lunes, 21 de febrero de 2011

Fishy fish: FRIPUR

Compartir

Planta de Fripur, (c) La República
Como no todo en la vida es celulosa y forestación, voy a ponerme un poco haragán (al fin y al cabo sigo de vacaciones, hoy en el Polonio) y voy a presentarles un tema "fishy". Como Uds. probablemente saben, ese es un término que en inglés se usa para temas que son poco claros, con cierto olor medio desagradable. Hoy les pienso hablar de los problemas de Fripur, una empresa pesquera que es la segunda exportadora uruguaya luego de Conaprole, que desde mucho tiempo atrás produce grandes inconvenientes en la barriada donde yo precisamente trabajo.

Los vecinos se han quejado reiteradamente y obtuvieron en 2008 un compromiso de la Intendencia de Montevideo, en boca de Battistoni, integrante del partido y fracción que hoy gobierna el país, de que la planta iba a ser relocalizada. Por supuesto, estamos en 2011 y dicho traslado no se realizó. Por el contrario, en el interin se ha demostrado que sería aparentemente una empresa con profunda vocación contaminadora. Fripur ha sido acusada de ser una emprsa esclavista y de estar implicada en esquemas de corrupción con el presente gobierno, extremos que no estoy en condiciones de afirmar o negar. 

Lo que sí podemos sin duda afirmar son tres hechos incontrovertibles. En noviembre de 2007, la Unión Europea suspendió temporariamente la importación de pescado procesado en Uruguay debido a irregularidades que sus técnicos constataron en plantas del país, entre ellas la de Fripur -la más importante- y que determinaron pérdidas para el país del orden de los US$ 80 millones. Los inspectores recomendaron aplicar una multa ejemplarizante expresando que "las omisiones intencionadas de la empresa duraron semanas, por lo tanto corresponde una sanción ejemplarizante de máximo monto". El MGAP decidió en cambio aplicar una multa de 100 unidades reajustables, frente a las 5.000 UR que tenía la potestad de aplicar.


Calamares, (c) Visión Marítima
En 2010, la UE bloqueó un envío de calamar de Fripur a Italia, por constatar la presencia de cadmio en mayor concentración que la permitida por los estándares de la unión. En verdad, tal infracciòn parece haber sido cometida en dos ocasiones, y el gobierno suspendió la exportaciòn de calamares de Fripur en el mes de Enero.

La tercera cosa que aparece ahora como altamente sospechosa respecto a Fripur es la aparente adulteración de etiquetas que se relata en el artículo de Brecha que les reproduzco más abajo. La situación, aparentemente, es que Fripur habría adulterado las etiquetas de algunos productos elaborados durante la vigencia de exportación a la UE, para que pareciera que lo habían sido a posteriori de que se realizara el levantamiento de la prohibición. La técnica que describió la maniobra fue trasladada, aparentemente por obra de quien es hoy secretario de bancada del MPP. Según la Presidencia de la República Fripur "no pagó ningún favor" (esto hace referencia a la relación de la empresa con sus obreros) pero, según El Espectador Dinara y Fripur están en la mira y según 180.com el MGAP analiza si Fripur adulteró fechas para exportar.

Les dejo a continuación el artículo publicado por Brecha y que ha dado origen a este nuevo escándalo.


BRECHA | POLITICA | Pág. 2 |
Redes viciadas. Justicia investiga a Fripur y a la DINARA por códigos adulterados

Rosario Touriño

Una inspectora de la DINARA constató que en Fripur se alteraron los códigos que certificaban la fecha de elaboración de los productos pesqueros, con el fin de colocar en la Unión Europea todo el stock acumulado durante la suspensión que aplicó el bloque continental entre 2007 y 2008. La maniobra implicaba reempacar la mercadería y marcarla con códigos que simulaban fechas de elaboración posteriores, lo cual significó además diferir peligrosamente los vencimientos. El producto en infracción habría sido finalmente enviado a Brasil. La funcionaria labró actas y tomó fotografías, pero la DINARA —encabezada en ese entonces por Daniel Montiel (MPP)— no sólo no investigó, sino que clausuró el expediente al cabo de cuatro meses, sin aplicar ninguna sanción. La inspectora fue inmediatamente trasladada. Los documentos labrados por ella se incorporaron ahora a la causa que lleva adelante la justicia para determinar si existieron delitos no sólo por parte de la empresa sino también por parte de la administración pública.

Tapa de Brecha, 18/2/11
Quien piense que ya escuchó todo acerca de las prácticas del Frigorífico Pesquero del Uruguay SA (Fripur), y también sobre la actitud permisiva del Estado respecto a la empresa, estará equivocado. El surco se va haciendo ancho y profundo, porque se suman denuncias cada vez más graves. A fines de 2010 nuevos documentos llegaron al despacho de la jueza penal del crimen organizado Graciela Gatti y ampliaron la denuncia original a propósito de la exigua multa de 46 mil pesos que se le aplicó a la pesquera a pesar de ignorar reiteradamente elementales procedimientos de control de calidad. El incumplimiento de las llamadas “Buenas prácticas de manipulación” llevó a la Unión Europea a prohibir el ingreso de productos pesqueros uruguayos por un lapso de siete meses entre 2007 y 2008. Pero la medida no resultó aleccionadora para los empresarios Alberto y Máximo Fernández, a la luz de la nueva documentación anexada al expediente judicial. En junio de 2008, cuando la sanción del bloque continental estaba por llegar a su fin y el Estado uruguayo se aprestaba a recuperar su capacidad para emitir certificados de exportación para el mercado europeo, una inspectora constató una "sucesión de irregularidades", tal como ella misma consignó en un informe dirigido a sus superiores. Para su sorpresa, encontró que la empresa estaba re empacando mercadería que había sido producida en plena veda de las exportaciones, y que se habían modificado los códigos originales para, de alguna manera, "camuflar" el producto. La normativa de la pesca obliga a las plantas a empacar su producción con un código de cuatro números que identifica la fecha exacta de elaboración. Es una medida que asegura cierta trazabilidad del producto y es esencial para determinar los períodos de vencimiento del pescado. En un acta labrada el 3 de junio de 2008 (la número 174) la inspectora dejó establecido que Fripur re empacó mercadería producida el 4 y el 15 de marzo de 2008 (identificada respectivamente con los códigos 8064 y 8075), y le asignó un nuevo código falso o adulterado, porque no indica la fecha real del procesamiento: 8176. Esa última numeración del lote —que tenía como destino a la UE— corresponde al día 25 de junio (o sea: en una maniobra digna de Volver al futuro, en vez de marcar el código del propio día de elaboración, se incluyó uno que remite a 22 días después). En la fecha original de elaboración de los productos (el 4 y el 15 de marzo), como da cuenta la inspectora, "estaba prohibido producir para la UE ", por lo cual la modificación de los códigos —y el adelantamiento de las fechas— le permitiría a la empresa sacarse de encima el stock que venía acumulando en sus cámaras frigoríficas durante la veda. La suspensión de las exportaciones a Europa se extendió desde noviembre de 2007 hasta junio de 2008. Pero ya el 20 de mayo de ese último año el bloque europeo había anunciado en conferencia de prensa que en un lapso de 30 días hábiles se restablecerían las exportaciones. Con el cambio de código, la pesquera se preparaba entonces para comercializar ese stock que había preparado a pesar de tener impedido no sólo exportar, sino también producir para la UE.

La práctica irregular se torna aun más grave si se toma en cuenta que el cambio de fecha implica diferir también el vencimiento de los productos (con los riesgos sanitarios que ello puede implicar). En el caso citado, el pescado vencía en realidad en setiembre de 2008, pero con la modificación del código pasó a hacerlo en diciembre de ese año.

