martes, 1 de enero de 2008

Cartas a Eufemia (II). El difusor oculto.

Decíamos en la Parte I de este artículo que Cartas a Eufemia es también el título de una ranchera cantada por Pedro Infante y por Jorge Negrete

Cuando recibas esta carta sin razón
Eufemia

ya sabrás que entre nosotros todo terminó
y no la dejes recibida por traición
Eufemia
te devuelvo tu palab
ra, te la vuelvo sin usarla,
y que conste en esta carta
que acabamos de un jalón


Que acabamos de un jalón es lo que muchos argentinos y uruguayos pensamos cuando Botnia se puso a andar y demostró fehacientemente que no se produjo ninguno de los efectos catastróficos anunciados por los ecólatras de Arroyo Verde, aka ACAG. Lamentablemente no fue así, y periódicamente se suceden brotes argumentales más o menos racionales en sitios tan diversos como el foro El Conflicto con Uruguay del diario argentino La Nación, los comentarios a diversas noticias en el mismo diario, artículos especiales de Radio Nederland, o la primera carta respuesta publicada por el Ing. Gustavo Puente en el diario El Avisador de Tacuarembó.

En el primer artículo mostré quien es el Ing. Gustavo Puente, representante de la ACAG en alguna circunstancia. En este segundo artículo quiero concentrarme en alguno de los aspectos de contaminación que trata el Ing. Puente confrontando con las afirmaciones que se hacen en el documento "20 Preguntas, 20 Respuestas" (que abreviaremos 20X20) de los amigos argentinos Klasse, Pasturenzi, Lijalad, Valera Narváez y otros. Empecemos entonces por la afirmación de 20X20, la primera carta, la réplica y la dúplica del Ing. Puente.

20X20 ¿Una reflexión final?
Si las plantas con tecnología como la de Botnia no contaminan en ningún país del mundo, ¿por qué la Argentina tendría que ser la primera? ¿T
ambién en esto queremos ocupar el primer lugar? ¿O ser los campeones morales?

Ing. GP. “no se si sabe este señor, que esta usando erróneamente el concepto de contaminación, es falso que no contaminan.

Dr.ONV. El problema más grande del Sr. Puente es no saber qué significa contaminación. Para que exista contaminación, debe existir una modificación dañina del ambiente. La modificación por sí misma no es suficiente, debe dañar el ambiente para ser considerada contaminación. Por ello, cuando se vierten sustancias químicas a un medio receptor, que exista o no contaminación depende de que la concentración de sustancias químicas (es decir, la relación entre la cantidad de ellas que hay presentes y la cantidad de agua o aire en el medio receptor) esté dentro de determinados límites. Que un proceso provoque una variación por fuera de esos límites, ya sea para arriba o para abajo, hace que el proceso contamine.

Ing.GP. Gracias por explicar lo que significa Contaminación, No sabia!!!, pensaba que era algo mas sencillo. Que loca la naturaleza!!! la brisa del mar y la gente son un mal en la Tierra. Ahora entiendo Mejor el porqué del emisario subacuatico bajo el lecho del río, de 200 mts, de largo, 1,20 mts. de diámetro, y con ochenta (80) bocas de 250 mm cada una. Y la chimenea de gases calientes a 120 mt de altura… Otro desacierto de l a Ingeniería, mejor dicho de las BATs (Best Abailable Techology”. (Está claro… si no fuese un vertido contaminante, hubiera sido más fácil y económico volcarlo a la vista de todos sin mezclarlo, no haría falta diluir los millones de litros de agua ajena.)

Ahí tenemos expuestas entonces ambas campanas, tal como le gusta al Ing. Puente. Analicemos ahora lo que tañe cada una de ellas y veamos si podemos llegar a una conclusión.

La primera respuesta del Ing. Puente es muy fácil, ya que dice "es falso que no contaminen, porque contaminan". Como no contiene ningún hecho que justifique esa aseveración podemos pasarla por alto. En mi respuesta le aclaro el significado de contaminación. Confieso que en ese momento no sospechaba que estaba hablando con un Ingeniero, quien además tiene estudios ambientales, por lo que pretendí ser didáctico en lugar de dar simplemente una definición. Veamos entonces como define el DRAE la contaminación.

contaminar.

