No todo final es un objetivo. El final de una melodía no es su objetivo, y sin embargo si una melodía no ha alcanzado su final, tampoco ha alcanzado su objetivo.
F. Nietzsche, 1844-1900
¿Qué sentido tiene titular este artículo como la película de Osvaldo Soriano y encabezarlo con la cita de Nietzsche? Ninguno en particular, más que subrayar que éste es el último artículo por las tierras finesas, con una breve incursión por Estonia y Holanda. Gracias a Dios, ni triste ni solitario, sino con fé, esperanza y contento. Pero, bueno, final y, como dice Nietzsche, con un objetivo alcanzado.
El Kálevala si termina con Väinämöinen en el exilio.
Entonces el viejo Väinämöinen se sintió presa al mismo tiempo de una gran cólera y una gran vergüenza. Se alejó, vagando por la orilla del mar; y rompió a cantar por última vez. Y por virtud de su canto creó una barca, una linda barca de cobre.
Después se sentó al timón y puso proa a alta mar; y mientras hendía las olas, alzó la voz y dijo: "Pasarán los tiempos, nuevos días nacerán y volverán a morir. Y entonces nuevamente tendréis necesidad de mí; me aguardaréis, me llamaréis para que os conquiste un nuevo Sampo, para que os haga un nuevo kantele, para que os rescate la luna y el sol desaparecidos. ¡Para devolver al mundo su alegría desterrada!".
Y el viejo Väinämöinen se lanzó en su navío a través de las procelosas aguas hasta perderse en el lejano horizonte, entre los últimos pliegues del cielo. Allí se detuvo con su barca, y allí permanece.
Pero dejó su kantele, su instrumento melodioso, a Finlandia; dejó a su pueblo la eterna alegría, y las sublimes runas a los hijos de su raza.
Ese jueves nos levantamos con la satisfacción del deber casi completamente cumplido. Nos quedaba una de las visitas más importantes, en mi concepto, para hacer esa mañana. La de las oficinas de la Comisión de Protección del Ambiente Marino del Báltico, conocida como HELCOM. Pedí especialmente esta visita, porque uno de los argumentos frecuentemente usados por los ecólatras es que nos va a pasar lo mismo que al Báltico donde no pueden comerse ni los arenques ni los salmones (según ellos, claro). HELCOM es una institución muy especial, porque reúne a los 9 países con costas en el Báltico y está dedicada específicamente a estudiar los problemas que se plantean en relación con el ambiente marino, las causas de la contaminación y las formas de combatirla. Si entran en el website verán que hay una gran cantidad de información y noticias para quien se interese en este tema.
En la HELCOM nos recibió la Asistente Científica Minna Pyhälä, miembro del staff de la Secretaría de HELCOM que tiene asiento justamente en Helsinki. Minna tiene una particularidad especial, habla Español, porque su papá fue Embajador de Finlandia en Perú y ella lo aprendió allí, así que su conferencia nos la da en dicho idioma (un descanso para la traductora).
La HELCOM es lo que me gustaría que apuntáramos a tener en el Mercosur, para cubrir el control y monitoreo de la cuenca del Río de la Plata. Observen que la HELCOM es mucho más complicada que la CARU o el FREPLATA, ya que participan 9 países en lugar de 2 y uno de ellos bastante complicadillo, como es Rusia. La tarea que desarrolla la HELCOM tiene que ver con el monitoreo de la contaminación del Mar Báltico, un espejo de agua prácticamente cerrado, ya que su salida está limitada a los estrechos pasos entre Suecia, Dinamarca y las islas alemanas. En función del tratado de creación de este organismo, lo que hacen es monitorear todos los vertidos, lo que significa que su área de "catchment", o lo que sería el análogo a la cuenca, cubre el área que se marca en la figura a la izquierda.
Esta organización funciona en forma análoga a lo que conocemos de la CARU, realiza monitoreos, recomienda acciones legales y la adopción de nuevas políticas, determina cuales son los niveles aceptables de vertidos que puede realizar cada país, se ocupa de la eutroficación, de la navegación, de los vertidos de combustible, del tráfico de municiones n el Báltico, de la radioactividad, de la salud de la biota, de los problemas relacionados con la industria y la agricultura, y mil etcéteras más.
