sábado, 21 de marzo de 2009

Este no es el final...

 
"Este no es el final. No es siquiera el principio del final. Pero es quizá el final del principio"

La cita corresponde a Winston Churchill, Primer Ministro de Gran Bretaña durante los días difíciles de la Segunda Guerra Mundial en el siglo pasado. Y con esa frase simbolizaba algo que nos sirve ahora para rematar una obra.

El 22 de Marzo es el día internacional del agua, y la gente lo ha encarado de distintas maneras. Nuestros mediáticos ecólatras con síndrome de ciudad sitiada, lo festejarán con nadadores frente a Botnia, mostrándoles que no le tienen miedo (y, de paso, que tampoco tienen mucho miedo a contaminarse en esas agua que, según ellos, son tan insalubres por el monstruo finoyorugua que yergue su desafiante chimenea unos kilómetos al noreste). Los pobres andan de capa caída, porque su corte se ha visto opacado por los que hacen los ruralistas, pero igual siguen al firme contando como trofeo cada vez que evitan que un automovilista pueda cruzar (gracias a Gendarmería, por supuesto, Sira dixit).

Otras personas más razonables celebran que hayamos podido transcurrir todo este tiempo (ya 16 meses y medio) sin que se hayan producido los desastres, catástrofes, y demás infaustos sucesos predichos por los anteriormente mencionados. Para celebrarlo incluso editan reportes que no sólo sirven para informarnos, sino que le dan material a inefables exponentes del pensamiento acagüense para calcular los miles de toneladas de cosas que la maléfica empresa ha tirado al rístino, impoluto y virginal --es un decir-- río Uruguay y aledaña o circundante atmósfera (hoy me desperté adjetivante o adjetivizador). Nosotros, pobrecitos habladores --dijera Larra-- en tren de narradores interpretativos, podemos tomar esos datos y redondear un primer año de actividad de la pastera en términos numéricos.

Acaba de publicarse en el sitio Web de la IFC la Fase 3 del proceso de monitoreo del desempeño ambiental de Botnia. Lo pueden bajar desde aquí. Aunque mi tocayo Wilde decía que sólo los locos festejan sus cumpleaños, es lindo tener un informe redondito de un año de operación completo. Como en el caso anterior de los seis meses de operaciòn, este informe se dividide en el análisis de los datos de emisión al agua y a la atmósfera, observando la calidad de las emisiones y el efecto en el ambiente. Hagamos un rápido repaso de los principales items en este informe.

En primer lugar un tema que salió hace tiempo de las declaraciones mediáticas, el ritmo de producción. En la Tabla a la derecha se ve el promedio de producción diario en cada mes (dado en toneladas de celulosa seca y en % respecto al valor de referencia de 2.857 ADt/d). El promedio anual es del 90% de su capacidad operativa, lo que resulta obvio de la gráfica de celulosa total producida que se adjunta a la izquierda. En la gráfica se puede apreciar claramente los "escalones", días durante los cuales la producción no crece porque la fábrica estuvo detenida por distintas causas. El escalón más notable pertenece, por supuesto, a la detenciòn de una semana en el mes de Noviembre. El producido anual fue de unas 935.000 toneladas de celulosa, respecto a la referencia de 1.000.000 de toneladas anuales. Es decir que la fábrica funcionó en 2008 con un 93.5% de efectividad, aunque en algunos meses (desde Julio en adelante) produjo al 100% o por encima de ello. Por lo tanto:

Primera Conclusión
La planta está operando a su nivel nominal o muy cerca de ello, y operó durante todo el 2008 por lo menos a más el 70% de su capacidad nominal.

En segundo lugar veamos el tema de la calidad del efluente líquido. Estos son los datos de emisión a boca de caño, no el efecto en el ambiente, donde el efluente será diluído por la gran masa de agua del río. Esto último lo consideraremos después. Si se mira la gráfica de emisión de efluentes que está a la izquierda, se ve cómo el proceso ha ido efectivamente mejorando hasta convertirse prácticamente en invariable (excepto, obviamente, por los ceros que corresponden a las paradas de la operación). En el informe de los primeros 6 meses de operaciòn se consignaba que el vertido promedio había sido de 0.83 m3/s contra un valor predicho en el CIS de 0,83 m3/s. Al haber descendido la emisión, lo que se aprecia claramente en la gráfica, el promedio anual es precisamente lo predicho, 0,83 m3/s. Si en lugar de considerárselo por unidad de tiempo (s) se lo considera por unidad de producción (ADt), la gráfica que se obtiene es la que se muestra a la derecha, que incluye todo el período de operaciòn de la planta desde Nov. 2007 hasta Dic. 2008. Claramente se observa que se está convergiendo al objetivo de diseño que es un vertido de 25 m3/ADt, la mitad del sugerido en las BAT (por lo que puede inferirse que éste será el nuevo valor que en algún momento recogerán dichos valores guía). Es decir, no sólo se está cumpliendo con creces, también se está marcando camino.

Una de las cosas en las que pocas veces se reflexiona es en el significado de ADt. Eso quiere decir toneladas de celulosa secada al aire. Lo que esto implica es claro: se extrae agua de la celulosa para fabricar las planchas que se exportan, porque no es rentable pagar flete por el agua. En la literatura científica puede verse que el secado al aire hace que la relación superficie/volumen, que se correlaciona con la cantidad de agua absorbida, decrezca tres veces al secar a 25 grados centígrados (AD). El contenido de agua de esta celulosa es de alrededor del 2%, como puede verse en experimentos de determinación del calor de hidratación. La madera estacionada contiene alrededor de un 15% de agua (si la madera no está estacionada el contenido puede ser mucho mayor) y, a su vez, el contenido de celulosa en, por ejemplo, el Eucalyptus globullus Labill está en el entorno del 50%. Calculemos entonces la cantidad de agua tomada y devuelta al río para procesar 1 tonelada de madera. Si asumimos un 15% de agua, quiere decir que 1 ton de madera proporciona 500 kilos de celulosa y 150 kilos de agua. En los 500 kilos de celulosa secada al aire al 2% hay unos 10 kilos de agua. Por lo tanto, la diferencia, 140 kilos de agua, va a parar al río y a la atmósfera. En este análisis no necesito calcular lo que tomo del río, porque ya está implícito en ese balance. Pero es obvio entonces que el proceso de la madera para obtener pulpa es justamente restituir no sólo toda el agua que se quitó del río, sino la mayoría de la que se tragaron los eucaliptus para crecer (el 94% aproximadamente). Así que