La maniobra no fue constatada por la inspectora en una sola oportunidad, sino que pudo observarla durante siete días distintos en el lapso que transcurrió entre el 30 de mayo y el 11 de junio del año en cuestión. Es que la funcionaria, tal como se estila, era la encargada de los controles en Fripur, lo que supone estar instalada permanentemente en la pesquera.

En su primera actuación comprobó el re empaque de varitas de merluza con vencimiento en mayo de 2009 con un falso código que difería la vigencia hasta noviembre de 2009 (es decir, que los consumidores fueron expuestos a ingerir el producto hasta con seis meses de vencimiento sin nunca sospecharlo). El 6 de junio la funcionaria constató varias líneas de producción donde se hicieron distintos tipos de re empaque. Los filetes IPW empacados en cajas blancas (producidas el 4 de junio) se traspasaron a nuevas cajas "destino UE" de Filettini di Nasello (con código del 27 de junio) y el pre formado de merluza (código 8107) pasó a procesarse con grillado con salsa mediterránea (con el nuevo código 8179). Ese mismo día, filetes a granel que databan del 29 de marzo se mezclaron con otras piezas procesadas el propio 6 de junio. A saber: se mezcló en un mismo empaque mercadería congelada tres meses atrás con otra fresca del día, lo que contraviene los más elementales estándares de calidad de la industria, y ni que hablar los de la exportación.

Etiquetas presuntamente adulteradas, (c) Brecha
El informe dirigido a Fernando Oxandabarat, supervisor de inspectores de plantas de la DINARA, abunda en códigos y fechas que se hacen reiterativos y atenían contra la amenidad de un artículo periodístico, pero evidencian una práctica contumaz. La inspectora menciona las normas incumplidas en la ocasión (varios artículos enteros del decreto 149, de 1 997) y dispone la retención de la mercadería en infracción. Lo que hubiese correspondido es que se mantuviera la fecha original y se le agregara una "R" que evidenciara el re empaque. La inspectora captó 1a maniobra in fraganti, por lo cual la jefa de control de calidad de Fripur, la química farmacéutica Ruth González, debió admitir que se estaba procesando (obra en poder de Brecha el acta que evidencia la irregularidad). En el mismo día González buscó una salida: declaró que los productos fueron "apartados" y que "serán destinados a Brasil", más precisamente a la empresa Bompreijo. Tal es el nombre de fantasía de una cadena de supermercados del nordeste brasileño que pertenece al grupo Walmart. ¿Se habrán enterado alguna vez que recibieron embarques en infracción y con vencimientos diferidos? Parece difícil que el tenia haya llegado a su conocimiento en función de la actitud que tomaron las altas jerarquías de la DINARA.

DEJAVU. La inspectora en cuestión no sólo registró la "sucesión de irregularidades", sino que sugirió "que se tomen medidas con respecto al tema a mayor nivel ya que se continúa con este manejo de producto". Es decir: vuelve a configurarse ese patrón de conducta de una empresa que recibe observaciones o es intimada, pero que en las narices de los inspectores continúa con prácticas que parecen ampararse en una rutinaria impunidad. Algo similar habían establecido los inspectores Carlos Calace y Nelly Cundines cuando en 2007 intimaron a la empresa a suspender inmediatamente las obras de albañilería que realizaban en la planta de Rondeau, a pocos metros de las líneas de producción, ya que ello ponía en riesgo la inocuidad de los alimentos. (Cuando los dos técnicos concurrieron al lugar a las dos semanas de su observación, corroboraron que todo seguía igual.) Como ya es de público conocimiento, si bien los dos funcionarios sugirieron la aplicación de una sanción del máximo monto (5 mil UR), la empresa sólo recibió una multa de 100 UR (increíblemente Fripur llegó a recurrir este exiguo monto y pretendía que se redujera a diez UR).

La inspectora que constató las irregularidades con los vencimientos también reclamó actuaciones a "mayor nivel". Sin embargo, una vez más quienes detentan jerarquía volvieron a moverse en sentido contrario al de sus inspectores. Un examen del trayecto del expediente es ilustrativo: el documento pasó primero por el despacho del director general de la DINARA, Daniel Montiel, y luego por el Departamento de Industrias Pesqueras, coordinado por Gustavo Inocente. A continuación volvió a Montiel y éste lo regresó a Administración Documental. Estuvo dos meses encajonado en esta última repartición hasta que finalmente fue archivado por la DINARA. No hubo actuación alguna: no se investigó, nadie fue citado a declarar y el tema se agotó presurosamente en cuatro meses. Déjá vu: inspectores que recomiendan y superiores que desestiman. Y otra historia recurrente: la funcionaria que certificó las irregularidades fue trasladada a los pocos días de su actuación desde Fripur hacia la DINARA y luego terminó en una dependencia en el puerto de Montevideo (véase recuadro). Tampoco es una novedad; antes una abogada que también puso en entredicho algunos permisos concedidos a la exportadora tuvo el mismo destino.

(c) Leonardo Haberkorn
Ahora esta nueva documentación aportada por la denunciante, Fabiana Terrenoire —una ex asesora del presidente José Mujica en temas pesqueros—, está siendo investigada por el fiscal Ricardo Perciballe. El magistrado ya solicitó a la DINARA el envío del expediente administrativo debidamente certificado y además ya ha dispuesto la citación para el 17 de marzo de todos los funcionarios que actuaron en este caso. La fiscalía no sólo deberá indagar la actuación de la empresa, sino también de los funcionarios y de las jerarquías de la DINARA. Debe recordarse que el caso se abrió a partir de una denuncia del abogado Gustavo Salle, quien solicitó que se investigue si las dos últimas administraciones favorecieron a Fripur, luego de que se conociera la exigua multa que recibió la empresa y también el vínculo entre el MPP (y el propio José Mujica) con Alberto Fernández. Ya se ha mencionado que el empresario se encargó de financiar el bordado de la banda presidencial de Mujica y también puso a disposición de la fórmula frenteamplista uno de los taxis aéreos de su empresa Vuele Ya (cabe aclarar que el acercamiento de Fernández hacia el FA ya se había producido en el período de Tabaré Vázquez).

La justicia venía indagando la actuación del ex director Daniel Montiel (hoy coordinador de bancada del MPP) y de su entonces asesor —y actual director de Recursos Acuáticos— Daniel Gilardoni. La decisión de aplicar una multa de 100 UR habría sido tomada por los servicios jurídicos del MGAP, por lo cual no se habría podido comprobar la responsabilidad de Montiel en ese punto. De todas maneras, también se cuestiona la no aplicación de una suspensión preventiva a la empresa (frente a la detección de piezas con cadmio***), tal como se ha hecho con otras firmas. Otra zona de controversia se configura luego de que el semanario Búsqueda divulgara que la esposa de Montiel fue contratada por Vuele Ya en 2007. No obstante, tras la ampliación de la denuncia, los focos vuelven a Montiel. Por lo pronto, en el escrito elevado a la justicia, Terrenoire apuntó directamente al ex jerarca como representante del Poder Ejecutivo, acusándolo de haber favorecido a la empresa por no impulsar una investigación y haber ocultado un delito.

Las irregularidades administrativas saltan a la vista, pero ahora la justicia deberá determinar si existió responsabilidad penal. Los testimonios de los inspectores y de sus superiores, según supo Brecha, serán vitales para el futuro de la indagatoria. Si la causa avanza podría caber responsabilidad de la empresa por algunas de las figuras que integran el capítulo de "falsificación documentaria" del Código Penal. Pero también para aquellos funcionarios que fueron omisos en los deberes inherentes a su cargo.

* Según documentos del MGAP, "las características perecederas del pescado y de los productos pesqueros, su potencial peligro para la salud humana cuando no es procesado atendiendo a las normas santarias estrictas, hacen que se defina como un “producto 'altamente sensible', siendo uno de los alimentos más perecederos".