La organización comunica periódica y públicamente sus informes, en reportes como los que se ven debajo
y también en lo que le llaman "fact sheets", hojas de datos. Como ven de lo que linkeé arriba, dos de los aspectos que les importan son la presencia de dioxinas en el Báltico y la polución causada por los nutrientes, que llevan a la eutroficación. En realidad hay dos reportes sobre el tema dioxinas, uno de 2004 y otro de 2007. Quiero detenerme especialmente en estos informes, porque siempre mantengo que estas páginas deben servir no sólo para pelear contra los desinformadores sino para brindar información fidedigna y explicada, que pueda usarse como base para profundizar en el tema. Así que, lejos de burlarme del temor a las dioxinas, voy a usar estos informes para tratar de tranquilizar a quien le interese leerlos.
Si nos fijamos en el reporte 2004, uno de los estudios más recientes en Polonia muestra la importancia relativa de las distintas fuentes de emisión de dioxinas. En la gráfica que se muestra a la izquierda arriba, se ve que los procesos antropogénicos responsables por la liberación a la atmósfera de la mayor cantidad de dioxinas son no industriales (la combustión incontrolada y la incineración de basura). Recién en tercer lugar se encuentra la metalurgia y la industria del papel y la celulosa, o la industria química en general ni siquiera figuran (están en Misceláneas). Los procesos de liberación de dioxinas a la atmósfera hacen que finalmente estas terminen en el Báltico y como las dioxinas no son solubles terminan depositadas en los sedimentos. Afortunadamente es posible mostrar que el progreso de la industria (tanto las antiguas fábricas de pasta y papel que blanqueaban con cloro y/o no hacían tratamiento de efluentes, como las chimeneas sin filtros adecuados u operadas a bajas temperaturas) y el control progresivo sobre los fuegos libres y los incineradores a cielo abierto, han hecho que los sedimentos vayan progresivamente perdiendo concentración de dioxinas. Eso se muestra en la figura de arriba a la derecha, donde se grafica la concentración relativa de dioxinas en tres sedimentos del Golfo de Finlandia a través de los años. Es muy claro el pico entre los años 1960 y 1980 causado sin duda por los vertidos de las pasteras antiguas. Se ve también que aún hoy no se ha vuelto al nivel primigenio de esos sedimentos por lo cual los temores expresados por los ambientalistas sobre la acumulación de dioxinas en los sedimentos no son infundadas, sólo desactualizadas.
El contenido de dioxinas en los sedimentos cargados durante muchos años de vertidos, (como se ve en la figura de más arriba) se va liberando lentamente al agua, por efecto de los moluscos, y va siendo ingerido por los peces grasos, particularmente arenques y salmones. Así que, dependiendo de la región del Báltico y la edad de los peces (las dos gráficas a la izquierda), los arenques no deberían ser consumidos por los seres humanos. Que esto resulta en una concentración superior a la media en los seres humanos lo demuestra la gráfica de arriba a la derecha, donde vemos lo que sucedía en los finales de los '90 con los pescadores, que comen obviamente mucho pescado, comparado con la población en general.
Queda claro en esa gráfica que las dioxinas pasaban (y pasan) de los peces a los seres humanos, que ello depende de la cantidad consumida y del tiempo durante el que se consuma, que los pescadores tienen una concentración mayor y una más marcada progresión con la edad. Todos esos datos son malos y fundamentan la prevención de los ecologistas. Pero analicemos los datos un poco más en profundidad. Si uno mira la diferencia entre los promedios de los pescadores a los 45 años y a los 60 años lo que ve es que esa diferencia es mucho mayor para los segundos. Esto está correlacionado con el hecho de que esos pescadores cada vez consumen peces con menos dioxinas, porque (como lo muestra la gráfica de los sedimentos) las aguas cada vez están más limpias. Existe otra confirmación directa de esto que es fijarse en los huevos de los pájaros que se alimentan de peces, como el guillemot de la figura a la izquierda. Esos pájaros acumulan también dioxinas, que transfieren a los huevos, así que analizándolos es posible determinar como evoluciona la concentración de las mismas en los peces. eso se muestra en la gráfica a la derecha, de donde se concluye que entre 1970 y 2000 ha habido una disminución del 70% en el contenido de dioxinas, reflejo del mejoramiento de la condición general del mar Báltico.
