tiempo después, aunque como les contaba, mi amiga me ha pasado algunos detalles.

Como les comenté en el artículo anterior, la frase de apertura del Emb. Gianelli no tiene desperdicio. Es concisa y describe totalmente la situación:

Sr. Presidente, este es un triste episodio en las relaciones históricamente cercanas entre Argentina y Uruguay. Lamentamos que nuestros dos amistosos países ahora se enfrentan uno al otro de una manera que ni uruguayos ni argentinos podrían haber nunca imaginado. Pero hoy, la tristeza que yo y todos los uruguayos sienten se ve aumentada por el lenguaje excesivo que Argentina usó durante todas las presentaciones de la última semana, en las cuales describió a Uruguay como nada distinto a un forajido internacional. Sin que ello le importe, Uruguay se complace en tener esta oportunidad para responder completa y abiertamente al infundado caso de Argentina en nuestra contra. Como los distinguidos consejeros y abogados que me siguen al podio demostrarán, basados en la evidencia y en la ley como ellas realmente son, Uruguay no violó y no ha violado el Estatuto de 1975 sobre el Río Uruguay en ningún aspecto.

Fortísimo alegato, ya que ni siquiera insinúa la más mínima duda de que Uruguay no haya hecho las cosas bien. Sería por supuesto demasiado largo traducir acá palabra por palabra todos los alegatos, así que iremos a lo medular (después de todo, Uds. no son los jueces Tomka et al, y yo no tengo la elocuencia de los abogados de Uruguay).

Uno de los puntos importantes hechos por Gianelli, es que Uruguay considera el Estatuto como de extrema importancia, porque Argentina, con su mucho mayor territorio, poblaciòn, agricultura e industria, es quien usa el río en forma más intensiva, no Uruguay. Y ello conlleva, por lo tanto, consecuencias ambientales. El Estatuto es importante para Uruguay porque le garantiza el derecho a protegerse de la polución y los efectos ambientales dañinos producidos por Argentina, a la vez que le concede el derecho al aprovechamiento igualitario del río.

El segundo punto importante es que le señala a la Corte que este caso no se trata de decidir entre lo que dice Argentina y lo que dice Uruguay, sino que en este caso existen los reportes de entidades independientes contratadas por la IFC del Banco Mundial que dicen que Botnia opera bajo los estándares mundiales más exigentes y por lo tanto no contamina. Lo que siempre hemos sostenido nosotros. Por dicha razón, el alegato argentino de que esa planta no podría haber sido construida en Europa es simplemente falso. La planta es tan buena como las mejores en Europa. Y, además, Argentina suspendió el monitoreo conjunto en 2006 --afectando así el pedido de la Corte de que hubiera cooperaciòn y buena vecindad-- sólo para enterarse este Junio por primera vez que Argentina dedicó dos años a realizar un monitoreo unilateral secreto.

Respecto al reflujo, rechaza los cargos de Argentina, y dice que Uruguay lo tuvo en cuenta en el modelo hidrodinámico, que se lo explicó a Argentina en 2005 en el GTAN y que fue aceptado por Argentina. Respecto al viento, exactamente las mismas consideraciones.

Otro punto importante es que Argentina nunca habló de los estándares de calidad de agua en los que concordó con Uruguay en la CARU. Es decir, no habló de lo que se comprometieron ambos países a cumplir. Sospechoso cuando menos. ¿La razón? Muy simple: Botnia no excedió ninguno de los estándares de la CARU en sus 22 meses de operación.

Otro más, la floracion algal, la presencia de nonilfenol y lindano, y la presencia de dioxinas y furanos. El primero puede mostrarse que se iniciò más arriba incluso de lo más alto en el río que Argentina alega ha sido el alcance de Botnia (ergo, no pudo ser causada por esta). Respecto a las dioxinas y furanos, es demoledor: Argentina alega que los encontró sólo en los sedimentos de Ñandubaysal, un área que repetidamente se dice que no es afectada por Botnia (curioso que su dueño la haya llevado a juicio entonces). Y respecto a nonilfenol y lindano, es un puñetazo al plexo: Botnia no los usa en ninguno de sus procesos. El lindano está prohibido en Uruguay desde hace 20 años. Pero ambos son usados en Argentina, el lindano en agricultura y el nonilfenol en agricultura e industria. Y dice "Por lo tanto, Sr. Presidente, la fuente de ellos es Argentina, no Botnia". ¡Ouch!