(Del lat. contamināre).

1. tr. Alterar nocivamente la pureza o las condiciones normales de una cosa o un medio por agentes qmicos o físicos. U. t. c. prnl.

2. tr. Contagiar, inficionar. U. t. c. prnl.

3. tr. Alterar la forma de un vocablo o texto por la influencia de otro.

4. tr. Pervertir, corromper la fe o las costum

bres. U. t. c. prnl.

5. tr. Profanar o quebrantar la ley de Dios.



Vemos entonces que, como le indicaba en mi respuesta al Ing. Puente, contaminar no significa simplemente verter, sino que debe alterarse nocivamente (i.e. dañinamente, perniciosamente, perjudicialmente) la pureza o las condiciones normales de una cosa o un medio. Concentrémonos entonces por el momento en el medio "Río Uruguay".

El argumento expuesto en su última carta por el Ing. Puente, quitándole el sarcasmo al que podría replicar de la misma manera, es que se trata de un vertido contaminante porque se descarga en el río mediante un emisario subacuático bajo el lecho del río, de 200 mts, de largo, 1,20 mts. de diámetro, y con ochenta (80) bocas de 250 mm cada una (sus palabras). Ya que, sigue el argumento, si no fuera contaminante se descargaría a la vista de todos (uno presume que el Ing. Puente piensa que el emisario subacuático se hizo para esconder el vertido).



Desde el primer momento en que se presentó el estudio de impacto ambiental para Botnia se consideró la necesidad de tener un dispersor o difusor para los efluentes. Arriba se muestra la imagen que describe esquemáticamente como se realiza el vertido de efluentes al río. Esto no es arbitrario, sino que corresponde a lo acordado por Argentina y Uruguay en el marco de la CARU. En efecto, si uno consulta el Digesto sobre Contaminación de la Comisión Administradora del Río Uruguay, se encuentra que en esta reglamentación del Estatuto del Río Uruguay, específicamente en el Capítulo 5 (Condiciones de los Efluentes), se prevé el uso de emisores para el vertido de los efluentes al río (recordemos que esto es lo consensuado entre Argentina y Uruguay) ya que se discute sobre las condiciones de la zona de mezcla.

La razón, más que sencilla, para usar una combinación emisor/difusor es asegurar que el mezclado de los vertidos con el agua del río se realice a la máxima velocidad posible. Eso lleva a que no sólo la concentración de las sustancias químicas en los efluentes sea en promedio muy baja, sino a que en ningún punto de la descarga exista una concentración potencialmente peligrosa. Ello lleva a que no haya una modificación nociva del río ni siquiera en el punto de descarga, como sí la podría haber si todo el efluente se descargara de golpe en un único punto.

Para comprender de que estamos hablando, el lector no especializado puede recurrir al ejemplo de una manguera para regar el jardín. Uno puede dejar un chorro grueso o, lo que hace en la mayoría de los casos, emplear una especie de lluvia fina con efecto regadera. La propia regadera tiene una roseta que produce múltiples pequeños chorros de agua, en lugar de uno único grueso. ¿Cambia la cantidad de agua que sale de la manguera o la regadera por usar uno u otro mecanismo? Obviamente no. Pero si dejamos el chorro grueso, es indudable que donde éste cae se hace un pozo en la tierra, se empantana en los alrededores del vertido y los lugares alejados quedan sin irrigar. Mientras que si se hace con una regadera o un aspersor, la irrigación es mucho más homogénea y el resultado mucho mejor. Lo mismo sucede con el vertido de efluentes y eso explica la razón de invertir dinero en tener ese sistema. Que no es una inversión que se realice porque sí, sino porque es imprescindible bajo las estrictas reglas ambientales internacionales y uruguayas. Con la elección de un difusor de 200 m con 80 toberas de 0.1 m de diámetro se asegura que a un máximo de 35 m aguas abajo se consiga una dilución del efluente de 100 a 1, que es la norma del programa Environmental Effects Monitoring (Monitoreo de Efectos Ambientales) para el sector de la celulosa y el papel en Canadá. Este es el programa nacional regulatorio más amplio de monitoreo de efectos de plantas papeleras en el mundo . Ahora bien, ¿cómo se sabe que esto que describimos es así?