Segunda Conclusión
La planta está emitiendo efluentes al ritmo predicho en el diseño. Considerada aisladamente, la planta no CONSUME agua del río, sino que a través de lo que devuelve mediante los efluentes (84%) y lo que emite a la atmósfera como vapor de agua, termina ENTREGANDO agua al río. Considerando el proceso de la plantación de madera y producción de celulosa, un 94% del agua tomada del ambiente vuelve a él. Es decir, todo el proceso consume únicamente un 6% de agua.

Tenemos ahora dos tipos de parámetros a considerar. Los llamados parámetros convencionales, tales como la temperatura, el color o la conductividad y por otro lado los parámetros específicos que tienen que ver con los vertidos de una planta de celulosa (COD, BOD, AOX, nutrientes, etc). Dos parámetros que pertenecen al primer tipo son la temperatura y el pH (la acidez o alcalinidad del agua). Ambos parámetros tienen permisos específicos de la Dinama y su evolución se muestra en la figura a la izquierda.

Es interesante mirar el gráfico de la temperatura y ver algunas cosas. Por un lado se ve que hay una variaciòn anual en la temperatura del efluente vertido, que está en consonancia con las variaciones estacionales. Es próximo al límite en verano cuando hace más calor y está cómodamente por debajo cuando hace frío. Obviamente esto tiene que ver con el hecho de que el tratamiento de los efluentes, una vez que se ha disminuido la temperatura para que las bacterias puedan trabajar cómodamente, sucede a cielo abierto, lo que lleva a una equalizaciòn de temperaturas. Se observa incluso que en un par de días (Feb. 2008) la temperatura estuvo a 31 grados, un grado por encima del permiso otorgado. Esto está relacionado con las variaciones de temperatura del río Uruguay, que se observan en la gráfica de la derecha. Se observan muy fácilmente allí las variaciones de temperatura del agua del río, desde un mínimo de unos 11 grados en Agosto de 2007 hasta unos 33 grados en Febrero de 2006. Estas consideraciones muestran que el límite de 30 grados impuesto por la Dinama para el efluente es serio y compatible totalmente con las características naturales del río.

Veamos entonces los parámetros específicos que medirían la posible contaminaciòn del agua si la hubiera. Lo mejor es primero poner una tabla resumen con los valores promedio de los parámetros controlados por el permiso. Están en la siguiente tabla.


Se ve en las relaciones porcentuales que en todos los casos los valores se encuentran por debajo, y en muchos casos muy por debajo, de los límites del permiso de operaciòn de la Dinama. En dos casos, el caudal de efluente y la emisión de fósforo, los valores están aún por encima de lo previsto en el CIS como valores a largo plazo pero hacia ahí tienden.

Dos temas que hemos tratado sólo lateralmente antes son los de la posible contaminaciòn biológica y la contaminación física. El primer caso se divide en dos, por un lado la contaminación con bacterias (no olvidemos que, después de todo, lo que tenemos es un hermoso caldo de cultivo para todo tipo de bacterias) en particular coliformes fecales --los que se encuentran en las aguas servidas-- y por otro lado la toxicidad del efluente hacia especies biológicas empleadas como método de medida. En la figura a la izquierda se muestran los valores medidos de las concentraciones de coliformes fecales vs el límite impuesto por la Dinama en el límite de operaciòn, mientras que en la tabla de la derecha se muestran los resultados de los tests biológicos. Es claro en ambos elementos informativos que no hay contaminaciòn biológica producida por la pastera.

Desde el punto de vista de la posible contaminación física, ya vimos uno de los factores, que es la temperatura. Otro es la cantidad total de sólidos suspendidos que, de acuerdo al permiso, pueden expresarse como una concentración medida en el efluente o como la carga total emitida por día. Ambas gráficas se muestran debajo









Sólo en una medición de valores puntuales se obtuvo una concentración superior al límite, mientras que todos los promedios quedan claramente por debajo y mejorando.

La presencia de materia orgánica en el efluente se mide también mediante el parámetro llamado COD, que refleja la cantidad de oxígeno necesario para realizar una oxidaciòn total. Asociado a este parámetro tenemos el BOD, que mide el consumo de oxígeno realizado por las bacterias aerobias al oxidar las sustancias orgánicas disueltas. Ambos parámetros están acotados y su evoluciòn mes a mes se ve en las siguientes gráficas.

















De nuevo se observan valores sumamente bajos, en ningún caso capaces de dejar al río sin oxígeno como se proclamó en algunas de esas humoradas periodísticas a que nos tienen acostumbrados los diarios gualeguaychuenses. En realidad el ataque vino por el lado de los nutrientes, manteniendo que era Botnia, con la inmensa cantidad de nutrientes que liberaba, la que era culpable de esa mancha blanquecina --hoy olvidada-- y la falta de oxígeno en el río. Resulta que los nutrientes se controlan, y los valores de nitrógeno amoniacal y total y de fósforo total pueden observarse en las siguientes gráficas


















Por supuesto que lo mismo se observa respecto a los compuestos orgánicos halogenados absorbibles (AOX) incluyendo a los fenoles, que se determinan por separado porque, entre otras cosas, son precursores de las dioxinas. Las gráficas con los respectivos límites marcados en rojo se dan debajo
















Por lo tanto, podemos decir que

Tercera Conclusión
La planta está emitiendo efluentes que cumplen con creces con todos los límites de emisiòn que el gobierno uruguayo les ha impuesto en el permiso de operaciòn. Aún con ser límites que en su momento eran de los más estrictos disponibles y formar parte de las BAT, la operaciòn de la planta ha demostrado que es posible obtener valores sustancialemente mejores en forma sistemática, lo que indudablemente llevará a la reormulaciòn de las BAT europeas.