Y los puntos 20-22 van dirigidos a los piqueteros de Gualeguaychú. Después de describir los hechos, Gianelli dice

Sr. Presidente, muy probablemente, la larga y rica historia de esta Corte no registra nigún caso en que un país litigante haya permitido a su gobierno provincial, aliado a un grupo de ciudadanos, que ejecute medidas extrajudiciales para intentar coaccionar a la otra parte respecto a asuntos que se litigan frente a la corte.

Y con eso se despide y le da paso al Profesor Alan Boyle que va a ser, si cabe, más vitriólico todavía.

El Prof. Boyle maneja excelentemente la ironía, en particular al referirse a sus colegas que defienden a la parte argentina. Boyle lo resume de la siguiente forma:

La evidencia que escucharán esta semana muestra que la planta de celulosa de Botnia ha excedido las ya altas expectativas de Uruguay y la IFC. No ha producido ninguna contaminación dañina del río en la forma en que se define en el Estatuto. No ha puesto en riesgo la ecología o el ecosistema del río. Cumple con los estándares de la tecnología europea --BAT-- para las plantas de celulosa. Cumple con los estándares ambientales y de responsabilidad social del Banco Mundial. Cumple en cada aspecto con los estándares de calidad de agua y protección del ambiente acordados por ambas partes y establecidos en el digesto de la CARU -- y es verdaderamente notable que en ninguna parte de la presentación argentina de la semana pasada hubo ninguna mención a dichas regulaciones, ni ningún alegato al efecto de que ellas fueran incumplidas... Puesto en forma simple, Argentina no tiene un caso.

Claro, uno podría pensar que esto es sólo una expresión de deseo del Prof. Boyle, pero veanos su argumentación. Boyle cita verbatim los reportes de Ecometrix que, como todos sabemos, dicen que (a) la calidad de agua del Rio Uruguay es muy buena ya que los niveles de contaminantes están muy por debajo de los límites de CARU, (b) los datos monitoreados pre- y post-operación de la planta muestra que la calidad del río no ha cambiado como resultado de la operación de la planta, y (c) que la calidad del río aguas arriba y aguas abajo de Botnia es la misma. Y remarca algo importante, que estos no son datos de Uruguay, sino de consultoras independientes.

Para satisfacción de los lectores del blog, en el que tantas veces sostuvimos lo mismo, el reporte de oyle menciona al PIG y sus 25 fábricas, y la planta de FanaQuímica, de la que nos ocupamos en su momento. En el punto 8 de Boyle empieza el ataque a profundidad, ya que usa los datos de la propia Argentina para demoler sus argumentos. Primero, dice que el informe científico reconoce que la industrialización (mayormente del lado argentino) influye en la salud del río. En segundo, tercer y cuarto orden señala el saneamiento de Gualeguaychú, la descarga de nitrógeno y fósforo producida por el escurrimiento de cientos de miles de hectáreas de tierra agricola y corrales de ganado, y los cultivadoras de soja que usan nonilfenoles en los herbicidas (para los que cita la literatura de la propia Argentina, J.C.M.Papa, Argentine National Institute of Agricultural Technology (INTA), “Evaluation of the activating capacity on glyphosate of a coadjuvant with a nonylphenol base”, 2002, and “Weeds that are tolerant of and resistant to herbicides”, 2008).

Pero Boyle va mucho más allá. Primero compara el río Uruguay (flujo medio 6,230 m3/s) con el Rin (40% del Uruguay), el Vístula (1,000 m3/s), el Elba (877 m3/s) o el Sena (410 m3/s) todos ríos sobre los que hay pasteras (los lectores recordarán nuestros mapas de distribución de pasteras en el mundo). Y de ahí, luego de un par de consideraciones, pasa directamente a presentar la evidencia de Uruguay, desde el EIA para la Dinama hasta el CIS revisado y todos los reportes de Ecometrix. Quiza la parte más linda de toda esta demostración es cuando Boyle dice que Argentina había acordado determinados esquemas de monitoreo en el Procel, antes de retirarse, y que luego de esa retirada, Uruguay midió en exceso de lo requerido por Procel. Si no te gusta la sopa, dos platos... Y, por supuesto, Uruguay empezó a medir en 2006 y, consecuentemente, tiene datos de la linea de base, que Argentina no tiene.