Uno de los expertos contratados para realizar el EIA de Botnia fue el Ing. Ismael Piedracueva (egresado y Profesor Honorario de la Universidad Nacional del Litoral de Santa Fe), hoy Decano de la Facultad de Ingeniería de la UDELAR en Uruguay y ampliamente reconocido en el ámbito científico-técnico de ambas orillas. El Ing. Piedracueva realizó un modelo hidrodinámico de la zona importante del río Uruguay, que se muestra en la figura arriba a la izquierda. Para ello es necesario resolver sistemas de ecuaciones diferenciales, que se computan numéricamente sobre una malla de puntos, como se muestra en la figura de la derecha. Fueron necesarios muchos días de cálculos para poder determinar las condiciones de dispersión de los efluentes, cosa que se hace teniendo en cuenta dos conjuntos de datos importantes: la batimetría y el régimen de caudales del río.

La batimetría no es más que determinar las profundidades del río en todo su recorrido. Ello se muestra en la primera de las dos figuras a la izquierda. Como se ve allí, la profundidad del río Uruguay frente a Botnia es uno de los lugares donde es máxima, alcanzando los 15 metros en el canal de navegación. También ahí la zona de mayor profundidad tiene la mayor anchura. Ambas cosas combinadas nos dicen que el volumen de agua que pasa frente a Botnia es el mayor en esa zona del río (una de las razones por las que Botnia está allí y no en otro lado). El emisor subacuático de Botnia se encuentra a una profundidad promedio de 10-12 m y nunca a menos de 8 m en condiciones de poco caudal. Bien abajo, digamos.

El segundo conjunto de valores que se necesita para modelar es el de los caudales del río Uruguay. Frecuentemente se oye decir sin pruebas que el río Uruguay tiene un caudal bajo (y se lo ha justificado con que es playo, cosa que ya vimos no es cierta). Como la mejor forma de medir una cosa es dar números, se muestra en la figura adjunta una gráfica del porcentaje de veces que el caudal del río Uruguay excede un determinado valor. Así vemos que mientras que el caudal medio es 6.000 m3/s, el 69% del tiempo el caudal es mayor a 3.000 m3/s, y el 95% del tiempo es superior a 1.000 m3/s. Sólo una vez en los últimos sesenta años se registró un caudal tan bajo como 500 m3/s. Por lo tanto si modelamos la dispersión de los efluentes para un caudal de 1.000 m3/s nos aseguramos que sabemos lo que pasa el 95% del tiempo, mientras que si modelamos la situación cuando el caudal es de 500 m3/s tendremos el cuadro para una situación extrema de escasez de agua. Ambos ejemplos se muestran en las figuras de la derecha (obtenidas del informe del Ing. Piedracueva). Como se ve en ellas, en las condiciones que se dan el 95% del tiempo (caudal mayor que 1.000 m3/s) los efluentes no pasan más allá de la bahía donde desemboca el arroyo Yaguareté, mientras que en condiciones extremas de falta de agua (caudal de 500 m3/s) concentraciones pequeñas de efluentes pueden llegar a Las Cañas y más allá en forma muy diluída (unas 60 veces). Sin embargo, en ningún caso los efluentes pueden alcanzar la orilla argentina, debido a que las corrientes mantendrían los efluentes diluídos confinados sobre la costa uruguaya.

Esos modelos están hechos sin la presencia de un difusor. Justamente para evitar la situación que ocurriría con un caudal muy bajo de agua en el río es que se construye el emisario subacuático, de forma de poder cumplir con los requisitos internacionales más exigentes de que la dilución debe bajar a 1/100 a menos de 40 m del sitio de descarga (ver Anexo D, Calidad del Agua, del Informe Ecometrix, págs D5.2 final y D5.3 inicial, Environmental Monitoring Effects Program de Canada). Esto se logra construyendo un emisario subacuático de unos 300 m y pico, al cual se acopla el difusor propiamente dicho que tiene otros 200 m. Esquemáticamente lo que tenemos se puede mostrar superponiendo el mapa de batimetría con una foto satelital de Google Earth y un diseño aproximado del conjunto emisario/dispersor tal como fuera sugerido empleando el modelo computacional mencionado. Esto se muestra en la figura debajo.