Uno puede preguntarse si estas emisiones, consistentemente muy por debajo de los límites de emisiòn permitidos que, a su vez, son algunos de los más estrictos existentes, pueden realmente alterar en forma sustancial la salud del río. Para ello nada mejor que observar la serie histórica de determinaciones de concentración de nutrientes en el río y la de demanda biológica de oxígeno, que son en definitiva las que nos dan una idea clara de si efectivamente la planta tiene alguna responsabilidad en fenómenos como el de las floraciones algales que ya vimos en su momento. Las tres gráficas se muestran a continuación.





La conclusión de que la planta no ha aectado de ninguna manera la salud del río Uruguay es inmediata de estas gráficas, donde se ve también claramente que el tema del tenor de fósforo no es responsabilidad de Botnia, sino que sus causas hay que buscarlas en otra parte.

Todo esto nos lleva a las conclusiones finales del estudio de Ecometrix:

Cuarta Conclusión
La calidad de agua del río Uruguay es considerada alta ya que las concentraciones de los parámetros indicadores está bien por debajo de los más restrictivos de los estándares aplicables, ya sean uruguayos o de la CARU. La comparaciòn de los datos de monitoreo anteriores y posteriores al comisionamiento de la planta (serie temporal) muestra que la calidad de agua del río Uruguay no ha cambiado como resultado de la operaciòn de la planta. La calidad de agua entre la planta y Fray Bentos es comparable a la calidad aguas arriba (serie geográfica) indicando que la planta no ha afectado la calidad del río. Los estudios previos (CIS) habían concluido que la calidad del agua del río Uruguay iba a continuar cumpliendo con los estándares de calidad para aguas superficiales de la DINAMA y CARU (con excepciòn del fósforo total debido a que la línea de base excede largamente su límite guía debido a causas naturales y antropogénicas a lo largo de toda la cuenca) y que los efluentes de la pastera no iban a alterar esa calidad preexistente. Los estudios luego de más de un año de operaciòn efectiva de la planta muestran justamente eso mismo.

martes, 10 de marzo de 2009

Se va, se va la lancha...

 
Quizá Uds. recuerden un corrido de un autor llamado Camilo García, que decía

Un día hacia la mar una lancha partió
y a su paso llevó un nido de ilusión
y en la playa quedo, triste y confiada,
la mujercita que dulcemente cantó:

Se va, se va la lancha, se va con el pescador,
y en esa lancha que cruza el mar se va también mi amor.

Quién sabe hasta cuando la lancha noo volverá
y yo me quedo cantando así: se va, se va, se va.

La lancha se alejó perdida en su raudal,
pues desafió a la mar con todo su bravor
y en la playa quedó, triste y confiada,

Se va, se va, se va…


Dado la celebridad que ha tomado la lancha de tráfico de Botnia, me gustó ese título para empezar este nuevo artículo. Uds. pensarán que yo les voy a escribir sobre la lancha, pero en realidad no vale la pena. Ya Yosemir en un comentario del artículo anterior publicó Botnia rechaza haber ocultado hundimiento y quizá hayan leido que la Armada uruguaya descartó totalmente la versiòn como infundada. Los hechos son más simples. Hubo una hermosa tormenta en Enero, creciò el río, la lancha se llenó de agua (como dice el comunicado de Botnia) y los hechos, en su versiòn "anti-empresa" fueron publicados por Crónica de Mercedes, de donde tomo la siguiente versiòn que me alcanzara el ICI (gracias Jorge).

Diario CRONICAS - Mercedes - URUGUAY - 22 enero 2009
El Puerto no Tiene más Guardia de Prefectura y en la Planta no Hay Servicio de Bomberos
Investigan Hundimiento de Lancha de Tráfico de Botnia
Las autoridades de Prefectura del Puerto de Fray Benlos vienen investigadas tas circunstancias en que se hundió una lancha de tráfico que estaba amarrada
en el puerto de Botnia.
El hecho quedó al descubierto en tas últimas horas cuando autoridades navales en un patrullaje por la zona se percataron del hecho.
Al parecer el hundimiento se habría producido entre el domingo o lunes pasado, pero como el puerto de Botnia que tiene una gran operatividad carece de servicio de Prefectura no se puede establecer cuando ocurrió el acccidente
La Lancha de u
nos 10 metros de largo era utilizada normalmente para atender las barreras de contención de hidrocarburos.
Ayer las autondades de Prefectura trabajaban para poder establecer si la lanc
ha se hundió cuando subió la marea o fue por problemas en su casco.
En las últimas horas la misma se reflotó siendo necesario para ello contar con el servicio de una grúa. Desde hace vanos meses Botnia prescindió del servicio de Prefectura, como asi también, desde el 31 de diciembre del pasado año prescindió de la guardia que diariamente se tenia de Bomberos.
La Fraybentina publicaba el 23 de Enero una entrevista a Matías Martínez, encargado de comunicaciones de Botnia, que informó ya públicamente en aquel momento sobre lo que había sucedido. Pueden ver la entrevista escaneada aquí. Así que de ocultamiento nada, y mucho menos un transatlántico cargado de productos químicos.