Boyle excursiona luego en el tema de cómo medir contaminación. Calidad de agua y concentración, aquello en lo que siempre insistimos. Botnia cumple con los estándares más estrictos, ya sea de CARU o de Uruguay, que se comparan favorablemente con los internacionales, según los expertos de la IFC y, más importante, Argentina no lo ha negado. Y el que calla otorga. Segundo, límites para la descarga de efluentes. Fijados por Uruguay, ya que el Estatuto prevé que sean las partes quienes los fijen, no la CARU. Y considerando además, que lo que el agua ya trae (p. ej., fósforo) será devuelto al río en el efluente, aún cuando Botnia no haya agregado nada. Y tercero, la performance ambiental, que es excelente como McCubbin expondrá el martes.

A continuacion, se despacha Boyle con la demostracion de que la planta cumple con todos los límites establecidos por Uruguay en los permisos y el efluente no es tóxico. Desarmando la posicion de Argentina, Boyle muestra que la descarga promedio de Botnia de 0,59 mg/L de fósforo es casi una décima parte del permiso de la Dinama (5 mg/L) y que, mucho más importante, es 40% menor que el standard de 1 mg/L que el contrincante Prof. Wheater reclamó que se aplicara a la planta. En otras palabras, Botnia cumple ya con un estándard mejor que el reclamado por Argentina para protestar por la pastera. Surrealismo número 1. Lo mejor del caso es cuando muestra que entre Dic. 08 y May. 09, la descarga de fósforo se redujo a 0,3 mg/l. Y dice Boyle "70 por ciento mas bajo que el standard de 1 mg/L del Prof. Wheater". Y repite, me lo imagino que pensativa y convincentemente, 70 por ciento. Surrealismo número 2.

Pasando al nitrógeno, Boyle ataca de nuevo con los datos presentados por Argentina en los procedimientos escritos. Argentina reclama que una planta bien operada debe emitir entre 2 y 4 mg/L de nitrógeno. Botnia emitió 2.6 mg/L pero Argentina igual se queja. Surrealismo numero 3.

Con las dioxinas y furanos Boyle se pone lírico y modernoso. Afirma que Argentina mucho habló de dioxinas y furanos, pero nada de concentraciones en el efluente. Y allí se descarga con que aun usando metodología sofisticada que permite detectar una parte en un cuatrillón --y allí Boyle "confiesa" que gugleó para saber qué era una parte en un cuatrillón-- ni aun así se detectó nada en el efluente. Claro que es entonces interesante señalar que los datos más recientes muestran que Argentina emitió en 2001 casi 2 kilos de dioxinas (2,110 g) Uruguay en 2002 emitió tan sólo 55g (38 veces menos en un país tan sólo 13 veces menor). Por supuesto, no faltó la referencia a las plantas contaminantes argentinas, el hecho de que las dioxinas sí se producen por los procesos que algunas de ellas emplean, y no por el proceso que usa Botnia. Y lo mismo corre para el lindano, cuyo uso ha sido ilegal en Uruguay por más de 20 años y que Dinama confirma que Botnia no usa en absoluto. Surrealismo número 4.

El punto 44 de la exposicón descarta totalmente la toxicidad del efluente. ¿Por qué? Porque mensualmente se testea la toxicidad aguda midiendo la sobrevida de invertebrados, peces y otros animalitos en efluente puro. Y Boyle concluye (en Inglés queda mejor que en Español): "No dead fish. No dead snails. Not in the laboratory. Not in the river". Magistral. Y en los 45 a 48 descarta totalmente el problema del aire, por estar fuera de la jurisdicción de la Corte. Argumentos puramente jurídicos que descartan la pretensión de Argentina de considerar el Estatuto en forma holística cuando su primer artículo claramente dice que se refiere a la utilización óptima y racional del río Uruguay. Surrealismo número 5.