** Cabe explicar que el primer dígito del código indica el año de elaboración y los tres siguientes señalan la cantidad de días transcurridos. Como ejemplo, el código 8176 indica que el producto fue procesado en el día 176 del año 2008.

*** La empresa alegó en sus descargos que nunca se habían detectado problemas en los controles microbiológicos. Sin embargo, el veterinario Carlos Calace informó que "la empresa sufrió rechazos de productos enviados a la Federación Rusa por presencia de contaminación microbiológica". Y recientemente volvió a tener problemas, esta vez con calamares exportados a ltalia. Por otro lado, la DINARA sí suspendió preventivamente en 2006 a otra empresa -Intramar S A- por pretender ingresar embarques de vieiras a Portugal con documentación irregular.




Imprima este artículo a un archivo pdf

(se abrirá una nueva ventana que no debe
cerrarse hasta que se reciba el archivo pdf)

lunes, 14 de febrero de 2011

Prof. Marcelo E. Conti ¿científico o chantapufi?

Compartir


Prof. Marcelo Conti, (c) El Día
Según los diversos diccionarios del lunfardo que andan en la vuelta, chantapufi es una palabra que proviene del genovés ciantapuffi, y que significa "moroso", "deudor", "insolvente". Admite como sinónimos cachafaz y pícaro, se usa de esa forma en el ámbito del Río de la Plata y se acorta generalmente al más que conocido chanta. En otro sitio referido al tango y el lunfardo se dice que el chanta es un fanfarrón, una especie de cuentero, un tipo que todo lo embrolla, del que siempre se sospecha que no dice la verdad, un simulador.

En este artículo me propongo investigar si le cabe tal denominación al Prof. Marcelo E. Conti, es decir si es verdaderamente un chanta o sólo lo parece. Ya sabemos que parecido no es igual, así que parecía justificada la investigación, sobre todo porque es una de esas personas que periódicamente hacen salir al ruedo los asambleístas gualeguaychuenses con la pretensión de darle algún sustento científico a sus posturas maximalistas.

Artículo en El Día de Gualeguaychú, 13/2/11
Su última aparición pública ocurre este domingo 13 de Febrero, en plenas vacaciones, cuando el diario El Día, de indisimulables e indisimuladas simpatías piqueteras, publica una extensa entrevista que oportunamente le realizara al Dr. Conti (y donde el entrevistador es nuestro viejo conocido Sergio Giachino de Ipodagua). A ella quiero referirme en último término, pero antes quiero repasar un poco los antecedentes de este argentoitaliano (o ítaloargentino, si lo prefieren).

Arq. Pérez Esquivel, (c) Análisis Digital
El Prof. Conti empieza a jugar en el cuadro de los asambleistas de Gualeguaychú de la mano del Premio Nobel de la Paz 1980, Arq. Adolfo Pérez Esquivel, quien en 2005 decía que había iniciado "una mediación" entre los gobiernos de Uruguay y Argentina --nunca quedó muy claro si esa "mediación" fue tal y el propio Pérez Esquivel calificó más adelante de "ridícula" la oferta de mediación hecha por Gorbachov-- e introducía la novedad de haber pedido un informe científico especial

Además, comentó que ha pedido a un grupo de científicos de la Academia de Ciencias de Medioambiente de Venecia -de la que es presidente honorario- un informe técnico, “que espero pueda llegar en corto tiempo para poder entregárselo a ambos gobiernos. He estado en la zona de la papelera en Pontevedra (España) y sé que los niveles de contaminación son altísimos. Hay que tratar de poner frenos y que los gobiernos asuman su responsabilidad”, fustigó Pérez Esquivel.

Un mediador en un conflicto debe realizar un análisis de las causas de la problemática, en un enfoque objetivo y sistemático, para evaluar las vías de acercamiento de las partes. Sin embargo, las abundantes declaraciones de prensa de Pérez Esquivel (ver, por ejemplo, Alterinfos o Análisis Digital) lejos estuvieron de esta posición, pues presentan a priori un extraordinario sesgo orientado al rechazo de estos proyectos en particular y a la industria celulósica en general. Sus conceptos y opiniones concuerdan en general con la información presentada por grupos ambientalistas. El Arq. Pérez Esquivel era en aquél entonces y es todavía, por lo qu sabemos, el Presidente de la International Academy of Environmental Sciences – IAES (Academia Internacional de Ciencias Ambientales - AICA) de Venecia. Como puede aprciarse de la lista de autoridades y miembros fundadores se trata de una asociación fundamentalmente ítalo-argentina (sólo dos de los miembros no tienen esa nacionalidad), de escasísima trascendencia, al punto que lo único más o menos interesante que ha trascendido sobre esta institución es la propuesta de creación de una corte criminal europea o internacional sobre materia ambiental.

Prof. Marcelo E. Conti
El vicepresidente de la IAES era y sigue siendo el Prof. Marcelo Enrique Conti, cuya biografía en el IAES lo sindica como Profesor de la Univeridad La Sapienza de Roma y como habiendo publicado más de 100 artículos científicos, más una impresionante cantidad de honores, cuya relación detallada puede verse en este artículo de nuestro viejo conocido El Ojo de la Razón (¡ATENCIÓN! LECTURA INSALUBRE) quien hace constar que el Prof. Conti tiene más de 120 publicaciones de todo tipo. Una de las características curiosas que tiene el relatorio es la tendencia manifista que el Prof. Conti tiene a publicar artículos en los libros o revistas de las cuales él mismo es el editor. Una práctica no muy bien vista en el mundo académico. 

SCOPUS
El CV del Prof. Conti puede leerse en este documento oficial de la Universidad donde sus publicaciones seleccionadas realizadas en revistas científicas numeran sólo 34 hasta el año 2008. La discrepancia con el número anterior de 120 es bastante grande, así que se imponía una investigación un poco más detallada. Cuando los científicos queremos saber las publicaciones que tiene un estimado colega, empleamos herramientas bibliográficas que indexan los artículos publicados en la mayoría de las revistas científicas importantes internacionalmente (que son muchos miles e incluyen revistas en los principales idiomas del mundo). 

Bibliografía en Scopus
Una de tales herramientas, posiblemente la más completa, se llama Scopus y se autodefine como la base de datos más grande de resúmenes e información bibliográfica de la literatura evaluada por pares, a lo que agrega libros, artículos en congresos, patentes y páginas Web. La cantidad de entradas es pavorosa (por ejemplo, 17.000 títulos de revistas arbitradas). Podemos entonces buscar en esta base de datos los artículos publicados por el Prof. Marcelo E. Conti, teniendo la precaución de no confundir sus iniciales con las de Marta Elvira Conti o Ettore M. S. Conti, que también aparecen en la búsqueda.

Pues bien, el primer paper del Prof. Conti aparece en 1996, y el último en 2010, y son cuarenta en total. De esos 40, al menos 13 están publicados en revistas de las cuales Conti es editor o miembro del comité editorial (lo que implica que tiene posibilidades ciertas de controlar la aceptación de sus artículos). Para decirlo suavemente, la discrepancia entre sus artículos atribuidos y los que efectivamente figuran en la bibliografía, así como el hecho de que asiduamente publique en revistas en las que tiene posibilidades de controlar la publicación, no son precisamente medallas en el CV de Conti.