Consecuentemente, ¿por qué lo de que se va la lancha? Bueno, porque parece que el monitoreo del aire sigue sin dar nada notable en cuanto a contaminaciòn ambiental. La abnegada gente de Green Cross sigue trabajando denodadamente en monitorear el aire en las inmediaciones de Gualeguaychú, en un servicio que no ha sido justipreciado por los integrantes de la ACAG (lo que no es de sorprenderse, dado que no dicen lo que ellos quieren escuchar). Lo valioso de tener a Green Cross midiendo es que son una organizaciòn completamente independiente de las partes en pugna, están respaldados por científicos serios (los reportes van firmados por el Dr. Nicolás A. Mazzeo un reputado científico argentino experto en polución atmosférica) y emplean instrumentos de última generación (sensor muestreador-analizador marca Thermo, modelo 450i), todas razones que permiten tener confianza en los datos obtenidos, datos que ya hemos comentado en otras oportunidades.

Como una primicia absoluta de este blog (ya que aún no han levantado este informe en su propio sitio Web) puedo comentarles lo que se ha obtenido en las mediciones realizadas en el período 1/11/08 a 31/1/09 de SO2 y H2S en la Estancia La Victoria (hasta principios de Diciembre) y Arroyo Verde (desde mediados de Diciembre hasta finales de Enero). En función de estas dos localizaciones diferentes, el informe está dividido en dos secciones. Veámoslas por separado.

Arriba a la derecha se muestra el gráfico de los valores armonizados de azufre total, azufre reducido (expresado como H2S) y SO2 (recordemos que éste último gas es el precursor de la lluvia ácida). En el informe se dan los valores promedios de SO2 en 3 horas (0,156 ppb) y en 24 horas (0,155 ppb) y los valores máximos para el promedio en 3 horas (0,333 ppb) y en 24 horas (0,217 ppb). La razón para hacerlo de esa forma (en 3 y 24 horas) es que de dicha manera están establecidos los límites nacionales e internacionales de tolerancia (lo que se llaman valores guía). Green Cross nos ahorra el trabajo de buscarlos, ya lo hemos visto al considerar los otros informes, y por comodidad reproduzco la tabla a la izquierda. Como se ve allí, para períodos de 3 horas los límites de la CABA, la Provincia de Buenos Aires y la USEPA son los mismos, 500 ppb. Compárese entonces, registrado = 0,16 ppb, máximo = 0,33 ppb, valor guía 500 ppb. Para períodos de 24 horas, el límite más laxo es el de los mismos tres mencionados antes, luego viene la UE, luego la provincia de Entre Ríos y el más estricto de todos los límites es el de la OMS. Comparemos de nuevo, registrado = 0,16 ppb, máximo = 0,22 ppb, valor guía = 8 ppb. En otras palabras, mías, no las de Green Cross, no hay contaminación por SO2 en los alrededores de la estaciòn de medida. De hecho, se puede representar la rosa de distribución de SO2 (Green Cross la llama rosa de contaminaciòn, concepto con el que no concuerdo) que se ve a la derecha. Lo que yo leo ahí es que no hay una distribución preferencial hacia una determinada direcciòn, lo que indica que estamos midiendo la distribuciòn de fondo, el background de SO2 que está presente en la región.

Lo mismo que para este período puede hacerse para el período desde mediados de Diciembre hasta fines de Enero, cuyos datos se presentan a la izquierda. Los valores son totalmente similares, y los promedios en este caso son 0,12 ppb (máximo 0,3 ppb) para períodos de tres horas y 0,12 ppb (máximo 0,17 ppb) para períodos de 24 horas. Comparando nuevamente con los valores más estrictos internacionales (500 ppb y 8 ppb) vemos que estos valores medidos son totalmente despreciables. La rosa de distribución muestra algo similar en este caso.

El análisis de la concentración de TRS expresado como H2S nos permite también examinar otro aspecto interesante que tiene que ver con el episodio de olor registrado en Gualeguaychú el 26 de Enero. El promedio en 24 horas de la concentraciòn de TRS (expresado como H2S) da 1,058 ppb con un valor máximo de 1,288 ppb. El valor guía de calidad de aire de la OMS es 108 ppb, por lo que el valor de TRS se mantuvo en el 1% del límite que la OMS considera como la divisoria entre contaminación y no contaminaciòn. Así que sin duda no hubo contaminaciòn.

Ahora bien, los datos en crudo para el 26 de Enero no muestran ningún efecto de presencia extraordinaria de TRS y, sin embargo, sabemos que sí se lo experimentó en Ñandubayzal y Gualeguaychú. Esto significa solamente que el fenómeno de olor fue claramente localizado y direccionado, desafortunadamente afectando a la ciudad durante un período menor. Si realmente hubiera habido un efecto duradero (es decir, varias horas de olor en Gualeguaychú) los TRS hubieran difundido y hubieran sido detectados en la estaciòn de medida, cosa que no sucedió. Esto no es una minimizaciòn del incidente, es sólo tratar de entender y delimitar mejor lo que sucedió. Aunque en el momento se predijeron toda una colecciòn de calamidades (los turistas abandonan en masa Gualeguaychú, la gente huye despavorida de la playa) los mismos medios de prensa, olvidados de la alharaca que hicieron en ese momento, siguieron diciendo luego que las playas estaban llenas y que no hubo mejor verano que éste en Gualeguaychú y aledaños. Usualmente el tiempo permite apreciar con mejor perspectiva los acontecimientos.

Dejemos finalmente hablar entonces al informe de Green Cross (que, naturalmente, será duramente descalificado mañana por los asambleistas, Frizler, Pouler y Veronesi a la cabeza). Para ambos períodos considerados las conclusiones formuladas son idénticas:



Por lo que podemos congratularnos que, pese al molesto episodio de olor de unas horas el 26 de Enero en Gualeguaychú,que no minimizo, no hay contaminaciòn atmosférica (producida por compuestos de azufre, que es lo que se ha medido y de lo que estamos hablando, no podemos con estos datos discutir otras cosas). No hay razón para temer que exista ninguna afectaciòn a la salud, ya que los valores detectados para estas sustancias químicas están muy por debajo de los límites más estrictos recomendados por la Organizaciòn Mundial de la Salud.

Otra indicación más de que los gualeguaychuenses siguen disfrutando de un ambiente tan incontaminado (o tan contaminado) como ya lo tenían.