Habiendo demostrado que Botnia no violó ninguno de los permisos emitidos por Uruguay, y que el Estatuto se aplica al agua y nada más que al agua, Boyle pasa ahora a demostrar que ninguno de los estándares de CARU respecto al agua fue violado. Para más inri, luego de describir los resultados de los relevamientos internacionales, usa el propio Informe Biogeoquímico de Argentina para demostrarlo. En efecto, la conclusión del informe argentino es que "todos los parámetros muestran valores relativamente normales para el río Uruguay". No menos interesante la demostraciòn de que Uruguay efectivamente está trabajando en disminuir el vertido de nutrientes al río, mediante el tratamiento de las aguas servidas de Fray Bentos y de otras ciudades como Paysandú y Salto y mediante protocolos de control para reducir erosión y controlar las actividades de granja y los vertidos de los animales. Boyle supone que los jueces se asombrarán de saber que Argentina, que se queja tanto del fósforo, no lo controla, ni lo hace la CARU, pero sí lo hace Uruguay. Surrealismo número 6, se queja quien más contamina y menos controla.

Particularmente interesante para nuestros lectores puede ser leer: "la evidencia demuestra que los vertidos argentinos de fósforo a través del río Gualeguaychú representa una proporción mucho más grande del total de la carga de fósforo que los vertidos de la planta de Botnia. Los expertos uruguayos han estimado que los vertidos de fósforo de la cuenca del río Gualeguaychú totalizan unas 350 toneladas por año, más de 25 veces la planta de Botnia ." Los memoriosos recordarán cuando escribimos sobre esto. Finalmente, Boyle abunda sobre los ensayos biológicos de la DINARA (Direcciòn Nacional de Recursos Acuáticos) que muestran que el ecosistema no fue afectado en absoluto.

Las conclusiones de Boyle son
  1. No ha habido cambio de la calidad de agua cuando se comparan los períodos pre y postoperacionales -- no change...
  2. Los niveles de P y N en el río no han cambiado desde que la planta empezó a operar -- no change...
  3. Los niveles de contaminantes orgánicos persistentes, incluidas dioxinas y furanos, no han cambiado -- no change...
  4. Las descargas de efluentes de Botnia están por debajo de los valores permitidos y Argentina no ha alegado lo contrario.
  5. Las descargas de efluentes de Botnia no han hecho que la calidad del agua descienda por debajo de los valores especificados por CARU y acordados entre ambos estados, y Argentina no ha alegado lo contrario.
  6. Las descargas de la planta no han causado ningún daño al ecosistema.
  7. Y, finalmente, todas estas conclusiones acumuladas llevan inescapablemente a la conclusión de que las descargas de la planta de Botnia no han causado polución dañina en violaciòn del Estatuto
Y con esto le da la palabra a Reichler, de cuya intervención hablaré mañana, ya que prosiguió hoy. Pero para ir haciendo boca señalemos estas perlas

2. Les hablaré hoy, y también mañana, sobre la evidencia concerniente a los aspectos ambientales de este caso. En particular repasaré la evidencia que ha sido presentada por Argentina y demostraré que falla en apoyar el caso argentino.

3. De hecho, el fallo de Argentina es dramático.


5. ... El cuadro pintado de la planta de Botnia fue horrible -- en dos sentidos de la palabra... el cuadro de la planta pintado por Argentina no fue un Vermeer. No fue realismo holandés. Fue el surrealismo de Salvador Dali.

Reichler por supuesto lo entendió muy bien. Como ambos cuadros muestran Vermeer y Dalí podían pintar mujeres, sólo que uno describía la realidad, otro dejaba volar su imaginación desatada.

Más mañana.

martes, 15 de septiembre de 2009

A La Haya, por la playa (I)

Como dice nuestro amigo Jorge Rodolfo, uno está en esto metido por la posibilidad de obtener beneficios personales (frase que incluyo para que él se sienta justificado en su cruzada). Puse entonces en juego mis influencias a ver si conseguía alguien que oblara los maravedíes necesarios para poder instalarme en el maelstrom del conflicto cuyo epicentro es la Corte Internacional de Justicia de La Haya.