Definición del índice h, (c) Wikipedia
Lo anterior, con no ser precisamente brillante, no quiere decir necesariamente que Conti sea un fraude. Algunos de sus artículos han tenido amplia aceptación entre sus colegas, al punto de ser citados numerosas veces. Son 9 en total, curiosamente publicados todos menos uno de ellos en 2000 y 2001 y en su mayoría relacionados con el contenido en metales traza de diversos organismos y alimentos (y ninguno de ellos publicados en la revista de la cal Conti es fundador y editor). Los científicos usamos un índice para medir la productividad que se llama el h-index y que tiene en cuenta tanto la cantidad de artículos publicados como las veces que fueron citados (que viene a ser algo así como la popularidad de lo publicado). En la gráfica a la derecha se muestra como se calcula este índice. Sin dudas que tiene una serie de defectos, descritos en el artículo que cité, pero es el índice más usado para comparar científicos entre sí. Conti tiene un h-index de 9 en el área de la ecología, donde no tenemos información particularizada sobre los científicos individuales, pero donde alguna informaciòn anecdótica nos indica que el nivel de buena producción está en 10, con niveles de excelencia a partir de 15.  En el caso de las revistas de ecología (haciendo el mismo proceso que para un autor individual) sabemos que las mejores 20 revistas del área tienen h-index de entre 25 y 56. Así que tampoco desde este punto de vista puede decirse que Conti sea un investigador brillante. En caso que alguien se lo pregunte, en el mismo Scopus existen 84 artículos registrados con mi nombre y tengo un h-index de 15 (que no es directamente comparable con el de Conti, porque trabajamos en áreas distintas)

IJEH
Como editor, Conti no se ha portado mucho mejor. De los 13 trabajos que les comentaba arriba, algunos de ellos están publicados en la revista International Journal of Environment and Pollution (IJEP) donde integra el Editorial Board junto a otras personas, entre las que se destaca nada menos que el ex-embajador Estrada Oyuela. Publicar en esta revista, siendo parte del Comité Editorial no es demasiado grave, más allá que no debe resultarle sencillo a otro miembro rechazar uno de los trabajos de alguien que ocupa la misma posición. Mucho peor es el caso de sus publicaciones en la revista International Journal of Environment and Health (IJEnvH) que no solamente tiene a Conti como Editor en Jefe (quien decide todo lo que se publica) sino que tiene en su comité editorial al inefable "Prof." Elías Jorge Matta de ignota producción académica y extensas credenciales ecotruchas o cientifiqueras como diría mi amigo Jorge García Ramón. De hecho, en dicha revista se encuentra el 40% de los artículos científicos de Matta (2 de 5), uno en International Journal of Environment and Health 2009 - Vol. 3, No.2  pp. 139 - 174 y otro en International Journal of Environment and Health 2009 - Vol. 3, No.3  pp. 310 - 322. Ambas publicaciones están dedicadas a Botnia y su contaminación, por supuesto, y siendo curiosamente ambas Cartas al Editor (que por definición son cortas, de 1 o 2 páginas) ocupan nada menos que 48 (cuarenta y ocho) páginas de la revista para difundir los delirios mattianos. Los artículos, y de nuevo por supuesto, no son citados por nadie más que el mismo Matta. Curiosamente no son citados ni por el mismo Conti (que tiene un artículo sobre el tema de ética ambiental en el mismo número que el primero de Matta) ni por Juan Carlos Colombo (uno de los dos argentinos en el Comité Científico) que tiene un artículo en un número posterior, ni por nuestro también viejo conocido Lázaro Cafferata, que insiste con la tesis del daño luego de décadas de operación en otro artículo de la misma revista. Cuatro artículos sobre la misma cosa, en la misma revista, surgidos de las filas de los piqueteros y sus apoyos seudocientíficos, es un tanto too much. Da la impresiòn de ser una especie de curro para amigotes. No en balde la revista es tan mala que ocupa el lugar 197 de las 262 revistas rankeadas que incluyen la palabra "environment" en el título. La otra revista donde Conti publica, que citamos más arriba, está un poco mejor, en el lugar 184.

Entrevista a Conti, Parte I, (c) Ipodagua
Entrevista a Conti, Parte II, (c) Ipodagua
Bueno, ahora que ya hicimos un primer recorrido por quien es, científicamente hablando, el amigo Conti, podemos volver a la tarea encargada a él y su grupo por Pérez Esquivel. Este grupo, bautizado GTE, produjo un informe llamado Informe Científico: Opinión Consultiva sobre las Pasteras, tan plagado de errores que nos llevó, a un grupo de nosotros (a quienes el Ojito critica cariñosamente) a producir y publicar un análisis crítico de dicho informe, donde concluíamos lo siguiente

Entre los defectos y errores evidentes que tiene el procedimiento y el informe del GTE se destacan los siguientes:

.- el GTE ignoró completamente la existencia de los informes de impacto ambiental previos;

.- ignoró todo el material de base existente en la DINAMA sobre estas fábricas;

.- como consecuencia de los puntos anteriores, reiteradamente señalan carencias de los informes que analizan, que en realidad no son tales, pues la información está disponible en forma pública y fácilmente accesible;
Conti en Arroyo Verde, (c) Lanzillotti

.- desdeñó los detallados modelos fisicoquímicos y computacionales existentes;

.- el GTE avanza opiniones contrarias a los emprendimientos, sin dar datos cuantitativos, y en los poquísimos casos en que se los da, errando tanto en los conceptos cualitativos como en los cuantitativos, al punto de decir que no se informan aspectos que están clara y explícitamente informados, por ejemplo, el consumo de dióxido de cloro.

en Círculo Italiano, Parte I, (c) Lanzillotti
en Círculo Italiano, Parte II, (c) Lanzillotti
La falta de experiencia en el tema celulósico de los profesionales del GTE se evidencia cuando:

.- confunden procesos como el de fabricación de pasta (objeto del estudio) con el de fabricación de papel (que es un proceso diferente);

.- confunden procesos físicos de tratamiento de la madera (astillado o chipeado) con procesos químicos (cocción);

.- ignoran que el Convenio de Estocolmo y todos aquellos especialistas de reputación en elárea coinciden en que en los procesos estudiados no se producen dibenzo-p-dioxinas o dibenzofuranos policlorados en niveles detectables;

.- cuando no conocen los procesos de blanqueo y concomitantemente la diferencia entre un proceso ECF y un proceso ECF-light;

.- cuando ignoran la existencia de mecanismos de eliminación y mitigación de las emisiones (notablemente los barros biológicos y los precipitadores electrostáticos) o el significado de las BAT;

.- hablan de monocultivo de eucaliptos para bosques cultivados en una superficie menor al 4% de un país, forestación que se desarrolló concomitantemente con el área ocupada por bosques de especies nativas, y no a costa de los mismos, entre otros errores conceptuales, cualitativos y cuantitativos.

En suma, la opinión del GTE resulta ser de escaso valor académico, maneja escasa información desde el punto de vista de la ciencia y tecnología del proceso estudiado y desconoce las variables científicas y tecnológicas involucradas.

Conti ahora insiste en algunos de los mismos errores que ya se le señalaron reiteradamente y que ha esparcido en documentos y videos. Veamos las cosas que dice Conti, y las que le endilgan, que no es lo mismo.

Comunicado en el diario El Argentino
Sergio Giachino - Usted en 2009 sostuvo que Botnia iba a ocasionar un desastre ambiental en el río Uruguay, ¿ratifica estos dichos?
Marcelo Conti (MC): Sostengo que Botnia está ocasionando un desastre ambiental, ya que la empresa siempre ha dado escasa información y es posible que esconda miles de toneladas de tóxicos que no están declarados.