Lo que muestra claramente el esquema es que con la configuración adoptada, el difusor queda en la zona más profunda y de mayor caudal del río. De hecho, consultando Google Earth se puede ver hoy la excavación correspondiente a la sala de bombas y la boya en la punta del difusor (imprescindible para marcar el punto a los barcos que navegan por la zona). Debajo mostramos una fotografía de esa zona, superimponiendo el caño de la toma de agua, el emisor y el difusor. El difusor en sí mismo es un caño de 200 m en tres partes (de diámetros 1.2 m, 1.0 m y 0.8 cm respectivamente) que yace a entre 10 y 12 m de profundidad, con 80 bocas de 250 mm de diámetro y 1.3 m de altura cada una.



En el Digesto sobre Contaminación de la Comisión Administradora del Río Uruguay, se explican claramente las condiciones que debe reunir la zona de mezcla (Art. 5c, pág.31). Debe tener menos de la quinta parte de la sección del río (en este punto el río tiene 1.590 m de ancho, 200/1590 = 1/8 < 1/5) en transversal, y en condicions de estiaje no debe extenderse más allá de 1000 m longitudinalmente (recuérdese que a 35 m en este caso se tiene ya una dilución de 1/100, por lo cual la norma se cumple sin dificultad). Recomendamos leer el Digesto, algo que mucha gente ignora al discutir sobre el Estatuto.

Queda explicado entonces de lo de por qué se necesita el emisario subacuático, que es justamente no para esconder la contaminación, sino una herramienta más para que la contaminación no suceda. Nos queda todavía el hecho de que el Ing. Puente no controvirtió de ninguna forma nuestra definición de contaminación. Quiere decir que en principio está de acuerdo con ella, aunque por sus propias palabras no la conociera.

Debemos preguntarnos entonces, ¿produce Botnia si o no una modificación nociva del agua del río debido al proceso industrial? Podemos para ello recurrir a datos públicos sobre los vertidos. En esta temática se usan determinados parámetros especiales para saber si existe o no contaminación y hay límites estrictamente determinados.

Veremos en el próximo artículo que es lo que sucede en la realidad.









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10 comentarios:

Gus dijo...

Es curioso que el difusor subacuático se critica porque NO se ve (“lo esconden”) y el difusor aéreo se critica porque SI se ve (la chimenea “contamina visualmente”), perdemos siempre.
Así son las Licencias sociales, como los gatos: siempre estaremos del lado equivocado de la puerta...

Unknown dijo...

Hola Gus,

Tu comentario me hizo reir, no sé si te considerás a vos mismo una Licencia Social o un Gato :-)

Yo valoro mucho el concepto de Licencia Social y creo que en ese sentido es muy bueno el proceso que se hizo respecto a Botnia. Lo cierto es que los técnicos que dedican miles de horas a la preparación de un proyecto siempre van a estar convencidos de la bondad de lo que plantean. Por la simple razón de que si pensaran que está mal tratarían de encontrar mejores soluciones.

Por otra parte, es cierto que además del interés general por el desarrollo de un país está el interés local de los pobladores y habitantes de una determinada zona de influencia de un emprendimiento. Que la ley nuestra (uruguaya) prevea que existan las audiencias públicas y los períodos de gracia para recoger comentarios del público es una buena cosa. En todo el proceso de aprobación de Botnia se dieron todas esas posibilidades y no cabe duda (a mi al menos) que la Licencia Social está vigente, dado que en las audiencias hubo presente gente de Gualeguaychú, se ha invitado reiteradamente a la prensa argentina a visitar esta planta y otras similares en Finlandia, etc, etc. Es decir, nunca se le brindaron MENOS oportunidades a la gente de Argentina de saber lo que pasaba que a la gente de Uruguay.

Lo que es claro respecto a la Licencia Social y no se ha discutido suficientemente es que debe tener ciertos límites precisos. Es obvio que debería tener más importancia lo que piense la gente de Fray Bentos que lo que piense la de Gualeguaychú y más lo que esta piense, que lo que piense la gente de Colón, Concordia, Buenos Aires o Mendoza, simplemente porque la mayor cercanía hace que sea más probable que esa gente se vea expuesta a efectos desfavorables SI LOS HUBIERE, que quienes están más lejos.