Dijimos ya que hoy en día la mayor contaminación proviene de la atmósfera. Es posible mapear los componentes y separar, por ejemplo, lo que proviene del transporte (si, también generan) o de las plantas de producción de energía y de las industrias. Eso permite establecer obligaciones regionales de disminución de contaminantes. El mismo monitoreo se efectúa también, por ejemplo, sobre óxidos de nitrógeno, amoníaco y metales pesados, como se ve en la tabla de la derecha.
El segundo caso interesante es el de la eutroficación, un fenómeno que sufrimos también en partes del Río Uruguay. Debido a sus características (la muy estrecha y playa salida a los océanos) el agua en el Báltico puede permanecer hasta 30 años sin renovarse. Por año, le entran al Báltico 1 millón de toneladas de Nitrógeno (N) y unas 35.000 toneladas de Fósforo (P). Esos nutrientes entran por aire (25% del N, 1-3% del P) y por aggua (75% del N, la mayor parte del P) y en un 60% del total se debe a la agricultura y a los bosques manejados. Eso se ve en los diagramas adjuntos que muestran arriba y a la derecha de estas líneas.
En ellos se ve que el mayor contribuyente neto de nutrientes es Polonia, a través de los vertidos que hace a los cursos de agua, lo que es congruente con ser el país más grande de base agrícola e industrialmente más atrasado de la cuenca considerada. Estas posiciones corresponden a la situación de Entre Ríos y Uruguay sobre el río Uruguay. No es menor señalar que las contribuciones naturales son mayores en ambos casos que las que provienen de vertidos industriales o de aguas servidas, incluyendo los óxidos de nitrógeno producidos por las industrias.
La comparación global muestra un panorama de la contribución de los distintos países por fuente de emisión y en la publicación original hay más información. Eso ha permitido consensuar unas ciertas normas para reducir los vertidos, optimizando el trabajo fundamentalmente en el sector agrícola, cosa que también hace la HELCOM proporcionando asesoramiento. En la transparencia a la derecha lo que se ve son las reducciones acordadas por país, donde obviamente la mayor reducción acordada, en valores absolutos, corresponde a Polonia. No se ha iniciado una guerra por ello, sino que se lo toma como una oportunidad de progresar, mientras haya tecnología, asesoramiento y fondos dedicados al emprendimiento.
Se ve entonces por qué digo que esto es lo que yo quisiera para la región. Una organización que junte las hoy dispersas CARU, FREPLATA, incluso ONGs ambientalistas, la Comisión del Acuífero Guaraní, etc, para Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, quienes comparten no sólo el acuífero sino también la cuenca de los tres grandes ríos involucrados (de la Plata, Paraná y Uruguay). Tal vez lo vea antes de morirme, seguiré abogando por ello.
Bueno, después de esta inmersión fenomenal en datos y gráficas, salimos para la visita al bosque que se estaba cosechando, del cual ya les hablé antes y luego volvimos hacia Helsinki. La tarde la dedicamos a conocer un poco de la ciudad (poco) y en la noche cenamos en un restaurant vasco y por casualidad encontramos una banda afro americana tocando soul, con unas vocalistas de las de antología. Y al otro día salimos de recorrida lúdica.
Pero de Estonia y Holanda les cuento en la segunda parte de este artículo, mañana espero.
En la HELCOM nos recibió la Asistente Científica Minna Pyhälä, miembro del staff de la Secretaría de HELCOM que tiene asiento justamente en Helsinki. Minna tiene una particularidad especial, habla Español, porque su papá fue Embajador de Finlandia en Perú y ella lo aprendió allí, así que su conferencia nos la da en dicho idioma (un descanso para la traductora).
La HELCOM es lo que me gustaría que apuntáramos a tener en el Mercosur, para cubrir el control y monitoreo de la cuenca del Río de la Plata. Observen que la HELCOM es mucho más complicada que la CARU o el FREPLATA, ya que participan 9 países en lugar de 2 y uno de ellos bastante complicadillo, como es Rusia. La tarea que desarrolla la HELCOM tiene que ver con el monitoreo de la contaminación del Mar Báltico, un espejo de agua prácticamente cerrado, ya que su salida está limitada a los estrechos pasos entre Suecia, Dinamarca y las islas alemanas. En función del tratado de creación de este organismo, lo que hacen es monitorear todos los vertidos, lo que significa que su área de "catchment", o lo que sería el análogo a la cuenca, cubre el área que se marca en la figura a la izquierda.