¿Cuál es la evidencia? Ninguna. Lo cree porque lo cree. No tiene ninguna medición propia de los efluentes. Insiste en que la empresa da poca información, cuando la empresa da la información que tiene que dar de acuerdo a la legislaciòn vigente y, además, esa información es pública y comunicada a la comisión de seguimiento (es interesante recordar que antes de instalarse Botnia comunicó en los diarios del propio Gualeguaychú la realizaciòn de las audiencias públicas a que está obligada por la ley uruguaya y que no existen en Argentina; más adelante los diarios gualeguaychuenses se negaron a publicar informaciòn que podría haber servido para asegurar lo que en definitiva sucedió, ninguna afectaciòn ambiental). Y dice que "es posible" que esconda miles de toneladas de tóxicos sin dar la más mínima razón para que se sepa cómo arriba a esa conclusión. Muy poco serio. Lo más gracioso es recordar cómo se anunciaba el desastre ambiental inminente (si nace Botnia, muere Gualeguaychú) y como se lo va postergando años  incluso décadas luego que durante más de tres años no aconteciera el apocalipsis pronosticado.

- Mucho menos imaginar la dilución para bajar la temperatura del agua, como argumentan ellos…
MC: Eso es absolutamente inaceptable. Como he dicho siempre, la dilución no es un método de saneamiento de la contaminación.

Muy curioso. Giachino le pregunta sobre la temperatura del agua y Conti contesta que la dilución no es un método de saneamiento de la contaminación.

Diario La República 10/5/07
Si nosotros leemos los datos, vemos que los efluentes de Botnia tienen un caudal de 3500 (tres mil quinientos) metros cúbicos por hora. El caudal del río es de 2.800.000 (dos millones ochocientos mil) metros cúbicos por hora, ¿Qué diferencia de temperatura, a 38°, provocarían los 3500 contra 2.800.000? La variación es de una décima de grado! Entonces ésta es la última mentira que nos están contando los funcionarios de Uruguay.

Bueno, de nuevo no. Si leemos los datos, que muestran un caudal de vertido de 0,80 m3/s, como consta en el último informe de Ecometrix, el caudal es de 2.880 m3/h, pero no nos detengamos en un pequeño error del 22%. El caudal del río tampoco es de 2.800.000 m3/h. Si fuera ese número, entonces el caudal sería 778 m3 por segundo y ese es más o menos el caudal del Elba en Europa. Pero el río Uruguay tiene un caudal medio de 4.622 m3/s, lo que lleva a un caudal horario de 16.639.200 m3/h. El error de Conti trepa ahora ya a casi un 500% lo que empieza a parecer menos aceptable. Luego se hace una pregunta interesante. Dice que cuál sería la diferencia que provocarían esos 8 grados (se supone que compara 38 con 30) y se contesta que una décima de grado. Aceptando los números de Conti, podemos hacer una simple regla de tres que sería T(final) = (2.800.000x30 + 3.500x38) / (2.800.000 + 3.500) = 30.01 grados, es decir una centésima de grado. Es decir que Conti le vuelve a errar, ahora por un factor de 10. O sea que Conti, en cuatro frases comete errores del 20, 500 y 900%. ¡Y todavía tiene el tupé de concluir que los funcionarios de Uruguay les cuentan mentiras!

Por un lado la dilución que ya infringe a la normativa ¿y después se vuelve a infringir la normativa para cumplir la norma uruguaya que obliga a la planta a verter sus efluentes a una temperatura menor de 30°? ¿En cuál lugar se puede permitir una cosa de este tipo? Hay que ver cómo se hace la dilución, cosa que CARU no aclaró.

En este confuso argumento parece que Conti quiere decir que (a) se hace una dilución para esconder que los efluentes tienen mayor concentración que la real y (b) se vuelve a infringir la normativa para bajar la temperatura. Conti se equivoca nuevamente. Ya mostré en el artículo UPM: la Dinama diluida y los piqueteros enfriados que no hay ningún apartamiento de la normativa, ya que la empresa hace lo que la propia Dinama le pidió que hiciera. Pero que, además, el lugar donde se analiza la concentración en el efluente es mucho antes de que se efectúe ninguna dilución. Conti vuelve a estar equivocado, una vez más.

Si se confirmara la peor situación, se confirmaría el ocultamiento de miles de toneladas de tóxicos, adicionales a los que ya conocemos.

Aquí es donde tenemos que reconocer que Conti no dijo lo que emplearon como título del artículo. Antepuso un condicionante que lo salva, más allá de todos los errores cometidos antes. Puede Conti estar tranquilo, alguien le puede alcanzar el artículo mencionado de mi blog para que se informe como son las cosas.

Botnia y la DINAMA, que parecen ser la misma cosa, dicen que cumplen con las normas. Yo quisiera saber… ¿con cuáles normas? Son las normas que la empresa misma se ha ‘fabricado’ junto con la DINAMA y que no existen en el mundo...

 Nuevamente desbarra Conti. La empresa no ha "fabricado" normas, sino que cumple con las leyes y exigencias del organismo competente del estado uruguayo. Y que esas normas no existen en el mundo es algo que Conti haría bien en demostrar, si es que supiera cuáles son, porque en la misma frase dice que no sabe, pero también dice que son fabricadas y que no existen en el mundo. En fin, como que parece que hubiera algún problema lógico en el planteamiento.

- ¿Y los contaminantes?
MC: La concentración de algunos en el ambiente están casi al doble de los permitidos por la Organización Mundial de la Sanidad para la emisión de contaminantes.

Nuevamente Conti asustando viejas. Estaría muy bueno que dijera cuáles son esos contaminantes y cuáles son los números que está usando, porque dicho de esa forma es tan sólo una opiniòn (y viniendo de Conti ya sabemos que es una opinión desinformada). De hecho, es incluso contradictoria la propia frase, porque por un lado confunde inmisión con emisión y por otro confunde las situaciones que pueden preexistir con las que se den posteriormente. El LATU uruguayo efectuó un detallado estudio de la línea de base en la zona de interés en el río Uruguay. Las conclusiones fueron que todos los parámetros estaban por debajo de los límites establecidos por la normativa uruguaya aplicable excepto en el caso del fósforo excedido largamente del valor guía desde mucho antes que Botnia empezara a operar. Curiosamente, el fósforo soluble fue aumentando en los tres años de estudio de la línea de base, antes que Botnia operara, lo que probablemente esté vinculado con el desarrollo progresivo de la agricultura. Además, sabemos que todos los parámetros medidos son públicos (están en el informe Ecometrix en el sitio de IFC) y en ningún caso se exceden los límites permitidos para los efluentes, límites que son en todos los casos al menos tan exigentes como los argentinos y en no pocos casos son aún más exigentes.

Acá estamos hablando de lo que se llama ‘pristine environment’ (medio ambiente no contaminado), o mejor dicho lo que era un ‘pristine environment’, hasta que llegaron estas empresas a contaminar. Cada país está libre de fabricar sus propias normas de permisos de contaminación, pero cuando la contaminación llega a la frontera hace mucho daño a terceros… 

Este trozo de la entrevista sería risible, si no fuera tan trágico que esto lo pueda decir una persona que supuestamente es especialista en evaluación de impacto ambiental. Habla de un ambiente prístino, cuando ya se sabe de los primeros estudios de la CARU que el río Uruguay no es tal cosa. En un informe de 1994, ya se señalaba que habían tres zonas especialmente complicadas en el río Uruguay, la entrada, donde llegaban todos los contaminantes de Brasil, las inmediaciones de Salto-Concordia por la concentración humana, y la zona Fray Bentos-Gualeguaychú por las aguas servidas de Fray Bentos y las contribuciones contaminantes del río Gualeguaychú. Hablar de ambiente prístino con esos antecedentes parece un chiste de mal gusto. Y para poner la guinda a la torta, justamente se digna pontificar sobre las normas de permisos de contaminación (concepto errado, por otra parte) cuando las normas de concentraciones para vertido de efluentes de Entre Ríos son PEORES que las uruguayas.