El tema subyacente a las quejas es siempre el mismo: palo si bogas y si no bogas palos. Como se piensa que todo está hecho de mala fe, entonces no se busca conocer la verdad, sino aquellas partes de la verdad que soportan los prejuicios iniciales. Por eso, toda la info técnica sobre el difusor no importa, pero sí que sea subacuático porque eso implica que "esconden la contaminación". Lo mismo respecto a la chimenea, porque que sea tan alta es para "liberar los gases muy arriba como para que se vayan a contaminar a otro lado". Parece risible pero es demasiado humano.

Mi propósito sigue siendo mostrar el real por qué de que las cosas se hagan de la manera que se hacen y referenciar datos y documentos que soporten mis dichos. De la misma manera que estoy dispuesto a discutir todos los datos o documentos que sustenten una posición contraria, por supuesto.

Anónimo dijo...

Hola Nestor,
después de leer las cartas de Tacuarembó, también yo, averigüé quien era este sujeto. Un .......
Festejo tu trabajo.
Un gran saludo.
Mario

Gus dijo...

Por supuesto Néstor que el concepto de ‘licencia social’ es bienvenido, no es el concepto sino la interpretación que hace Gualeguaychú (a quien me refería obviamente) la que se presta a la caricatura. Pasa lo mismo con su noción de ecología, otra preocupación en sí misma buena. Sucede que allá esos conceptos son cáscaras pret-a-porter, escudos nobles cuya sombra les libera (eso suponen) de enredarse en explicaciones fundadas para su postura.

El error de Gualeguaychú es ese, creer que toda argumentación (como la que te esforzás en brindar en éste artículo) es irrelevante y caerá ante la presencia soberana de aquellos dos vocablos mágicos. Por eso qué importa si el emisor subacuático no se ve y el emisor aéreo sí se ve? Igual condenarían si fuera exactamente al revés, o si fueran el doble de importantes o la mitad de lo que son, lo único cierto es que NO deben estar ahí. Porqué? Porque no. Ya han tenido la amabilidad de resumirlo muy didácticamente para nosotros los cabezaduras: ‘qué parte del NO es la que no entendés?’
Licencia social denegada y no se hable más.

Hablando de gatos y de problemas porque se ven chimeneas y porque no se ven emisores... me acordé de la Gata Flora, no sé porqué.

Unknown dijo...

Hola Mario!

Gracias por tu elogio. Lamentablemente, lo que creí que iba a ser un intercambio serio se trunca acá. Ya me hizo saber por mail privado que no pensaba participar en absoluto en mi blog.

Ma siiii!!!! ☺

Unknown dijo...

Hola Gus

Si, en general estoy de acuerdo con tu comentario, pero con dos matizaciones.

La primera es que (y sé que sos consciente de ello) hablar de "Galeguaychú" es erróneo. El núcleo duro de los que tienen esa visión que señalás correctamente no deben ser más que unos pocos centenares de personas (200-300?). El resto de Gualeguaychú ha procedido igual que todas las sociedades en situaciones parecidas. Desde el que saca provecho personal (Magnotta en Radio Máxima o el dueño de Ñandubaisal) hasta el que tiene amigos a los que no quiere quemar públicamente, pasando por toda la variedad de personas. Así que es mejor individualizar y no generalizar. No es Gualeguaychú, son los ecólatras en esa sociedad.

El segundo punto es que tomarse el esfuerzo de hacer estas cosas (no te creas que las figuritas me las hace una secretaria ☺) tiene como cometido fundamental darle armas a las personas a quienes los ecólatras intimidan. No te olvides que esta gente tienen una especie de mantra, de script incluso impreso y distribuido, donde constan todas las afirmaciones que deben hacer una y otra vez. Que sea posible tener material de archivo donde se demuestre detalladamente la falsedad de los argumentos de los ecólatras me parece que les sirve.

Y, last but not least, está la cuestión de que siempre es un placer sacar del ruedo a alguno de estos desinformadores oficiales.

Anónimo dijo...

Acabo de leer en el Pais, un articulo donde entrevistan al cientifico argentino encargado de monitorear "la contaminacion" del Rio Uruguay.