Esta organización funciona en forma análoga a lo que conocemos de la CARU, realiza monitoreos, recomienda acciones legales y la adopción de nuevas políticas, determina cuales son los niveles aceptables de vertidos que puede realizar cada país, se ocupa de la eutroficación, de la navegación, de los vertidos de combustible, del tráfico de municiones n el Báltico, de la radioactividad, de la salud de la biota, de los problemas relacionados con la industria y la agricultura, y mil etcéteras más.
La organización comunica periódica y públicamente sus informes, en reportes como los que se ven debajo
y también en lo que le llaman "fact sheets", hojas de datos. Como ven de lo que linkeé arriba, dos de los aspectos que les importan son la presencia de dioxinas en el Báltico y la polución causada por los nutrientes, que llevan a la eutroficación. En realidad hay dos reportes sobre el tema dioxinas, uno de 2004 y otro de 2007. Quiero detenerme especialmente en estos informes, porque siempre mantengo que estas páginas deben servir no sólo para pelear contra los desinformadores sino para brindar información fidedigna y explicada, que pueda usarse como base para profundizar en el tema. Así que, lejos de burlarme del temor a las dioxinas, voy a usar estos informes para tratar de tranquilizar a quien le interese leerlos.
Si nos fijamos en el reporte 2004, uno de los estudios más recientes en Polonia muestra la importancia relativa de las distintas fuentes de emisión de dioxinas. En la gráfica que se muestra a la izquierda arriba, se ve que los procesos antropogénicos responsables por la liberación a la atmósfera de la mayor cantidad de dioxinas son no industriales (la combustión incontrolada y la incineración de basura). Recién en tercer lugar se encuentra la metalurgia y la industria del papel y la celulosa, o la industria química en general ni siquiera figuran (están en Misceláneas). Los procesos de liberación de dioxinas a la atmósfera hacen que finalmente estas terminen en el Báltico y como las dioxinas no son solubles terminan depositadas en los sedimentos. Afortunadamente es posible mostrar que el progreso de la industria (tanto las antiguas fábricas de pasta y papel que blanqueaban con cloro y/o no hacían tratamiento de efluentes, como las chimeneas sin filtros adecuados u operadas a bajas temperaturas) y el control progresivo sobre los fuegos libres y los incineradores a cielo abierto, han hecho que los sedimentos vayan progresivamente perdiendo concentración de dioxinas. Eso se muestra en la figura de arriba a la derecha, donde se grafica la concentración relativa de dioxinas en tres sedimentos del Golfo de Finlandia a través de los años. Es muy claro el pico entre los años 1960 y 1980 causado sin duda por los vertidos de las pasteras antiguas. Se ve también que aún hoy no se ha vuelto al nivel primigenio de esos sedimentos por lo cual los temores expresados por los ambientalistas sobre la acumulación de dioxinas en los sedimentos no son infundadas, sólo desactualizadas.
El contenido de dioxinas en los sedimentos cargados durante muchos años de vertidos, (como se ve en la figura de más arriba) se va liberando lentamente al agua, por efecto de los moluscos, y va siendo ingerido por los peces grasos, particularmente arenques y salmones. Así que, dependiendo de la región del Báltico y la edad de los peces (las dos gráficas a la izquierda), los arenques no deberían ser consumidos por los seres humanos. Que esto resulta en una concentración superior a la media en los seres humanos lo demuestra la gráfica de arriba a la derecha, donde vemos lo que sucedía en los finales de los '90 con los pescadores, que comen obviamente mucho pescado, comparado con la población en general.