La actuación de la Argentina fue poco eficiente como oposición. Durante las audiencias orales y públicas en septiembre de 2009, Uruguay incorpora en su delegación un experto ‘independiente’. Este ‘experto’ es uno de los técnicos que firma la mayor parte de los estudios de EcoMetrix. Yo me pregunto..., abogados que ganan 400/500 dólares por hora!!, ¿ni siquiera hicieron un reclamo en referencia a este abuso que ha sucedido en la Corte?. No se puede poner un experto, cuando éste firma los informes de la contra parte (EcoMetrix), informes que además presentan falencias muy graves.

 Conti muestra que desconoce hasta el fallo de la CIJ. Uno de los aspectos que específicamente observó la Corte fue que no estaba de acuerdo con que se hubieran incluido expertos de las partes como "counsel" porque de esa forma la contraparte no tenía el derecho de interrogarlos, como sí lo hubiera tenido en caso que se presentaran a testificar como parte de la prueba. Pero la Corte lo señaló para el caso uruguayo y también para el caso argentino, especialmente por el caso de Colombo, que era el responsable científico de todas las pruebas presentadas por Argentina para demostrar contaminación, pruebas todas desechadas por la Corte. Argentina premió a Colombo poniéndolo en el comité científico... Podría haber sido peor, la ACAG quería que fueran Matta y el propio Conti. La frase final, sobre las "falencias muy graves" parece un chiste cuando lo afirma alguien que en su "opiniòn consultiva" confundió la pastera con una papelera y discutió la contaminación causada por las plantas de elaboración de papel, en lugar de las de elaboraciòn de pulpa. Menudo pitorreo.

Una pregunta que me hago es ¿por qué cuando se encuentra el Nonylfenol en agua y sedimentos no se hace una correlación con el gravísimo derrame de febrero de 2009?, cuando el río estaba todo lleno de tóxicos. Y se informó a la población que eran, como dijo algún Ministro casi cómico (por Aníbal Fernández), ‘algas albinas’.

Acá de nuevo Conti hace ciencia ficción. Sólo en su imaginación existe el "río todo lleno de tóxicos" y el "gravísimo derrame" de febrero de 2009. Los análisis de ambos países mostraron que efectivamente se trataba de una floraciòn algal. Habrá sido menor o mayor, pero lo de los tóxicos es un invento. Es una pena que Conti no haya estado disponible para tomar muestras y hacerlas analizar independientemente y demostrar que esos tóxicos existían. Y bueno, lo del nonilfenol fue un episodio risible, similar a las informaciones recientes del diario Junio de que un camión con acrilato venía para Botnia, cosa absolutamente falsa. Resulta que cuando una sustancia química no se usa, pues eso, no se usa. Y si uno la encuentra s que vendrá de otro lado. Tan simple como eso.

Bueno, si nosotros analizamos los estudios EcoMetrix, ellos decían que respetan las normas IPPC, que es la norma que en Europa regula el uso de las mejores tecnologías disponibles. ¿Qué tiene que ver la normativa europea con lo que pasa en Uruguay y Argentina? La normativa Europea fue hecha para una situación de media a elevada contaminación, como es la situación en Europa. No se puede utilizar en ambientes casi vírgenes (pristine), que tienen que ser defendidos y que tienen una riqueza natural y una biodiversidad altísima. Esta es la primera objeción.

Espero que realmente Conti sepa que las normas se llaman generalmente BAT (Best Available Techniques) y que IPPC (Integrated Polution Prevention and Control) es el nombre del proceso incluido en la directiva correspondiente, no el nombre de las normas. Simplemente lo dijo mal. Lo gracioso es que Conti parece decir que nosotros deberíamos adoptar criterios más estrictos que los europeos a la hora de prevenir la contaminación. Desde ya que si se hiciera, todas las empresas que vierten efluentes en el río Uruguay tendrían que cerrar. Bueno, todas menos UPM, que es posiblemente la única empresa que realmente cumple con los límites establecidos en los decretos. Pero, en Entre Ríos, por ejemplo, el 95% de las industrias no tienen un estudio de impacto ambiental aprobado, lo que de acuerdo al IPPC es obligatorio (vean este artículo sobre España). Esta objecciòn, como las demás de Conti, son simplemente opiniones desinformadas.

MC: Claro, pero hay que tener en cuenta que este tipo de Mega-plantas en Europa no existen. Son plantas monstruosas e incluso acordémonos que estaba el permiso para construir la planta de Ence, autorizada en un mismo ecosistema. Y está claro que hay mejoramientos técnicos, pero si aumentas la producción al doble o triple, eso no sirve de nada.
- Botnia en Finlandia tiene la planta más grande que es de 600 mil toneladas, y en el mar Báltico. Y nosotros en el río Uruguay tenemos a Botnia con más de un millón de toneladas. Y en la boca del Río de la Plata va a estar Montes del Plata, con un millón cuatrocientos…

Acá conviene poner la respuesta y la pregunta posterior para nuevamente repetir que lo de las mega pasteras que no se pueden instalar en Europa es un mito total. No se instalan allá por razones económicas, no porque no puedan hacerlo debido a problemas ambientales. Quizá ustedes recuerden el artículo ¡Achicame ese pescado! (II) que publiqué en Marzo del 2008, con la siguiente comparación




Es decir, que un río que es la décima parte del río Uruguay vierten los desechos de tres veces más producción. La planta de Imatra en particular, tiene una producción de 1.2 millones de toneladas anuales de cartón y papel, para lo cual elabora 967.000 toneladas anuales de pulpa de celulosa. Es una de las plantas que vierten sus efluentes al río Vuoksi, la que está más cerca. Por lo tanto la situación es totalmente similar a UPM en Fray Bentos, sólo que acá el río es muchas veces mayor. De hecho, podemos comparar las emisiones de la planta de Stora Enso en Imatra con las reales observadas para UPM y las prometidas para MDP en el informe de impacto ambiental. Tenemos entonces la siguiente tabla




Claramente se observa que UPM/Fray Bentos tiene un desempeño ambiental mejor que la planta de Imatra incluso sin tener en cuenta que el Vuoksi es mucho más pequeño que el río Uruguay. Los parámetros comprometidos para Montes del Plata son aun mejores que los de UPM en algunos casos, y comparables en el resto. Teniendo en cuenta la dilución prevista por los caudales relativos de los ríos (Vuoksi/Uruguay/de la Plata = 1/10/37) es muy evidente qu la situación ambiental en Fray Bentos o Conchillas va a ser mucho mejor que en Imatra.


En las industrias, cuando voy a hacer un muestreo, por ejemplo, en alguna industria química, existe un lugar exacto para hacer el muestreo y un caudalímetro, para poder calcular la descarga en ton/h. Aquí los científicos de la CARU no nos han informado si esto existe, si se muestrea en el mismo lugar donde se mide el caudal, y otros detalles. Ahora, si la determinación del caudal de efluentes viene hecha en un punto cerca del tratamiento secundario, y la determinación de la concentración viene hecha después del punto de dilución, esto sería una nueva y grave estafa de miles de toneladas de contaminantes no declaradas.

 Ahora Conti vuelve a ser cauto y usar el condicional. Simplemente ignora que (a) existían los videos de la Dinama mostrando la toma de muestras en el canal Parshal, como ya les mostré en el otro artículo que mencionaba más arriba y (b) que los propios científicos argentinos que vieron el proceso y vieron donde se toman las muestras lo que dijeron fue que el método de dilución no se ajustaba a la legislaciòn uruguaya, pero no dijeron que se estuviera haciendo una toma incorrecta de muestras, porque simplemente no es cierto. Por supuesto, como el interés de Conti es hacer quedar mal a Botnia y a Uruguay, plantea las cosas para que se les dé la peor interpretación posible, que es como titularon el artículo.
Bueno, este artículo quedó ya excesivamente largo. Leido el mismo ustedes mismos decidirán como contestar la pregunta del título. Yo no le compraría a Conti un auto usado. Solo me queda agregar algo que también leí en aquel sitio de tango que les mencionaba al principio. Dice

Un superlativo de CHANTAPUFI es CHANTUN. Chantún pertenece a la categoría máxima del chanta o del chantapuffi. Cuando pensamos que alguien es un CHANTUN lo descalificamos totalmente, un chantapufi puede salvarse, pero un chantún está condenado irremediablemente.