Aparentemente tuve éxito, pero en una forma curiosa. La redacción de mi solicitud --poder instalarme en el maelstrom del conflicto cuyo epicentro es la Corte Internacional de Justicia de La Haya-- parece que dió origen a un equívoco. Resulta que el conflicto entre Uruguay y Argentina no es el único que se dirime frente a tan augusto Tribunal de la ONU y hete aquí que sin haber hecho mucho mérito para ello, me econtré destinado a pasar algunos días de duro trabajo, pero no en la bonita ciudad de los Países Bajos, sino en una isla del Caribe.

Nada menos que Colombia y Nicaragua se disputan la posesión de esta hermosa isla, puerto libre, engarzada en el mar de los siete colores, donde las palmeras susurran sobre arenas blanquísimas, los bares --all inclusive, mind you!-- se fusionan con la naturaleza, los peces de colores nadan mientras uno bucea en los arrecifes de coral y el mayor peligro (dejando de lado la posibilidad de una cirrosis aguda) es no querer volver a casa. Colombia y Nicaragua no han tenido mejor idea que someter su diferendo por la zona económica exclusiva al augusto Tribunal que, se rumorea, pedirá desintoxicarse del problema argentino-uruguayo haciendo una visita de reconocimiento a las playas isleñas. Los nicas piensan que su posiciòn está sólida y luego de la dúplica colombiana en 2010, esperan un fallo de la Corte en el 2011.

Mientras tanto las islas siguen en manos colombianas, aunque el viaje en avión de Montevideo hacia la isla se hace vía Panamá. ¿Qué decir de la vida en la isla? Bueno, playa, ron, descanso, buceo, ron, aguas maravillosamente transparentes, personas increíblemente amables, pargo rojo, ron, música caribeña, noches larguísimas, temperaturas entre 26 y 29 grados, más ron, etc... Como ven, una vida de duro trabajo.

He de aclarar que no todo son comodidades. Para mi desagrado, no hay wifi en las habitaciones, lo que es un poco molesto. La única manera de mantenerse en contacto razonablemente es bajar a la piscina, donde lamentablemente hay muchas distracciones. He pensado en la conveniencia de sacarme los lentes, sin los cuales no puedo apreciar mucho lo que haya en las reposeras vecinas, como forma de poder concentrarme en el trabajo. Por ahora sigo con los lentes puestos, pero pensaré que hago los próximos días. De cualquier forma, la provisiòn de daiquiries y margaritas es inagotable, lo que da la posibilidad de escribir crónicas sumamente floridas.

Mientras yo, con sumo esfuerzo, redacto diligentemente esta crónica, aislado por una confusión burocrática del verdadero lugar donde se cuece el bacalao o se corta el tocino (dependiendo de vuestras preferencias culinarias para la descripción de la toma de decisiones de alto nivel) la gente se da la gran vida en La Haya. ¿Qué otra cosa que turismo pueden estar haciendo Bibiloni y Cerrutti a quienes se los ve tan descontracturados en esta foto con los impresionantes edificios al fondo? ¿O será que están posando para cuando le cuenten a sus nietos sus aventuras en los Países Bajos? La foto oficial realmente los muestra apuestos y majestuosos paladines en defensa de la virtud ambiental violentada por el monstruo ponzoñoso y enardecido que habita la otra orilla.

Lamentablemente, pose es lo único que pueden ofrecer. Empieza a conocerse la presentación argentina y como bocadillo inicial no es muy suculento. Los cangrejos y langostinos de uno de los platillos nativos, acompañados de una (...dos, ...tres, ...) helada(s) cerveza(s) en la tibieza de un crepúsculo caribeño tienen mucho más consistencia que la transcripción del primer día de argumentación de Argentina.

La corte se ha portado con la "due diligence" y ya esta en internet la transripción de la primera sesión del día de ayer, lunes. Consecuentemente me sustraeré a este berrodo burocrático que me obliga al sacrificio de trabajar en el Caribe e intentaré hacerles un resumen de situación (si quieren la leen directamente acá en francés e inglés).