Parece que lo han estado monitoreando desde hace un ano y el estado del rio es razonamblemene bueno y que no ha cambiado desde la inauguracion de Botnia, lo unico que encontraron fue un exceso de nutrientes fosforo y nitrato (que tu Nestor entenderas mas que yo que significa) segun el proviene de la actividad agricola y de las cloacas no tratadas por supuesto supongo que la mayoria proveniente de Argentina.

Ustedes creen que la Argentina va a ser algo para mejorar eso?? no lo creo ya que vienen vertiendo toda esa porqueria en el rio desde hace anos y parece que eso a ellos no le importa.

Otra cosa que es muy interesante del articulo es que parece que Cancilleria argentina no lo deja publicar la investigacion en detalle porque sera????

Saludos

Daniela

Unknown dijo...

Daniela,

Justamente acabo de publicar un artículo sobre este tema. El fósforo y nitrógeno a que hace referencia el Dr. Ostera son lo que se llaman "nutrientes" y que causan la proliferación de alguitas (no tóxicas) sobre todo en Salto Grande.

La contaminación mayor proviene sí de Brasil y Argentina por su tamaño (el Río Uruguay empieza en Brasil) y porque los vertidos agrícolas y cloacales son mayores de ese lado (simplemente hay más gente y más cosechas). Pero en este caso particular Gualeguaychú no es culpable porque tiene planta para tratar las aguas servidas cosa que no tienen ninguna de las ciudades uruguayas sobre el río.

Uruguay está en proceso de tratar las aguas cloacales de Fray Bentos por la propia Botnia y creo que están por inaugurarse o establecerse a la brevedad las plantas de tratamiento de Paysandú y Salto, pero en esto estamos más atrasados que los argentinos. No me cabe duda que ellos y nosotros vamos a progresar en este campo (en realidad ni a ellos ni a nosotros nos importó nunca mucho mientras el río se llevara las feces, ahora hay que ponerse las pilas).

Respecto a lo de Cancillería argentina, aclaro lo que pienso en el artículo. Sospecho que autorizaron estas declaraciones y van en la dirección de reconocer lentamente que Botnia no contamina.

Gus dijo...

100% de apoyo para el trabajo que hacés Néstor, tiene el valor de poner mucha y buena información a disposición de quien quiera verla y ya eso es un enorme aporte para todos nosotros; le agregás incluso el plus de moverte vos mismo e ir al encuentro de los ‘errores’ (caso directo de Puente) para echar luz competente sobre ellos. Son todas buenas semillas cuyo único resultado posible es germinar y crecer, por lo tanto aplaudo el contenido de éstos artículos, son muy provechosos.

Volviendo sin embargo al destinatario principal del artículo, el Sr Puente, dudo que ‘entre a éste ruedo’ porque él se mueve en otros planos voluntaristas, a eso apuntaban mis comentarios anteriores. Ojalá me equivoque.

Respecto a Gualeguaychú.... mmm.... también yo quiero creer (deseo creer!) que la neurosis se centra en el grupo de la ACAG y pocos más, pero qué querés que te diga... Más allá del digno ejemplo de Guillermo (Fazzio), Esther y otra gente no podemos negar que la ciudad en su conjunto viene por otro notorio carril marcado de irracionalidad ‘Por La Vida’, es incontrastable.
Que se ocultan muchas variantes debajo de la voz cantante y que la tendencia puede cambiar con el tiempo?
Por supuesto pero para mí, en este tema y luego de años de apoyo sin notoria oposición (ni visible ni subterránea), las barrabasadas de la ACAG sí han representado en general a Gualeguaychú, abrumadoramente, con su consentimiento y más que ninguna otra tendencia. No podríamos directamente hablar de ningún grado de representatividad nunca de no ser así, creo yo.

Pero apuesto igual que vos a dar crédito a la mesura. Paso raya y me avengo por consiguiente a tu comentario: hablemos de la ACAG más que de Gualeguaychú.

Unknown dijo...

Gus,

De acuerdo entonces. El Ing. Puente ha declinado participar en mail que me mandó privadamente, así que no tiene sentido seguirla con lo que él dice.

Tenemos ahora un entuerto más jugoso con las declaraciones del Dr. Ostera por la mañana que fueron desmentidas por la tarde, pero que el periodista tiene la grabación.

Enretenidísimo