Habrá que ver si el Prof. Marcelo E. Conti está interesado en la redención.




Imprima este artículo a un archivo pdf

(se abrirá una nueva ventana que no debe
cerrarse hasta que se reciba el archivo pdf)

domingo, 6 de febrero de 2011

Contaminación entrerriana, se siguen cayendo las máscaras

Compartir

Carnaval en Gualeguaychú
Febrero es mes de Carnaval en ambas márgenes del plata. Momento de culto a la carne, en que plumas y lentejuelas se combinan para tapar de la forma más reveladora posible los esculturales cuerpos de las niñas gualeguaychuenses. Es que desde los tiempos de la recordada Evangelina Carrozo, Carnaval y lucha anti Botnia van de la mano en la ciudad entrerriana, desfilando a la par que sus pasistas por el corsódromo construido en algunas de las administraciones del Gobernador Busti.

Carlos Páez Vilaró, Llamadas 2011
Desde este otro lado del charco, la menos joven y escultural Montevideo celebra sus famosas llamadas, donde la calle Isla de Flores queda convertida en un magnífico tamborilódromo, las vedettes emplumadas dan cuenta cabal de por qué los uruguayos tenemos un 54% de personas bastante gorditas, por no decir obesas, y la pujante juventud de nuestro pueblo queda de manifiesto en la señera figura de Páez Vilaró que a sus jóvenes 80 y pico de años nuevamente carga su tambor en una via crucis de raigambre africana. 

Lagunas sanitarias Gualeguaychú, (c) El Argentino
Mientras más de 20.000 personas llenaban el corsódromo gualeguaychuense, pegando rotundo mentís a aquello de que si Botnia nace, muere Gualeguaychú, también otras máscaras van cayendo de a poco. Durante Enero fue el turno de la tan propagandeada planta de tratamiento de efluentes cloacales de Gualeguaychú. Recuerdan ustedes que uno de los motivos de justo orgullo de los habitantes de Gualeguaychú, era que la suya es la única ciudad litoraleña de ambos países que cuenta con un sistema de tratamiento de cloacales. Este ídolo acaba de demostrar que tiene los pies de barro.


En un artículo en el diario gualeguaychuense El Argentino,del 14 de Enero, se lee:


A fines del mes de diciembre los concejales de Nuevo Espacio Eugenio Bourlot y Francisco Álvarez, realizaron una visita a la laguna para constatar las versiones de la falta de mantenimiento dentro del predio.
Al llegar constataron que once de los 22 aireadores no funcionan desde hace tiempo, que las lagunas tienen tanto barro que su capacidad de decantación es cada vez menor, que pese a más de cinco años de su apertura la cortina de árboles no se ha plantado aún para mitigar el olor y que el agua en su proceso final de tratamiento no es clorada para bajar la materia orgánica antes de ser devuelta al río.


El funcionamiento de la planta es en principio bastante sencillo. Las aguas cloacales llegan primero a una laguna de decantación y son luegos sometidos a un proceso de aireación, donde los microorganismos pueden descomponer la materia orgánica antes de su volcado al arroyo del Cura. En el proceso se van depositando lodos en el fondo de las piletas, que debe ser removido periódicamente. Pero


Las laguna lleva un proceso de sedimentación, es decir que los barros se acumulan en el fondo, pero si el barro sube la capacidad de decantación de agua se achica, es por eso que a las lagunas hay que limpiarlas cada dos años y Bahillo no lo ha hecho en sus tres años de gestión


Vista de los aireadores en 2007, (c) El Día
Eso hace, obviamente, que la capacidad de tratamiento de las lagunas sea inferior a la de diseño, ya que  tienen más volumen ocupado por barro y menos disponible para el tratamiento de las aguas. Pero, como si eso fuera poco, la mitad de los aireadores, destinados a inyectar oxígeno para que las bacterias puedan efectuar bien su trabajo, no funcionan. Según el Director de Obras Sanitarias, Federico Villanueva, 


“Cuando se inauguró la laguna, se recibieron los aireadores y al poco tiempo comenzaron a fallar. Había problemas en la medición del aceite y otros se rompieron por la falta de lubricantes. Todo esto se produjo por la falta de capacitación en el personal de mantenimiento”

Gustavo Rivollier @ Facebook
La laguna se inauguró el 10 de Mayo de 2005. Cuando asumió Bahillo, en 2007, ya se observaba en la foto de El Día que se reproduce más arriba que sólo 14 de los aireadores estaban en funcionamiento, y hoy son 11, que es el mínimo imprescindible para funcionar, vertiendo 26 millones de litros de agua supuestamente depurada al arroyo El Cura, al sur de la ciudad, que finalmente desemboca en el río Gualeguaychú y luego en el río Uruguay. Si esos efluentes no están bien tratados, es probable que lleguen al río con una carga potencialmente contaminante bastante grande. Vamos a ver esto en un momento.

Intendente Juan José Bahillo, Gualeguaychú

El ambientalista e integrante de la ONG Fundavida, Gustavo Rivollier dijo que desde hace meses se le advirtió al Ejecutivo y al HCD lo que estaba pasando en la laguna sanitaria. La extracción de los barros es un tema urgente a resolver. “Esta gestión carece de una política ambiental”, agregó.
“Para nosotros esto no es un tema nuevo, para el mes de abril a mayo del año pasado ya detectamos problemas en la laguna. El sacada de barro de las piletas debe ser periódicamente porque a medida que el barro se acumula y va subiendo, le quita capacidad a la laguna para oxigenar y airear el agua que va entrando, y esto produce que a la larga la laguna se salga de régimen. El sistema no se ha salido de régimen aún pero está al límite”

En el mismo artículo se habla ambién de la realizaciòn de análisis que dieron resultados preocupantes en los balnearios (resultados que no se hicieron públicos, por supuesto). Es decir que el mismo Bahillo que no se cansa de despotricar contra Botnia primero y UPM después, tiene algún esqueleto que otro escondido en su armario. De hecho, no es el único. 

Logo Frigorífico Soychú
Los memoriosos recordarán que hace tiempo escribí un artículo llamado Procesados por contaminar donde se relata el procesamiento judicial de dos directivos de la empresa  Soychú S.A., un Frigorífico de Aves, que fue denunciada en 2004 por el abogado Rubén Gallardo por el delito de contaminación.

En la crónica que puede verse acá, se señala que se clausura la Planta de Subproductos Incomestibles
“motivada en la constatación de innumerables actas de comprobación de la reiteración de emanaciones gaseosas nauseabundas provenientes de dicha planta..." y, más adelante, el artículo señala

La resolución judicial, firmada por Tórtul, fue emitida el pasado 27 de diciembre y abarca al Encargado de Planta del frigorífico Edgardo Javier Denoni y a uno de los propietarios Francisco Víctor Santángelo, a quienes se acusa del delito de “Contaminación de Modo Peligroso del Agua”. En el caso de Denoni también se suma otro procesamiento, en este caso por “Desobediencia”. A ambos la justicia les trabó embargo de sus bienes en forma individual por la suma de 80.000 pesos.