Eso si, compadezco a la estoica gente de Green Cross que tendrán que aguantarse otra nueva andanada de insultos y descalificaciones.

domingo, 8 de marzo de 2009

Dioxinas, el enemigo ÍNTImo

 
En un artículo anterior, Dioxinas 101, les hablaba de los datos obtenidos por el LATU sobre las dioxinas en el sedimento del río Uruguay. Como cierre de ese artículo les decía:

¿Cómo se comparan estos datos con los obtenidos por el INTI? ¿Qué significan estos niveles de dioxinas en los sedimentos? Son temas que desarrollaré in extenso en el próximo artículo, pero las respuestas cortas son que sí, los datos del INTI y del LATU son compatibles y que ambos abonan la idea de que los sedimentos del río Uruguay están perfectamente limpios, desde el punto de vista de la concentración de dioxinas.

Desde que escribí eso, y nos desviamos un poco por otros derroteros, pasó mucha agua bajo el puente (valga la reflexiòn alusiva). En particular, el INTI en su sitio Web aclaró que a partir del 10 de Febrero no publicaría más los datos obtenidos en sus mediciones, sino que se los entregaría a la Secretaría de Ambiente, que los publicaría cuando lo considerara conveniente.

Por acuerdo con Cancillería y la Secretaría de Ambiente de la Nación, el INTI sumará sus evaluaciones a las generadas por el segundo organismo mencionado y por lo tanto, a partir del 10.2.09 los datos que obtenga serán entregados allí. La Secretaría definirá la oportunidad y el modo de su difusión.

Es más, si Uds. entran ahora en la página principal del sitio del INTI, tendrán un poco de dificultades para encontrar lo de Botnia (vayan a Iniciativas INTI -> Ambiente -> Monitoreo del Río Uruguay y allí está). Un poco frustrado por ello, esperaba aún que en la reunión anunciada entre la ACAG y las autoridades del Gobierno Federal argentino se pusieran a disposición esos y otros datos y se les dieran publicidad. Como sabemos ahora, la reuniòn transcurrió sin que se dieran esos datos lo que derivó en manifestaciones entre complacidas, resignadas o dubitativas de los piqueteros, que quisieron ver lo que les dieron como si hubieran obtenido algo:

Ana Angelini calificó como “dura” la reunión. “Si bien no conseguimos la información que habíamos ido a solicitar en cuanto a obtener los resultados respecto a los episodios relacionados con Botnia, logramos un comunicado en el que tácitamente están reconociendo la contaminación que produjeron esos hechos”.
Sira Muñoz opinó que “dentro de todo, hemos visto que hay un interés que antes no veíamos. Yo creo que decir que Botnia produce un daño sensible al río Uruguay es como estar diciendo que lo está contaminando. No digo que es para saltar de contentos, pero ellos dicen que es lo máximo que pueden decir”, agregó.
Leissa destacó que en la reunión “se ratificó que se ha violado el Estatuto del Río Uruguay; se habló de perjuicio sensible, que en definitiva es ratificar que acá hay contaminación y que los episodios que ocurrieron en Gualeguaychú ya son utilizados como prueba”, concluyó.

Por supuesto, estas manifestaciones son como silbar en la oscuridad, decir "daño sensible" no es lo mismo que decir "contaminación" por más que se le quiera dar esa interpretaciòn, y la decepción es palpable en las palabras del propio Frizler

Jorge Fritzler, desde la Asamblea Ambiental, sintetizó la situación que se vivió sobre este punto: “Nosotros fuimos con la idea de que íbamos a obtener un comunicado más contundente, pero aparentemente es inviable porque La Haya establece que todo lo que sea divulgado ampliamente, puede ser objetado como prueba. Por otro lado, el gobierno asegura que no puede mostrar las cartas con que va a atacar porque decir que se han detectado ciertas sustancias en el aire o en el agua, puede servir para que corrijan esa situación”.

Obviamente la justificación esgrimida es infantil. Si fuera cierta, entonces ya Argentina tendría ganado el juicio en La Haya, porque como las emisiones de Botnia al río --que son las que importan en La Haya-- y a la atmósfera son públicas, porque se difunden periódicamente, entonces estas pruebas podrían objetarse y el mismo hecho de que públicamente se conozca que no hay contaminaciòn ser usado para probar que sí la hay. Absurdo de toda absurdidad.

De hecho, tan absurdo es que hasta ellos mismos se dan cuenta. Este domingo, el diario El Día de Gualeguaychú publica una entrevista a dos de nuestros viejos conocidos, Raúl Estrada Oyuela y Elías Matta, y en un rapto de lucidez del primero, leemos esta respuesta

- ¿La restricción a la información está bien aplicada en esta oportunidad?

Me parece que la restricción sobre lo que se ha presentado en la Corte es una cosa, la restricción sobre lo que se va a presentar es otra muy distinta. Los estudios que se están haciendo no se han elevado a La Haya de modo que no están alcanzados por ninguna restricción. Entonces es una cuestión no del Estatuto, no del reglamento de la Corte sino de la estrategia de la negociación.

Si es de la estrategia de la negociación entonces habría que saber un poquito mejor por qué y cómo esa estrategia vale más que la inquietud de la gente que vive en Gualeguaychú.

Muchos de nosotros sospechamos, con fundadas razones, que lo que sucede es que no tienen nada, pero que como eso recién se va a saber entre Setiembre y Octubre de este año, suficientemente cerca de las elecciones argentinas como para que no afecte demasiado cuando se den cabalmente cuenta de lo que significa, entonces están pateando la pelota para adelante, de forma de no tener que dar explicaciones ahora.

Sea o no esa la razón, lo cierto es que ya es seguro que no vamos a tener más datos del INTI hasta Setiembre, lo que nos deja sólo lo que se conoce hasta ahora para poder analizar. Veamos entonces donde estamos parados.