Por una deformación profesional, lo primero que me interesa saber es quienes son los expertos que presentan las partes, en aquello que tiene que ver con la ciencia y la técnica involucrada (no tanto con la parte legal). Por el lado argentino nos encontramos con

Mr. Howard Wheater, PhD in Hydrology at Bristol University, Professor of Hydrology at Imperial College and Director of the Imperial College Environment Forum,

Mr. Juan Carlos Colombo, PhD in Oceanography at the University of Québec, Professor at the Faculty of Sciences and Museum of the National University of La Plata, Director of the Laboratory of Environmental Chemistry and Biogeochemistry at the National University of La Plata,

Mr. Neil McIntyre, PhD in Environmental Engineering, Senior Lecturer in Hydrology at Imperial College London,

Mme Inés Camilloni, docteur en sciences atmosphériques, professeur de sciences atmosphériques à la faculté des sciences de l’Université de Buenos Aires, maître de recherche au conseil national de recherche (CONICET),

M. Gabriel Raggio, docteur en sciences techniques de l’Ecole polytechnique fédérale de Zürich (ETHZ) (Suisse), consultant indépendant

La composición de este panel de expertos nos da ya algunas pistas sobre lo que va a pasar. La Dra. Inés Camilloni es una vieja conocida. Uds. recordarán que se había filtrado el informe de la UBA, firmado por Camilloni, en el que se concluye que “en ninguna de las fechas” en las que se realizaron las mediciones (entre el 4 de septiembre de 2007 y el 13 de enero de 2008) y “en ninguno de los emplazamientos” donde se instalaron los dispositivos correspondientes (a un máximo de 26 kilómetros de la planta) “se han superado las normas existentes de orden nacional o internacional” sobre la calidad del aire. El informe de la Dra. Camilloni lo encuentran guardado por Jorge Balseiro en el ICI. En este mismo blog comentamos sobre ese asunto y hay una entrevista mía con Sandra Dodera guardada por Alejandro Villaverde por acá.

Los otros expertos tienen que ver fundamentalmente con hidrología (incluso el consultor Gabriel Raggio parece ser un especialista en ello). Así que es como verlo que la mano va a venir por el lado de los reflujos en el río y la contaminación atmosférica. Esto último --en mi modesta opinión-- va a ser desechado por la CIJ dado que no está incluido en el Estatuto, pero ya veremos.

En el caso de Uruguay (y siempre dejando de lado a los meritorios colegas uruguayos a quienes conozco personalmente y que sin duda nada tienen de cipayos y sí mucho de inteligentes) tenemos sólo dos expertos científicos registrados.

M. Charles A. Menzie, PhD., Principal Scientist et directeur d’EcoSciences Practice chez Exponent, Inc., à Alexandria, Virginie,

M. Neil McCubbin, Eng., Bsc. (Eng), 1st Class Honours, Glasgow ; Associate of the Royal College of Science and Technology, Glasgow,

Si buscan a Menzie en Google Scholar van a ver que su especialidad está en temas de evaluación de riesgo ecológico e impacto químico empleando organismos vivos. Por otra parte, Neil McCubbin es un experto en la industria de la pasta y el papel a quien conocemos también de antiguo, por haber integrado, junto a Wayne Dwernychuk el panel de expertos independientes convocado por el Banco Mundial para hacer la revisión del Informe de Impacto Ambiental Acumulativo (ver Plantas de Celulosa en Uruguay - Preguntas Frecuentes). Por lo tanto, de este análisis de los expertos lo que se colige es que la defensa de Uruguay se va a centrar en la tecnología empleada, el impacto ambiental, y la demostración de que no existe impacto en la biota (incluyendo a los seres humanos, por supuesto).

El acta de la sesión, de 75 páginas, está compuesto por una parte de Introducción del Agente, es decir el equipo que defiende a la República Argentina, en palabras de la Dra. Cerrutti. De entrada el equipo atacante marca fuerte. Cerrutti driblea saludando a Gros Espiell, enfermo y ausente, y hace un pase largo y en profundidad acusando a Uruguay de agravar considerablemente el conflicto por haber construido y operado Botnia, cuando Argentina no quería. Pone carita sonriente y se felicita de que Ence no se haya construido como estaba previsto originalmente, pero ratifica que igual Uruguay merece una reprimenda, porque la mala intención la tuvo. Y levantando las manos hacia la tribuna en pedido de solidaridad, manifiesta que Argentina no quiere sólo proteger, sino de hecho salvar, el Estatuto del Río Uruguay de 1975, manifiesta y viciosamente irrespetado por Uruguay. En el punto 7 acomoda la pelota con la mano intentando que nadie la vea

Dans ce but, le statut concilie la protection du fleuve et l’utilisation de ses eaux même à des fins industrielles en mettant en place une procédure bilatérale obligeant les deux Etats à se consulter et à s’informer mutuellement et à prendre les décisions d’un commun accord7. Je regrette de devoir constater que l’Uruguay renie aujourd’hui ces obligations.