Queda claro en esa gráfica que las dioxinas pasaban (y pasan) de los peces a los seres humanos, que ello depende de la cantidad consumida y del tiempo durante el que se consuma, que los pescadores tienen una concentración mayor y una más marcada progresión con la edad. Todos esos datos son malos y fundamentan la prevención de los ecologistas. Pero analicemos los datos un poco más en profundidad. Si uno mira la diferencia entre los promedios de los pescadores a los 45 años y a los 60 años lo que ve es que esa diferencia es mucho mayor para los segundos. Esto está correlacionado con el hecho de que esos pescadores cada vez consumen peces con menos dioxinas, porque (como lo muestra la gráfica de los sedimentos) las aguas cada vez están más limpias. Existe otra confirmación directa de esto que es fijarse en los huevos de los pájaros que se alimentan de peces, como el guillemot de la figura a la izquierda. Esos pájaros acumulan también dioxinas, que transfieren a los huevos, así que analizándolos es posible determinar como evoluciona la concentración de las mismas en los peces. eso se muestra en la gráfica a la derecha, de donde se concluye que entre 1970 y 2000 ha habido una disminución del 70% en el contenido de dioxinas, reflejo del mejoramiento de la condición general del mar Báltico.
Dijimos ya que hoy en día la mayor contaminación proviene de la atmósfera. Es posible mapear los componentes y separar, por ejemplo, lo que proviene del transporte (si, también generan) o de las plantas de producción de energía y de las industrias. Eso permite establecer obligaciones regionales de disminución de contaminantes. El mismo monitoreo se efectúa también, por ejemplo, sobre óxidos de nitrógeno, amoníaco y metales pesados, como se ve en la tabla de la derecha.
El segundo caso interesante es el de la eutroficación, un fenómeno que sufrimos también en partes del Río Uruguay. Debido a sus características (la muy estrecha y playa salida a los océanos) el agua en el Báltico puede permanecer hasta 30 años sin renovarse. Por año, le entran al Báltico 1 millón de toneladas de Nitrógeno (N) y unas 35.000 toneladas de Fósforo (P). Esos nutrientes entran por aire (25% del N, 1-3% del P) y por aggua (75% del N, la mayor parte del P) y en un 60% del total se debe a la agricultura y a los bosques manejados. Eso se ve en los diagramas adjuntos que muestran arriba y a la derecha de estas líneas.
En ellos se ve que el mayor contribuyente neto de nutrientes es Polonia, a través de los vertidos que hace a los cursos de agua, lo que es congruente con ser el país más grande de base agrícola e industrialmente más atrasado de la cuenca considerada. Estas posiciones corresponden a la situación de Entre Ríos y Uruguay sobre el río Uruguay. No es menor señalar que las contribuciones naturales son mayores en ambos casos que las que provienen de vertidos industriales o de aguas servidas, incluyendo los óxidos de nitrógeno producidos por las industrias.
La comparación global muestra un panorama de la contribución de los distintos países por fuente de emisión y en la publicación original hay más información. Eso ha permitido consensuar unas ciertas normas para reducir los vertidos, optimizando el trabajo fundamentalmente en el sector agrícola, cosa que también hace la HELCOM proporcionando asesoramiento. En la transparencia a la derecha lo que se ve son las reducciones acordadas por país, donde obviamente la mayor reducción acordada, en valores absolutos, corresponde a Polonia. No se ha iniciado una guerra por ello, sino que se lo toma como una oportunidad de progresar, mientras haya tecnología, asesoramiento y fondos dedicados al emprendimiento.
Se ve entonces por qué digo que esto es lo que yo quisiera para la región. Una organización que junte las hoy dispersas CARU, FREPLATA, incluso ONGs ambientalistas, la Comisión del Acuífero Guaraní, etc, para Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, quienes comparten no sólo el acuífero sino también la cuenca de los tres grandes ríos involucrados (de la Plata, Paraná y Uruguay). Tal vez lo vea antes de morirme, seguiré abogando por ello.
Bueno, después de esta inmersión fenomenal en datos y gráficas, salimos para la visita al bosque que se estaba cosechando, del cual ya les hablé antes y luego volvimos hacia Helsinki. La tarde la dedicamos a conocer un poco de la ciudad (poco) y en la noche cenamos en un restaurant vasco y por casualidad encontramos una banda afro americana tocando soul, con unas vocalistas de las de antología. Y al otro día salimos de recorrida lúdica.
Pero de Estonia y Holanda les cuento en la segunda parte de este artículo, mañana espero.