El LATU ha realizado monitoreos trimestrales de la calidad del sedimento en los alrededores de la planta de Botnia desde Agosto de 2007. Las medidas se realizaron en 27 puntos agrupados en tres clusters de 9 puntos. Cada cluster está situado frente a sitios adecuados que representen la situación del río previo a la fábrica (Nuevo Berlin), mismo frente a ella (Fray Bentos) y río abajo (Las Cañas). En el esquema adjunto se ve como se disponen los puntos de medida. Para cada punto hay tres rectas, llamadas transectas, que se disponen en forma perpendicular al canal en la zona de jurisdicción uruguaya. Sobre cada transecta hay tres puntos de medida, uno más cercano a la orilla, otro más cercano al canal, y otro intermedio. Sobre ellos se hacen varios tipos de medidas y algunos resultados (tales como composición de la muestra, fósforo o nitrógeno total) se dan en los informes punto a punto, mientras que para otros (como dioxinas, por ejemplo) los resultados se promedian para los nueve puntos de medida de cada sitio. En correspondencia privada me han señalado que estos datos no son públicos y que lo que pasa es que yo disfruto de información privilegiada, cosa que es básicamente errónea. Los datos están disponibles públicamente en el sitio web de Botnia, siguiendo los links Botnia Fray Bentos -> Resultados del Monitoreo del Medio Ambiente -> Río Uruguay -> Monitoreo Biológico del Río Uruguay. Y ahí aparecen los datos de los estudios de fitoplancton, zooplancton y zoobentos desde la línea de base en 2005 hasta Agosto de 2008, así como metales pesados, dioxinas y furanos, composición del sedimento, etc, etc. La forma más fácil de acceder es siguiendo este link.

Por su parte, el INTI realizó las mediciones de la siguiente forma:

b) Elección de las áreas de muestreo: Se muestrean aproximadamente 100 km comprendidos entre el km 80 y el 180 del Río Uruguay, zona de Bajo Uruguay, según se indica en la Figura 1 (a la izquierda) . Se seleccionan las tres áreas denominadas según el detalle de la Tabla 1, trazándose previamente, dos transectas por área, perpendiculares a la costa, paralelas entre sí y con una separación entre ellas de 1.500 m. Una de ellas, la transecta principal (T1) es sobre la que se determinan parámetros in situ y se muestrean agua y sedimentos, mientras que la otra constituye la transecta secundaria (T2) y en ella se muestrean sedimentos solamente. .-La elección del primer punto en el área denominada Concepción del Uruguay, se debe a la elección de un sector del río que no haya sido influenciado aún por la actividad de la Pastera Botnia. Se podría esperar que los parámetros medidos allí no estén sometidos a la influencia de la actividad llevada a cabo por la Pastera, sin embargo es esperable evidenciar en esa misma área indicios de actividad humana, ya que se encuentra cercana a un núcleo poblacional como es la ciudad de Concepción del Uruguay. .-El segundo punto en el área de toma de muestra denominado Ñandubayzal, sería el punto más cercano, enfrentado a la ubicación de la Pastera. .-El tercer punto en el área de toma de muestra denominada Km 81, sería la zona aguas debajo de la Pastera, donde las características hidrogeológicas del río permiten presuponer una condición favorable para evidenciar los efectos de la descarga de la actividad de Botnia.

Metodológicamente, lo que hace el INTI es erróneo, puesto que al estar el punto en el Km 180, a tanta distancia aguas arriba de Botnia, las condiciones del punto, así como las influencias locales y regionales pueden ser absolutamente diferentes. Dado que no existe línea de base determinada con la misma metodología y en los mismos puntos por el INTI, no tienen nada contra qué comparar, por lo cual el punto en el Km 180 no aporta información relevante alguna. Lo mismo sucede con el punto en el Km 80, porque a esa altura no sólo se tendrá los aportes de Botnia, sino los del Río Gualeguaychú que desemboca inmediatamente aguas abajo del balneario Ñandubayzal. De hecho, tanto el Ing. Martínez como la jefa del Departamento de Ambiente del INTI se negaron a proporcionarme las coordenadas de los sitios precisos donde se hicieron las medidas, a diferencia de las mediciones realizadas del lado uruguayo, cuyas coordenadas son públicas. Los datos solicitados tampoco figuran en el informe publicado por el INTI. En el único caso en que se puede hacer algún tipo de aproximación, que es el de Ñandubayzal, la elección del sitio es más que dudosa.

Para darse cuenta de la magnitud del problema de la falta de esta información, cabe detenerse en la infomación descriptiva que se da en el informe del INTI sobre la zona de muestreo caratulada como Ñandubayzal. Si miramos el informe del INTI vemos que ellos realizaron un estudio similar al del LATU (lo que no es de sorprender dado las tareas de coordinación previa que realizaron entre ambas instituciones). En lugar de 3 transectas en cada punto, como muestreó el LATU, el INTI consideró sólo 2, aguas arriba y aguas abajo del punto teórico de medida. Para cada transecta tomó tres puntos, situados respectivamente en el litoral, un punto medio y en el canal, en forma similar a lo realizado por el LATU.

Respecto a la zona caratulada Ñandubayzal, el informe no da coordenadas precisas, pero por su propia etiqueta y por intercambio de mails con personal del INTI se deduce que se encuentra directamente frente al balneario de dicho nombre. Si miramos un mapa de la zona, e intentamos comprender la disposición posible de las transectas, tenemos un área que se muestra esquemáticamente en la figura a la izquierda. En ella se han marcado tres flechas rojas. La primera y más larga de ellas indica la dirección en que deberían encontrarse las transectas se se quisiera tener un punto de mustreo directamente frente a la fábrica, lo que evidentemente no es posible desde Ñandubayzal mismo, porque se interponen las islas. El área más probable donde se pueden encontrar las transectas de medida del INTI está comprendida por las otras dos flechas rojas. Claramente se ve que esa área incluye probablemente el sedimento acumulado aluvionalmente por el río Gualeguaychú, que vierte sus aguas en la dirección general indicada por la línea negra en la figura. Por lo tanto, más que recoger cualquier indicación de vertidos de Botnia, lo que este punto recoge es lo vertido por las fuentes difusas y puntuales en torno al río Gualeguaychú. De cualquier manera, sería importante tener tanto la posición precisa de las transectas INTI como la composición del sedimento analizado.