El Estatuto por supuesto no dice que los estados tengan que tomar decisiones de común acuerdo (à prendre les décisions d’un commun accord) que en realidad dice

Art. 27. — El derecho de cada parte de aprovechar las aguas del río, dentro de su jurisdicción para fines domésticos, sanitarios, industriales y agrícolas, se ejercerá sin perjuicio de la aplicación del procedimiento previsto en los arts. 7º a 12 cuando el aprovechamiento sea de entidad suficiente para afectar el régimen del río o la calidad de sus aguas.


Vamos mal de entrada. Los articulos 7 a 12 ahí citados no dicen que haya que tomar decisiones de común acuerdo, sino que si no hay acuerdo hay que seguir un determinado protocolo que es, justamente, llegar a la instancia de La Haya. Argentina mantiene que seguir este protocolo implica que la obra no puede hacerse (derecho de veto) y Uruguay no reconoce el derecho de veto.

El desarrollo sigue con un interesante concepto en el apartado 8. Dice

La protection du statut s’étend en effet à l’ensemble de l’écosystème constitué par le fleuve lui-même et ses zones d’influence. Comme la professeure Boisson de Chazournes vous l’expliquera un peu plus tard, ceci va au-delà de l’eau en tant que telle, mais comprend également les éléments naturels qui lui sont liés, tels l’air et les sols.

Es decir que, de acuerdo a Argentina, no hay que entender que el Estatuto habla únicamente de las aguas, sino que como el espíritu es la protección del río, entonces ello implica el río en sí mismo y sus zonas de influencia que de acuerdo al Prof. Boisson de Chazournes (no un Juan Pérez cualquiera) implica que también debe considerarse el aire y el suelo. Así que por una carambola dialéctica, el gobierno argentino que habla por boca de Cerrutti extiende lo que dice el Estatuto (no afectar la calidad de las aguas) a todo el río, sus zonas de influencia, el aire, el suelo y se presume que toda la cuenca. En fin.

Luego viene una de esas frases memorables que sólo un integrante del gobierno argentino puede decir sin troncharse de risa: que para la protección del río, la Argentina se ha sometido a un mecanismo de información y consulta previa sobre toda obra importante construida sobre su territorio que pueda afectar al río, aún cuando no se encuentre en la frontera. En esta parte creo que fue cuando les resultó difícil a algunos jueces mantener la cara seria.

Los siguientes puntos de la exposición están dedicados a demostrar lo malvado y mentiroso que es Uruguay, pero eso era de esperarse. Resulta curioso, sin embargo, que en el párrafo 18 empleen como argumento las declaraciones que Petrocelli hizo en el Parlamento uruguayo en 2005 cuando el nuevo gobierno recién arrancaba y había bastante inexperiencia. Usar este argumento puede convencer a Gualeguyachú, pero ¿cree realmente Cerrutti que va a convencer a la Corte? Mi respuesta es que no, y el por qué está documentado en el artículo El Camino de Damasco, que les recomiendo releer en este mismo blog.

Resulta que en el propio tribunal, en este documento de 644 páginas, se encuentran los Volúmenes I y II de pruebas aportadas por Uruguay (32 MB). Y en aquél artículo comentábamos