I.Q Juan Fumero, Soychú

El caso de Soychú viene a cuento, en estos tiempos donde parece que para los acagüenses lo único que contamina es Botnia, debido a lo que decía allá por 2008 en una entrevista el Ingeniero Químico Juan Fumero, responsable ambiental de Soychú en ese entonces (este artículo de El Día de Gualeguay ya no es ubicable en la web y el I.Q. Juan Fumero fue contratado en Mayo del 2009 por la empresa Aveguay para mejorar su desempeño ambiental en el área de Larroque a partir de Diciembre de 2009, ya que esta planta tenía conflictos importantes con la comunidad). Decía Fumero

En cuanto a lo ambiental está bien, cumpliendo con todo lo comprometido con las autoridades municipales y provinciales. Los efluentes están dentro de los límites que marca la ley, mejor porque no estamos al filo. Se está por debajo de los niveles admitidos. A pesar de esto y como precaución, porque no es necesario, pero preocupados por toda esta problemática, la empresa ha hecho una inversión adicional en un equipo que quedará stand by para ponerlo en funcionamiento si se sale de control cualquier parámetro. Como hablamos de cuestiones biológicas, ante cualquier eventualidad tenemos un equipo adicional para corregir el desvío que haya del agua que sale de la empresa.
Caño de efluentes Soychú (c) Pérez Barrio

Es muy interesante una parte donde declara


Los análisis que hace la empresa, porque Soychú ha desarrollado un laboratorio interno para esto que va contrastando los resultados con otros laboratorios de terceros calificados, son todos coincidentes. Tanto los hechos por la municipalidad como la provincia dan siempre por debajo de 50 DBO. Están en alrededor de 36, 38 o 40, siempre en esos valores.

y también


-¿Ha habido controles de la municipalidad y la provincia?
La municipalidad debe haber estado hace un mes atrás y la provincia unos 20 días. Ambas hicieron las constataciones del caso y una determinó 36 DBO y la otra 38 DBO.

Nótese que cuando dice 36 DBO o 38 DBO o 50 DBO se refiere a una Demanda Bioquímica de Oxígeno de 36, 38 o 40 (según ellos) o 36 y 38 (según la municipalidad y la provincia) mg/L en el efluente. 50 mg/L de DBO es el límite establecido en el Decreto 5837/1991 de la Provincia de Entre Ríos que lo fija como valor máximo en el efluente vertido a cursos de agua interiores de la Provincia de Entre Ríos para este parámetro que mide la contaminación. Contaminación que puede resultar tal, claro, si la concentración en el efluente supera sostenidamente este valor.



Río Gualeguay
El río Gualeguay es uno de los ríos más importantes de Entre Ríos y baña ciudades como Rosario del Tala y Gualeguay. A este río vierten sus efluentes empresas tales como la antedicha Soychú, Quimiguay y Soluciones Ambientales. Ya relatamos arriba los problemas de Soychú, pero también estas dos últimas empresas fueron sancionadas y la empresa Quimiguay estuvo clausurada entre el 8 y el 11 de Abril de 2009.

Algunos habitantes de Gualeguay, preocupados por el problema de la posible contaminación del río Uruguay, fundaron la
Asociacion Salvemos al Rio Gualeguay, cuyo Presidente es el Ing. Ariel E. Pérez Barrio. Tienen principalmente dos vías de comunicación en internet, su blog Salvemos al Río Gualeguay y su sitio en Facebook No dejemos que el río Gualeguay sea el Riachuelo de ntre Ríos. Ya en Diciembre de 2009 habían hecho algunos análisis del río que les dieron valores preocupantes por lo que visitaron la planta, y ahora en Diciembre de 2010, publicado en estos días, hicieron nuevos análisis que permiten conocer cuál es la situación de Soychú y del río Gualeguay.


Los análisis fueron realizados por la UBA y ahí se ven los siguientes datos


  • muestra tomada sobre el río Paso de Alonso:
Coliformes Termotolerantes: 93 ufc/100 ml
DQO < 10 mg/l
DBO < 6 mg/l
  • muestra tomada al efluente volcado por Frigorífico de Aves Soychu S.A. luego del tratamiento (se vuelca a un canal que se mezcla con los efluentes cloacales y que luego de recorrer 400 mts desemboca en el río):
Coliformes Termotolerantes < 3 ufc /100 ml
DQO = 553 mg/l
DBO = 198 mg/l
  • muestra tomada del efluente cloacal post-tratamiento de la ciudad de Gualeguay:
Coliformes Termotolerantes: 2.5 x 10^4 ufc/100 ml
DQO = 148 mg/l
DBO = 49 mg/l


I.Q. Ariel E. Pérez Barrio
Con esos datos es fácil concluir que la planta de tratamiento de efluentes de Soychú está funcionando mucho peor de lo que nos decía el Ing. Fumero, ya que la carga de DBO es tres veces mayor que la permitida por Decreto 5837/1991 de la Provincia de Entre Ríos. En el caso de la planta de tratamiento de efluentes cloacales, está ligeramente por debajo del límite antedicho, que es 50 mg/l, pero la cantidad de bacterias termotolerantes está más de 100 veces por encima de lo permitido en la ley (200 ufc/100 ml). Consecuentemente, no hay duda que tanto Soychú como los efluentes cloacales de Gualeguay producen emisiones completamente fuera de las normas de la provincia. Si ello produce o no contaminación en el río es algo que no podemos juzgar a priori sin ver el efecto de la dilución en el río. Sin embargo, da para pensar que la planta de Soychú tiene problemas con su planta de efluentes, aunque ellos mantengan que no. En el video se ve una filmaciòn del vertido de los efluentes de Soychú a la cañadita que luego termina en el río



Lo que sí podemos hacer con el trabajo de la gente de la Asociación, la constatación de Fundavida de que la planta de Gualeguaychú no trabaja bien, y los datos conocidos de ecoMetrix para el funcionamiento de UPM, es presentar una tabla comparativa de DQO, DBO y cargas totales diarias al río cuando podamos. En el caso de la planta cloacal de Gualeguay y la empresa Soychú, usaremos los datos de la Asociación que figuran en su blog Salvemos al Río Gualeguay. Para la planta de tratamiento de efluentes de Gualeguaychú, usaremos los datos que fueron brindados a la CARU por el estado argentino y el caudal de efluentes que figura en los artículos que mencionamos previamente. Y, finalmente, para UPM usaremos los datos de ecoMetrix analizados en el artículo Informe ambiental Botnia 2009 en este mismo blog. El informe completo correspondiente se encuentra en el sitio de IFC. Por comodidad señalemos que las emisiones tuvieron un promedio de vertido de 0.8 m3/s (800 litros por segundo) y que las concentraciones de distintos parámetros medidos son como se muestran en la tabla inferior.

Promedios de las concentraciones de parámetros medidos para UPM en 2009
Podemos entonces construir una tabla con datos de dos vertidos industriales (UPM y Soychú) y dos vertidos de efluentes cloacales (Gualeguay y Gualeguaychú). Tenemos así la siguiente tabla



Comparación de efluentes industriales y cloacales


Se pueden extraer entonces las siguientes conclusiones prima faccie: (a) UPM tiene el menor DBO tanto entre las dos industrias, como comparado con los efluentes cloacales tratados, (b) UPM emite menos de la mitad DQO que Soychú, pese a la diferencia abismal de tamaño. Y en el caso de la planta de efluentes de Gualeguaychú, para la cual tenemos el dato de caudal lo que nos permite calcular el vertido diario, vemos que vierte unos 100 kilos más DBO por día al río Gualeguaychú que los que UPM vierte al río Uruguay, 12% más. Así que nuevamente comprobamos que hay mucha mala fe en las manifestaciones que vienen de Gualeguaychú, sobre todo de parte de quienes tienen responsabilidades institucionales. 




Imprima este artículo a un archivo pdf

(se abrirá una nueva ventana que no debe
cerrarse hasta que se reciba el archivo pdf)