Consecuentemente, uno puede concluir que la información que obtuvo el INTI es sumamente dudosa y que el diseño experimental realizado por el LATU, con puntos que distan entre sí menos de 20 km, con uno de ellos situado directamente frente a la pastera, y con un número mayor de puntos de muestreo, es netamente superior. Esa es la primera conclusión a sacar.

Ya discutimos los resultados del LATU, vayamos ahora a discutir los resultados del INTI. En este caso, tenemos un tanto a favor del INTI. Lo que ellos hicieron fue pedir análisis más precisos que los que realizó el LATU. ¿Qué es lo que esto quiere decir? Que enviaron suficiente cantidad de muestra como para que el límite de detecciòn fuera menor que en el caso del LATU. Si uno se fija en una de las planillas del LATU, como la que reproduzco a la izquierda, ve que existe una columna marcada como DL (Detection Limit, límite de detección). Se observa allí que los DL no son los mismos para los distintos congéneres; mientras la octaclorada se detecta sólo si está en exceso de 1 ppq (1 ppq = 1 ng/kg = 1 pg/g), las tetracloradas (en particular la 2,3,7,8-TCDD, el congénere más tóxico) se detecta ya si está en cinco veces menos cantidad, es decir 0,2 ppq. Como ya sabemos, los reportes no se hacen en unidades de concentraciòn, sino en unidades de equivalentes tóxicos. En las planillas del LATU están calculados de cuatro maneras. Dos de las entradas corresponden al uso de los factores antiguos que dan los I-TEQ y las otras dos al uso de los factores WHO modernos, que dan los WHO-TEQs. De los primeros no necesitamos ni acordarnos. Para el segundo caso, la primera columna asume que si no se detectó la presencia de un congénere (porque la concentración estaba por debajo del límite de detección) entonces la concentración era 0,0. La segunda columna en tanto, asume que si no se detectó entonces es porque estaba justito por debajo del DL y lo que corrsponde es asumir justamente el DL como concentración presente. Eso nos da entonces un límite superior y un límite inferior que nos permite decir, por ejemplo, que los WHO-TEQ de la 2,3,7,8-TCDD en Nuevo Berlín en el momento en que se hizo la medida se encontraba entre un máximo de 0,2 ppq y un mínimo de 0,0 ppq.

Veamos ahora los datos del INTI, de los que se muestra una planilla a la derecha, correspondiente al km 180 en Agosto 2008. Como se ve allí, en la columna LDM (Límite de Detecciòn del Método) los valores son entre 10 (para las tetracloradas) y 100 (para la octaclorada) veces menores que los LDM usados por el laboratorio al cual el LATU le encomendó las determinaciones. Eso hace que las determinaciones del INTI sean más precisas, es decir, que puedan determinar presencia de cantidades menores de dioxinas que las que puede determinar el LATU. Esto no quiere decir que la determinaciòn sea más exacta, lo que puede parecer una paradoja pero no lo es. Una cosa es el límite de detección, que depende de la cantidad de sustancia analizada, y otra cosa es el error experimental, que depende de la metodología. Esto se llama incertidumbre del resultado y en el caso de las determinaciones del INTI --consultado el propio laboratorio que realizó las determinaciones-- puede ser de +/- 0.4 ppq para la 2,3,7,8-TCDD cuando se encuentra en una concentración de 3,33 pg/g de sedimento. Esto implica que el valor de 2,3,7,8-TCDD puede ser, con la misma probabilidad, 3,7 ppq que 2,9 ppq. Ya discutimos este punto de las incertidumbres en el artículo anterior y es fácil ver que las incertidumbres del INTI y del LATU son similares, aún cuando el LDM empleado por el INTI es mucho menor.

Las dos planillas dadas arriba corresponden a lo que en Agosto de 2008 ambas instituciones consideraban como la situaciòn en el río ante-Botnia, es decir aguas arriba de cualquier vertido. Sólo que el INTI es a 100 km de Botnia y el del LATU es a 10 km. Por lo tanto, si hubiera algún problema de reflujos o cosas así, es de esperar que la muestra en Nuevo Berlín estuviera más contaminada que la muestra de Concepciòn. Mirando las dos tablas, lo que se ve es que todos los congéneres tóxicos están por debajo del límite de detecciòn LATU en Nuevo Berlín, mientras que los valores en Concepciòn están todos por debajo del LDM LATU, pero en algunos casos por encima del LDM INTI y por lo tanto se detectaron. Usando el método antedicho, y debido a los límites de detecciòn mucho menores, el máximo TEQ de INTI para Concepciòn es 0,06 ppq mientras que es 0,66 ppq para Nuevo Berlín. Sin embargo, los propios datos de concentraciones nos permiten mostrar que esto es puramente un efecto de exagerar la probabilidad de que existan dioxinas no detectadas. En efecto, si miramos la planilla del LATU vemos que hay una concentraciòn de TCDDs distintas de la 2,3,7,8-TCDD --es decir, tetraclorodioxinas NO tóxicas-- que hace que en total, en Nuevo Berlín se midan 0,53 ppq de "Total TCDD". Como esto está por encima del límite de detecciòn de 0,2 ppq entonces se lo detecta efectivamente. Si miramos lo mismo en la planilla INTI, lo que vemos es un 1,44 ppq para el mismo rubro. Es decir, la cantidad de TCDD frente a Concepciòn del Uruguay ES MAYOR que frente a Nuevo Berlín. Asumiendo que ambos números tengan una incertidumbre similar del 25%, el número frente a Nuevo Berlín será algo en el entorno [0,40-0,66] ppq, mientras que frente a Concepción estará en el intervalo [1,08-1,80] ppq, lo que nos permite concluir que esa diferencia es significativa aún considerando el error experimental. Considerando los límites de detecciòn de ambas determinaciones, se encuentra un total máximo de 2,78 ppq de dioxinas y furanos frente a Concepciòn y un máximo de 6,05 ppq frente a Nuevo Berlín (que como vimos antes es un número completamente exagerado). Una diferencia importante y poco comprensible (al menos para mí) es la existente entre la concentración de dioxinas y furanos, que es 10:1 en Concepciòn y 1:1 en Nuevo Berlín.