Finalmente, en las páginas 379-383 tenemos la declaración jurada de la Dra. Petrocelli que no tiene desperdicio ninguno. Algunas perlas ya las comentamos en el extracto que hace El Argentino (que obviamente basa su información en esta misma documentación). Otras son más que elocuentes como, por ejemplo, que la CARU el 10/6/03 acusó recibo del IAR de CMB, que el 21/7/03 miembros de la CARU asistieron a la audiencia pública en Fray Bentos e informaron en una reunión plenaria de la misma, que fue García Moritán, no obstante todo lo anterior, quien pidió activar el Capítulo XV, Artículo 60 (veremos más sobre ello más abajo) para terminar yendo a La Haya, que los delegados argentinos Garin y Rojas(¡oh casualidad! los que echaron) viajaron a España e inspeccionaron la planta de Ence en Huelva, similar en tecnología a la propuesta para Fray Bentos (también concurrió un técnico de Entre Ríos, advinen quien... ¿Moguilner quizá?), que no sólo la CARU mantuvo varias sesiones sobre el proyecto Orion con técnicos del mismo entre Abril y Octubre del 2004, sino que miembros de la CARU (incluyendo a Rojas) fueron a Finlandia, inspeccionaron plantas y se reunieron con oficiales del gobierno finlandés, que el Ing. Antunez participó por la CARU en la presentación pública en Fray Bentos del 21/12/2004, informando a aquélla, que todo el material concerniente a la autorización a las plantas fue entregado al GTAN, que García Moritán manifestó la satisfacción argentina con el trabajo desarrollado por el Grupo de Aguas y avaló la implementación del PROCEL que se aplicó durante un año corrido, y finalmente que, cuando los informes de la campaña ya hecha estaban prontos para discutir, luego de un año de trabajo comúnmente acordado, fue el propio García Moritán quien pateó el tablero e impidió que la CARU tratara ningún tema relativo al monitoreo del río Uruguay, labor que Uruguay siguió haciendo por su cuenta. Se supone que nuevamente a raíz de instrucciones que le dió su gobierno, el que luego lo premiara con la Vice-Cancillería.

¿Cree realmente Cerrutti que la CIJ va a ignorar esto? Obviamente no.

El punto 21 es fascinante. "Hoy no hablamos de un simple riesgo de polución o de un riesgo de daño sensible. No. Señores de la Corte, hoy sabemos que la fábrica Botnia contamina, que no emplea la mejor tecnología disponible, que no sería ciertamente autorizada en Europa, que el sitio escogido es totalmente inapropiado y que el ecosistema es incapable de soportar la polución causada por esta fábrica". Conmovedor. Falta Picolotti desgreñada y con los brazos en alto y Carrozzo moviendo el trasero. Sólo espero una sinfonía de Les Luthiers sobre esto, material les sobra.

En el 22 habla de las algas tóxicas, de la afectación de la fauna y (presumo) de los informes del INTI sobre las dioxinas en sedimentos. Como los anexos no están, no sé cuales son los datos que prentan, los argumentos son los de siempre. En la 22 dice que "decenas de millares" participaron en la marcha al puente (3.000 según los informes más confiables, 15.000 en el primer informe exagerado). En el 25 habla que Botnia contamina como si fuera una ciudad de 350.000 habitantes (falso), etc. etc.

Pero creo que para nuestro solaz en este blog, debo citar un pasaje que hizo las delicias de mi lectura (se me volcó un daiquiri cuando lo leí y una chica me preguntó por qué me reía histéricamente). Lo cito primero en francés y luego la traducción aproximada.

Pour vous faire comprendre leurs sentiments et leurs réactions, nous avions envisagé de vous faire sentir l’odeur que le sulfure d’hydrogène provoque dans la ville de Gualeguaychú et dans la station balnéaire de Ñandubaysal. Nous y avons renoncé pour ne pas troubler le bon déroulement de l’audience.

Para hacerles comprender sus sentimientos y reacciones (n.b. se refiere a los manifestantes en el puente) habíamos previsto hacerles sentir el olor que el sulfuro de hidrógeno provoca en la villa de Gualeguaychú y el balneario Ñandubaysal. Hemos renunciado a hacerlo para no perturbar el buen desarrollo de la audiencia.

Si, si, no leyeron mal. ¡La delegaciòn argentina pretendía hacerle oler a los jueces el olor a huevos podridos del ácido sulfhídrico! Menos mal que alguien los convenció de que no era una buena idea.





Y esto mis amigos, ha sido la tercera parte del primer día. Menos mal que Doña Cerrutti y compañía van proporcionando material para que yo pueda reírme en mi exilio caribeño. Que haría si no, en este ostracismo de arenas blancas, palmeras ondulantes, crepúsculos soñadores, aguas cristalinas de mil colores, nativos amables y risueños, noches tardías y festivas, bebidas inventivas a toda hora, temperaturas tropicales y bellas bañistas.

Es que los trabajólicos somos así :-)