Veamos entonces qué pasa frente a Botnia/Fray Bentos y comparémoslo con Ñandubayzal, teniendo en cuenta que además de las fuentes difusas (fundamentalmente las chimeneas de la zona y los fuegos no controlados) hay que tener en cuenta cuatro fuentes puntuales: las aguas servidas del balneario Ñandubayzal, los arrastres del río Gualeguaychú, las aguas servidas de Fray Bentos y los riles de Botnia.

En la planilla de la izquierda se ve lo que pasó en Fray bentos en Agosto. Ya sabemos del artículo anterior que no hubo diferencia entre lo que había en Agosto de 2008 y lo que había ahí mismo un año antes, por lo que podemos concluír que el único efecto agregado --la pastera-- no actuó modificando el entorno. Miremos un poco las diferencias con Nuevo Berlín. La concentraciòn de dioxinas tóxicas no supera en ningún caso el límite de detección, pero las hexa y heptadioxinas no tóxicas, así como los penta y hexafuranos no tóxicos, se registran por encima del límite de detección. Teniendo en cuenta la incertidumbre de la medida, las TCDD están presentes en la misma concentración en uno y otro lado. Teniendo en cuenta todos estos hechos, lo que uno puede razonablemente concluir es que estas dioxinas no tóxicas provienen de las aguas vertidas de Fray Bentos y, en cierta medida, de las actividades industriales pasadas en esa ciudad (frigoríficos y cosas así). Como la distribución es similar, los TEQ calculados para Fray Bentos y para Nuevo Berlin son, como ya vimos, equivalentes.

A la derecha se muestra la tabla equivalente obtenida por el INTI frente al balneario Ñandubayzal. Aquí vemos un conjunto de datos muy interesantes.

Las cantidades de TCDD y PeCDD detectadas por el INTI están por debajo del límite de detección del LATU y no podrían haber sido detectadas por éste. En el caso de las HxCDD, los valores individuales INTI están por debajo de los LDM LATU y no podrían haber sido detectadas, pero la suma de las HxCDD si, y efectivamente los valores de 0,70 ppq del LATU y 0,60 ppq del INTI son iguales dentro de la incertidumbre del método. Lo que resulta desde todo punto de vista incompatible son las hepta y octadioxinas. La 1,2,3,4,6,7,8-HpCDD se encuentra a valores de 2,46 ppq frente a Ñandubayzal de acuerdo a INTI y está presente en menos de 0,7 ppq de acuerdo a LATU. El total de heptas es también claramente menor para Fray Bentos que para Ñandubayzal (1,6 vs 5,67 ppq). Y lo mismo se observa para la octadioxina, que es 13,2 ppq frente a Ñandubayzal y menor a 1 ppq frente a Fray Bentos.

La diferencia es significativa, porque en ambos casos es ampliamente superior a los límites de detecciòn tanto LATU como INTI. Si bien no representa un gran riesgo para la salud, dado que son las menos tóxicas, lo que esto dice claramente es que en la región de Ñandubayzal existe contaminaciòn por dioxinas y que ello NO es causado por la pastera, dado que en las inmediaciones de ésta los valores son muy inferiores y se mantienen constantes desde hace un año, antes de que operara la planta. Dado que las aguas servidas de Fray Bentos son de mucho mayor volumen que las de Ñandubayzal, esta fuente puntual no puede ser causa de la diferencia y las fuentes difusas afectarían igualmente ambas márgenes del río que en esa zona están próximas.

Consiguientemente, la única conclusión válida es que lo que el INTI midió es la contaminación de dioxinas provenientes del aporte del río Gualeguaychú. La alta presencia de OCDD podría provenir --y es lo que pasa en el Báltico-- de la quema de combustibles fósiles, pero la huella digital en ese caso implica una alta concentración también de PeCDD que no se da en este caso. Esta composición bien fascinante de homólogos da una cierta pista, sin embargo, que me propongo seguir investigando en un próximo artículo.

Por el momento, llegamos a las siguientes conclusiones:

  • Que los datos conjuntos INTI-LATU, realizados con métodos homologados e intercalibrados, muestran una mayor concentraciòn de dioxinas y furanos del lado argentino que del lado uruguayo, tanto en la comparaciòn Concepciòn/Nuevo Berlín como Ñandubayzal/Fray Bentos, particularmente en este último caso.
  • Que tanto el hecho de que los valores de TCDD entre Nuevo Berlín y Fray Bentos sean similares, como la no variaciòn en el tiempo de los valores en Fray Bentos muestran que no se han vertido TCDD por parte de Botnia.
  • Que el hecho de que los valores de las concentraciones de HpCDD y OCDD en Ñandubayzal sean muy superiores a los de Fray Bentos muestra que hay una fuente puntual específica de dioxinas, que sólo cabe atribuir al río Gualeguaychú.
  • Que todos los valores obtenidos, tanto por el LATU como el INTI son claramente inferiores a los valores más estrictos admitidos para la no afectaciòn de la fauna del río, cosa que se comprueba directamente en los análisis biológicos que acompañan a los estudios de dioxinas en sedimentos realizados por el LATU.
Nos queda por identificar aún por qué Ñandubayzal está tan contaminado, lo que espero sea un aporte para ayudar a nuestros hermanos entrerrianos a cuidar su ambiente.